Adorar¨¢s a estas monjas del pop sobre todas las cosas

Imaginar a una monja cantando no es algo tan extra?o. Habitualmente, eso s¨ª, la situar¨ªamos en torno a una hoguera, en una clase de m¨²sica o en el coro de una Iglesia a lo Sister Act, pero raras veces pensar¨ªamos en una religiosa ascendiendo en las listas de ¨¦xitos. Sin embargo, el mundo de la m¨²sica nos ha brindado todo tipo de fen¨®menos inesperados y, entre ellos, el de las monjas pop es uno de los que m¨¢s nos fascina. No s¨®lo por el componente kitsch y la potencia visual que tiene ver a una monja con su h¨¢bito cantando en un escenario, si no por lo llamativas que han sido las historias que ha habido detr¨¢s (algunas de ellas bastante tr¨¢gicas). Desde el ¨¦xito de Sor Sonrisa en los 60 hasta el de Sor Cristina, ganadora de La Voz Italia, algunas monjas han hecho tanto?dance?como pop comercial demostrando que consagrar su vida a Dios no est¨¢ re?ido con ser toda una diva de la canci¨®n.

Sin duda, el caso m¨¢s destacado de popstar monja se dio hace m¨¢s de 50 a?os y es el de Sor Sonrisa. Esta mujer belga se hizo conocida en todo el mundo con su canci¨®n Dominique, publicada en 1963 y dedicada a Santo Domingo de Guzm¨¢n, fundador de la orden religiosa de los Dominicos a la que pertenec¨ªa. A pesar de estar cantada en franc¨¦s triunf¨® en pr¨¢cticamente todo el mundo y la monja, que se llamaba realmente Jeanne-Paule Marie Deckers, coron¨® la lista de Billboard en Estados Unidos y acudi¨® programas como el Show de Ed Sullivan.

Pero, como si de una estrella del pop laica se tratara, la gesti¨®n por parte de su convento y su discogr¨¢fica de su ¨¦xito (se quedaban con todo lo que ganaba con sus discos y sus giras), hizo que la sonriente novicia perdiera su vocaci¨®n. Abandon¨® la orden unos a?os despu¨¦s e hizo una cosa todav¨ªa m¨¢s rompedora por aquel entonces: inici¨® una relaci¨®n sentimental con otra mujer.

La ya ex monja sigui¨® cantando, pero canciones en las que alababa la p¨ªldora anticonceptiva o condenada los abusos de la Iglesia, y fund¨® un refugio para ni?os discapacitados. En una situaci¨®n pr¨¢cticamente kafkiana, en los a?os 80 la hacienda belga le requiri¨® el dinero que, supuestamente, no hab¨ªa pagado al ganar aquella fortuna con Dominique. Acosada por las deudas y sumida en una depresi¨®n se suicid¨® a mediados de los 80 con su pareja. Una historia tan tr¨¢gica que no nos sorprende que Dominique fuera una de las canciones que m¨¢s se escucharon en una de las temporadas de American Horror Story.

Sor In¨¦s, la monja del dance

A pesar del mal fario que podr¨ªa producir cantar Dominique, el tema sigui¨® siendo interpretado por muchas cantantes y tuvo sus versiones en ingl¨¦s y en espa?ol. Una de sus m¨¢s celebres int¨¦rpretes fue, precisamente, otra monja: Sor In¨¦s. Aunque en Espa?a apenas o¨ªmos hablar de ella, en el M¨¦xico de mediados de los 90 su incursi¨®n en la m¨²sica fue un fen¨®meno curioso y se hizo conocida con el tema Un rayo de sol. Suponemos que con ese rayo de sol se referir¨ªa a la iluminaci¨®n que cualquier monja tiene al darse cuenta que debe entregar su vida a la Iglesia. Nosotros, no entendemos esa revelaci¨®n por mucho que ella nos lo explique, pero lo que s¨ª entendemos es el ritmo de su canci¨®n. Porque Sor In¨¦s fue seguramente la primera monja en hacer m¨²sica electr¨®nica. Su tema, que bien podr¨ªa ser de Aqua o los Vengaboys, es, si nos libramos de prejuicios, realmente pegadizo y su v¨ªdeo? tan camp que s¨®lo puede gustarnos. De hecho nos encanta. Sin iron¨ªa alguna.

Sobre Sor In¨¦s se dijo que no era monja y que era una actriz contratada por su discogr¨¢fica, pero cuando comenz¨® una gira por televisiones de latinoam¨¦rica, siempre en riguroso playback, desvel¨® que s¨ª que lo era y que se dedicaba a ser profesora en un Instituto de las hijas de Maria Auxiliadora de Monterrey. Su ¨¦xito se qued¨® en su ¨²nico single, fue una One Hit Wonder en toda regla, y aunque fue invitada a participar en el Festival de Vi?a del Mar decidi¨® volver a su congregaci¨®n.

Si Sor In¨¦s fue un peque?o fen¨®meno en los 90 en Am¨¦rica latina, Sor Cristina lo fue de manera semejante hace pocos a?os en Italia. Esta monja se hizo famosa por participar en?La Voz Italia en 2014 y su audici¨®n a ciegas, en la que cant¨® No one de Alicia Keys, tuvo en pocos d¨ªas m¨¢s de 30 millones de visitas en Youtube y trascendi¨® a todo el mundo. Hoy en d¨ªa acumula m¨¢s de 80 millones. Los cuatro coaches se dieron la vuelta y, aunque entre ellos estaba la mism¨ªsima Rafaella Carra, la monja se fue al equipo de J-Ax, que es algo as¨ª como aqu¨ª irte con Melendi. Durante el programa, Suor Cristina Scuccia (as¨ª es en italiano) siempre fue la favorita y hasta cant¨® con estrellas como Ricky Martin y Kylie Minogue... Exacto, Kylie Minogue ha cantado con una monja. Y bajo la atenta mirada de Raffaella Carr¨¢. El mundo puede ser un lugar maravilloso.

Despu¨¦s de ganar el programa, Sor Cristina vivi¨® cierto ¨¦xito y demostr¨® ser m¨¢s fan de Madonna que de Kylie. Sac¨® un disco con una versi¨®n de Like a Virgin y grab¨® el videoclip tambi¨¦n en Venecia, como el original, pero sin retozar como una gata en celo en una g¨®ndola, claro.

Las Spice Girls monjiles

Sin embargo, las verdaderas Spice Girls beatas es un grupo creado en Per¨², Siervas, formado por 12 religiosas procedentes de Argentina, China, Filipinas, Chile, Venezuela, Ecuador, Per¨² y Jap¨®n. Aunque su nombre, Siervas, bien podr¨ªa ser el de un grupo de rock g¨®tico, en realidad se debe al de su orden, Las Siervas del Plan de Dios. Este supergrupo internacional de monjas ya ha editado un disco, Ansias que Queman (otro t¨ªtulo que funcionar¨ªa perfectamente en un grupo hardcore), y su primer single viene a ser una especie de mezcla entre El Sue?o de Morfeo, la Oreja de Van Gogh y todo tipo de radiof¨®rmula.