Con la puerta cerrada y m¨¢s expuestos que nunca
Si Europa actuara unida, B¨¦lgica habr¨ªa estado mucho mejor defendida ante los atentados
Los atentados de Bruselas ponen de manifiesto la contradicci¨®n que se produce en Europa entre la nacionalizaci¨®n de las pol¨ªticas y la patente ineficacia de esa nacionalizaci¨®n. Se vio con motivo de la crisis de los refugiados, que pudo ser considerada una cat¨¢strofe humana y resuelta a trav¨¦s de la Cl¨¢usula de Solidaridad, prevista en los tratados europeos, pero que fue boicoteada por los estados miembros que se negaron a aceptar cuotas. El resultado ha sido el vergonzoso acuerdo con Turqu¨ªa sobre deportaciones, que rechazan las agencias especializadas de la ONU, y que har¨¢ m¨¢s da?o a la Uni¨®n Europea que cualquier otra opci¨®n. Se ve con la respuesta a los atentados terroristas considerados como ataques externos (como hizo el gobierno franc¨¦s a ra¨ªz de lo ocurrido en Par¨ªs), porque la apelaci¨®n a la Cl¨¢usula de Asistencia Mutua no se traduce en medidas europeas, sino en apoyos puntuales, que no han sido capaces de evitar los atentados de Bruselas.
?Por qu¨¦ no es posible actuar de manera conjunta, mucho m¨¢s eficaz? Porque la idea de los Estados nacionales como garantes de la seguridad de sus ciudadanos tiene una ra¨ªces muy profundas. Y porque aquellos pol¨ªticos que quieren renacionalizar sus pol¨ªticas o que temen que se les retrate como dirigentes d¨¦biles, convierten la seguridad f¨ªsica de sus ciudadanos en su primera se?a de identidad. El resultado desde el punto de vista de los intereses de sus ciudadanos es claramente peor. No son sus vidas las que est¨¢n m¨¢s seguras, sino la escenograf¨ªa y el discurso ¨¦pico de esos dirigentes los que quedan a salvo.
Los asesinos de Par¨ªs, como los de Bruselas, son locales y en su mayor parte conocidos. No son comandos enviados desde el exterior, aunque s¨ª hayan podido recibir instrucci¨®n militar o ideol¨®gica en otros pa¨ªses. No tienen nada que ver con la inmigraci¨®n ni con los refugiados ni con el lenguaje ¨¦pico de las fronteras seguras y los estados nacionales. Los asesinos de Par¨ªs y los de Bruselas, como los de Londres o Madrid, ser¨ªan m¨¢s f¨¢cilmente detectables y controlables con servicios de informaci¨®n especializados que se muevan por Europa con la misma facilidad con la que se mueven ellos. Con una red realmente europea, no in¨²tilmente nacional, que sea capaz de adelantarse a sus acciones. Con pol¨ªticas europeas capaces de actuar sobre los barrios deprimidos de minor¨ªas musulmanas, en Francia, Gran Breta?a, B¨¦lgica o Espa?a, donde se produce la radicalizaci¨®n islamista de esos hombres y mujeres.
Lamentablemente, lo que est¨¢ ocurriendo es todo lo contrario. Crece el nacionalismo por todas partes y florece la idea de que mi pa¨ªs ser¨¢ m¨¢s seguro si lo controlan ¡°los m¨ªos¡±. Los defensores de la salida de Gran Breta?a de la Uni¨®n Europea utilizan ese argumento continuamente y lo mismo se oye en Centroeuropa. Colaboraremos, por supuesto, intercambiaremos informaci¨®n, pero cada uno en su casa, con la puerta cerrada.
El fracaso de Europa a la hora de afrontar la crisis de los refugiados tiene que ver con esa inseguridad creciente, no porque los inmigrantes o refugiados jueguen un papel en ese escenario, que no lo hacen, sino porque ha sido la demostraci¨®n de que Europa es cada d¨ªa m¨¢s incapaz de actuar unida. Ese es el verdadero peligro. Como explican en su comunicado, los autores de los atentados de Bruselas no atacaron a Europa sino a B¨¦lgica, un pa¨ªs que participa en la coalici¨®n contra el ISIS y cuyos aviones act¨²an sobre el terreno. Pero si Europa actuara unida, B¨¦lgica estar¨ªa mucho mejor defendida. As¨ª no. As¨ª todos estaremos en casa, con la puerta cerrada y m¨¢s expuestos que nunca.
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