Metanaranjas
Y es que hay condiciones salariales que conducen al cielo y condiciones salariales que son una condena
El hecho de que el dinero est¨¦ barato no significa que cueste poco. A usted y a m¨ª nos sale por un ojo de la cara. El dinero barato no es dinero, es metadinero, al modo en que la f¨ªsica cu¨¢ntica es metaf¨ªsica. Las ¡°medidas de est¨ªmulo¡± que Draghi pone en circulaci¨®n de manera peri¨®dica guardan m¨¢s relaci¨®n con la m¨ªstica de la especulaci¨®n financiera que con la asc¨¦tica de la econom¨ªa real. Los bancos convierten el metadinero de Draghi en dinero f¨ªsico a lo largo de un proceso de transubstanciaci¨®n por el que crujen al cuentacorrentista. Todo ello a trav¨¦s de un discurso de telepredicador sedado que despliegan en sus folletos de publicidad, id¨¦nticos a los que publican las organizaciones evang¨¦licas. Tanto en unos como en otros se habla del tanto por ciento de felicidad que alcanzaremos en funci¨®n de nuestras inversiones. Les pierde el af¨¢n de trascendencia. Nos gustar¨ªa seguirles hasta el final y lo har¨ªamos con gusto de ganar el 1% de lo que gana el presidente del banco m¨¢s tirado.
Y es que hay condiciones salariales que conducen al cielo y condiciones salariales que son una condena. Hubo un tiempo en el que el cultivo del esp¨ªritu parec¨ªa incompatible con el goce de la materia. Eso se acab¨®. Se cree mejor en Dios desde el ¨¢tico de Rouco Varela, cuya reforma cost¨® medio mill¨®n de euros, que desde una vivienda de protecci¨®n oficial administrada por un fondo buitre de inversi¨®n de Ana Botella. Dios es ya un fondo de inversi¨®n, probablemente de alto riesgo, cuyo m¨¢ximo representante en Europa es Draghi, o Metadraghi, si tenemos en cuenta que est¨¢ a punto de vender euros a 99 c¨¦ntimos. Viene a ser como cambiar una naranja de 10 gajos por una de nueve, cosa imposible a menos que la de 10 sea una metanaranja.
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