Otra pol¨ªtica econ¨®mica
?Por qu¨¦ fuerzas que se dicen del cambio no apoyan el pacto entre PSOE y Ciudadanos?
El acuerdo program¨¢tico que ha acompa?ado al debate de investidura del candidato socialista Pedro S¨¢nchez representa un evidente cambio en la pol¨ªtica econ¨®mica. Al menos, en tres asuntos capitales: la prioridad otorgada a los excluidos por la crisis; la diferente orientaci¨®n de la pol¨ªtica presupuestaria, arrumbando los recortes sobre pol¨ªtica social y la voluntad de impulsar un modelo productivo que compita por valor a?adido y no por precariedad laboral.
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Tanto la crisis econ¨®mica como las pol¨ªticas puestas en marcha para hacerle frente han ido dejando en la cuneta a un creciente n¨²mero de personas que, de no hacer nada, van a quedar excluidas de la recuperaci¨®n. Hablamos de las 750.000 familias que no tienen ingresos de ning¨²n tipo; los casi dos millones de parados de larga duraci¨®n y baja cualificaci¨®n; los centenares de miles de trabajadores cuyos bajos salarios no les sacan de la situaci¨®n de pobres; los miles de ni?os que no pueden hacer una comida digna al d¨ªa. Estos son los colectivos sobre los que se han cebado los desahucios, la pobreza energ¨¦tica, la exclusi¨®n social y sobre los que est¨¢n actuando las organizaciones sociales y caritativas porque no disponemos, apenas, de pol¨ªticas p¨²blicas para atender sus necesidades. Pues bien, a ellos van dirigidas un conjunto de medidas concretas, cuya cuantificaci¨®n representa triplicar los recursos presupuestarios actuales: la creaci¨®n de un Ingreso M¨ªnimo Vital, el incremento de la ayuda por hijo a cargo, la compensaci¨®n fiscal salarial, un plan de choque de creaci¨®n de empleo para colectivos vulnerables, medidas para la inembargabilidad de la vivienda habitual en familias con dificultades o la definici¨®n de un consumo m¨ªnimo vital en energ¨ªa o agua.
El acuerdo incluye, tambi¨¦n, un cambio radical en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica presupuestaria. Sin cuestionar nuestra pertenencia al euro, se asumen tres principios: se mantiene el compromiso de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, pero su ritmo se grad¨²a, de manera negociada con Bruselas, en funci¨®n de nuestras posibilidades reales; una renuncia expl¨ªcita a que dicha reducci¨®n se siga haciendo recortando gastos sociales y otra renuncia expl¨ªcita a que el ajuste se haga subiendo impuestos a las rentas del trabajo. Todo lo contrario de lo hecho durante estos ¨²ltimos cuatro a?os por el PP.
El acuerdo program¨¢tico de Pedro S¨¢nchez incluye un cambio radical en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica presupuestaria
Es evidente que estos compromisos encierran contrapartidas. Como todo. La negociaci¨®n con Bruselas exigir¨¢, seguramente, aceptar reformas estructurales, dolorosas para algunos colectivos, que aumenten el potencial de crecimiento de nuestra econom¨ªa; el incremento previsto en los gastos sociales para recuperar lo recortado en educaci¨®n, sanidad, dependencia y otros, exigir¨¢ reducir otro tipo de gastos burocr¨¢ticos y de funcionamiento, mejorando la eficiencia del conjunto del gasto p¨²blico; la renuncia a aumentar impuestos sobre la renta del trabajo exigir¨¢ su aumento para las empresas, la riqueza y grandes fortunas, as¨ª como sobre los recursos medioambientales escasos. Son decisiones que figuran en el acuerdo con propuestas concretas y que representan un cambio radical respecto a lo hecho en esta legislatura.
Se incluye, por ¨²ltimo, una decidida voluntad de impulsar un modelo productivo distinto, donde se mejore la productividad favoreciendo las inversiones en innovaci¨®n, valor a?adido, talento; donde se favorezca una transici¨®n hacia un sistema energ¨¦tico sostenible y donde se abandone la apuesta realizada por el actual Gobierno por abaratar el trabajo mediante una reforma laboral regresiva. Desmontar esta reforma, como se hace en el acuerdo, devolviendo capacidad central a la negociaci¨®n colectiva para que la necesaria flexibilidad empresarial no se haga unilateralmente y a costa de los trabajadores, es la evidencia del cambio propuesto, que se une a medidas que permitir¨ªan desmontar, tambi¨¦n, el capitalismo de amiguetes que se ha construido durante estos a?os.
El acuerdo se define como ¡°reformista y de progreso¡±. Representa una pol¨ªtica econ¨®mica muy diferente de la de la pasada legislatura. Donde entonces se busc¨® romper las medidas de cohesi¨®n social (negociaci¨®n colectiva y Estado de bienestar), ahora se persigue lo contrario: combatir la desigualdad generada. As¨ª lo ha entendido el PP, que lo califica de enmienda a la totalidad de su labor de gobierno. As¨ª lo est¨¢n entendiendo los colectivos sociales y organizaciones a los que se lo estamos explicando. Si todas las fuerzas que se dicen del cambio lo entendieran igual, se estar¨ªa aplicando ya, desde un nuevo Gobierno. ?Entonces?
Jordi Sevilla, exministro socialista, es asesor econ¨®mico de Pedro S¨¢nchez.
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