?No m¨¢s democracias?

?Cab¨ªa esperar que se establecieran bastantes nuevas democracias en los ¨²ltimos 10 a?os, de acuerdo con el postulado de que las dictaduras son m¨¢s vulnerables que las democracias a las crisis econ¨®micas. La predicci¨®n hipot¨¦tica, sin embargo, no se ha confirmado. Algunos observadores, como Freedom House o el Journal of Democracy, apuntan a una ¡°reversi¨®n¡± de la tendencia hacia m¨¢s libertad en el mundo que empez¨® en la d¨¦cada de 1970. La decepci¨®n de la primavera ¨¢rabe ha hecho impacto. Entre los otros casos importantes pendientes de democratizaci¨®n contin¨²an estando Rusia y China.

Pero lo cierto es que la vulnerabilidad de estos y otros reg¨ªmenes no democr¨¢ticos a las crisis econ¨®micas a¨²n no se ha podido comprobar. Hasta ahora, la Gran Recesi¨®n ha afectado sobre todo a pa¨ªses democr¨¢ticos, particularmente en Europa. Y el postulado complementario de que las democracias maduras son resistentes a las crisis econ¨®micas se ha confirmado plenamente. Han aumentado las quejas por la p¨¦rdida de soberan¨ªa estatal y la impotencia gubernamental. Como era previsible, aunque la mayor¨ªa de los Gobiernos democr¨¢ticos han perdido elecciones, los sistemas democr¨¢ticos se han mantenido en pie.

Cabe desarrollar una perspectiva m¨¢s optimista si aceptamos una clasificaci¨®n tricot¨®mica de los tipos de r¨¦gimen pol¨ªtico que incluye una categor¨ªa intermedia entre la democracia y la autocracia, a la que se suele llamar anocracia, r¨¦gimen h¨ªbrido o parcialmente libre en la literatura acad¨¦mica. Estos reg¨ªmenes celebran elecciones regulares, pero con sufragio limitado, restricciones a los derechos civiles o pol¨ªticos o escasa responsabilidad del Gobierno.

La mayor¨ªa de los pa¨ªses con un r¨¦gimen anocr¨¢tico duradero se han acabado transformando en democracias

Ha habido anocracias no solo durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, como sospechan algunos acad¨¦micos con poca visi¨®n hist¨®rica, sino que fueron abundantes durante los siglos XIX y XX. Este fue el tipo de arreglo institucional que adoptaron una serie de monarqu¨ªas constitucionales en Europa, como Reino Unido a mediados del siglo XIX o Alemania, Espa?a y Suecia en torno al cambio de siglo, as¨ª como algunas rep¨²blicas presidenciales en Am¨¦rica Latina, como Chile y Colombia antes de la d¨¦cada de 1960 o M¨¦xico en las d¨¦cadas de 1980 y 1990. Las anocracias no siempre configuran una situaci¨®n transitoria, sino que son la forma de reg¨ªmenes relativamente duraderos.

Casi tres cuartas partes de los pa¨ªses del mundo han tenido reg¨ªmenes anocr¨¢ticos o intermedios, los cuales han durado alrededor de dos generaciones como media. La mayor¨ªa de los reg¨ªmenes anocr¨¢ticos se han establecido como resultado de la liberalizaci¨®n de autocracias o de la dominaci¨®n colonial, lo cual ha implicado un aumento relativo del grado de libertad en el mundo.

Adem¨¢s, como lo ilustran los casos mencionados, la mayor¨ªa de los pa¨ªses con un r¨¦gimen anocr¨¢tico duradero se han acabado transformando en democracias. De hecho, los intentos de democratizaci¨®n han sido aproximadamente igual de exitosos cuando se han intentado a partir de autocracias que cuando se han establecido a partir de reg¨ªmenes anocr¨¢ticos. Casi la mitad de las actuales democracias en el mundo se establecieron no mediante transiciones cortas y directas, como en Espa?a, sino mediante procesos relativamente largos de evoluci¨®n, apertura y reformas de ese tipo de r¨¦gimen intermedio, comparables con el que se sigui¨®, por ejemplo, en M¨¦xico.

En la actualidad hay unas 50 anocracias en el mundo, entre ellas Armenia, Marruecos, Jordania, Egipto, Turqu¨ªa, Camboya, Pakist¨¢n, Tailandia, Malasia y, seg¨²n algunas evaluaciones, tambi¨¦n Rusia, as¨ª como otros pa¨ªses de ?frica y Asia. Los reg¨ªmenes anocr¨¢ticos existentes han durado, hasta el momento, cerca de 20 a?os como media, lo cual es menos que los del pasado. Esto puede sugerir que todav¨ªa pueden durar un poco, pero tambi¨¦n que podr¨ªan experimentar otros procesos de apertura a la democracia en futuros no muy lejanos (tal vez una generaci¨®n m¨¢s), al igual que muchos de sus predecesores. Si se confirman las malas perspectivas para la econom¨ªa mundial (incluyendo a Rusia y China), las guerras civiles en el Oriente Medio se acaban por agotamiento y, como consecuencia, los reg¨ªmenes no democr¨¢ticos dejan de ser capaces de proveer seguridad o prosperidad a sus s¨²bditos, los espacios de libertad pol¨ªtica en el mundo deber¨ªan acabar ampli¨¢ndose.

Josep M. Colomer es Profesor de Econom¨ªa pol¨ªtica en la Universidad de Georgetown; autor, con David Banerjea y Fernando de Mello, del estudio ¡®To Democracy Through Anocracy¡¯ (Democracy & Society, 3/2016).