Europa
El etnoeurope¨ªsmo como doctrina parec¨ªa que hab¨ªa desaparecido, pero se ve que era solo un barniz
?Qui¨¦n dijo que Europa es propiedad de los europeos? ?Acaso no somos los europeos descendientes de gentes llegadas de Asia y de ?frica (de Egipto, de Persia, de Turqu¨ªa, de las estepas rusas de los Urales¡), incluso de Am¨¦rica y de Ocean¨ªa, en ¨¦pocas m¨¢s recientes? ?Alguien puede creer que un continente tiene due?os como los latifundios? Y, sobre todo, ?qui¨¦n dice que, de tenerlos, somos los que lo habitamos y no los que llegan de fuera como en su d¨ªa llegaron a Europa muchos de nuestros antepasados, o a Am¨¦rica los europeos, a ra¨ªz de su descubrimiento?
Que a estas alturas de la civilizaci¨®n se pretenda parcelar el mundo como si fuera una finca r¨²stica demuestra hasta qu¨¦ punto la humanidad ha avanzado poco en su camino hacia la racionalidad. Y a¨²n menos hacia el universalismo, que solo se ha conseguido en el terreno econ¨®mico y no en todo el planeta, merced al colonialismo, antes, y, ahora, a la globalizaci¨®n. Pero la globalizaci¨®n solo sirve, por lo que se ve, para comprar y vender mercanc¨ªas, da igual que sean alimenticias o armas. Y, adem¨¢s, funciona solo en una direcci¨®n: desde los pa¨ªses ricos hacia los pobres, sin tener efecto de retorno. El ¨²nico efecto de retorno es la inmigraci¨®n, y nos negamos a recibirla porque nos crea problemas. ?Qu¨¦ cre¨ªamos, que les ¨ªbamos a exportar las guerras sin que sus consecuencias nos salpicaran a corto o a medio plazo?
El etnoeurope¨ªsmo como doctrina parec¨ªa que hab¨ªa desaparecido de Europa, pero se ve que era solo un barniz, una capa de pintura que no ha tardado en resquebrajarse en cuanto las tensiones de fuera y de dentro han empezado a aflorar. La tan cacareada solidaridad internacional de los europeos val¨ªa solo para cuando se ejerc¨ªa en el exterior, y en peque?a medida, no fastidiemos, y la interna, mientras los problemas gordos no se produjeron. Y el de los refugiados que hoy rodean nuestras fronteras pidiendo paso y asilo es el m¨¢s gordo de nuestra historia desde la II Guerra Mundial. Que la soluci¨®n est¨¦ tardando tanto en llegar y que su consecuci¨®n est¨¦ poniendo en cuesti¨®n la propia esencia de Europa es algo que demuestra la gravedad del problema, por m¨¢s que algunos pol¨ªticos, como Mariano Rajoy, hagan como que no se enteran. Aunque, en el caso de este, puede que no se entere en verdad, convencido tal vez de que lo que dec¨ªa la Enciclopedia escolar que ambos estudiamos por los a?os sesenta del pasado siglo estaba en lo cierto: ¡°Espa?a es un pa¨ªs elegido por Dios. Por eso est¨¢ en el centro del mundo. Y por eso todos los extranjeros quieren venir a vivir a Espa?a, porque no hace ni fr¨ªo ni calor¡±.
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