17 fotosEl ecosistema de Chern¨®bil 30 a?os despu¨¦sM¨¢s de 100.000 personas tuvieron que abandonar la zona de forma permanente, siendo los ¨²nicos ocupantes la fauna nativa en una zona de exclusi¨®n m¨¢s o menos del tama?o de Luxemburgo 16 abr 2016 - 17:43CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUn ¨¢guila de cola blanca junto al cad¨¢ver de un lobo en el pueblo abandonado de Dronki (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un lobo mira a la c¨¢mara en el localidad fantasma de Orevichi (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un ¨¢guila de cola blanca en el techo de una escuela deshabitada en Tulgovichi (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Una pareja de alces en un bosque de Dronki (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un escribano cerillo entre los restos de una casa en Orevichi (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un gato camina por la ciudad fantasma de Pr¨ªpiat (Ucrania) cercana a la planta nuclear de Chern¨®bil.GLEB GARANICH (REUTERS)Una urraca vuela sobre una valla de alambre de p¨²as en Babchin (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un zorro camina por un campo cerca del pueblo abandonado de Babchin (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Una nutria nada en un r¨ªo en las proximidades del pueblo bielorruso Pogonnoe.VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un b¨²ho alza el vuelo desde una chimenea en Kazhushi (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Cazadores arrastran dos lobos muertos cerca del pueblo de Khrapkov (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Una manada de bisontes en las proximidades de Dronki (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un lobo cruza un camino de un bosque en Dronki (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un ¨¢guila real se aproxima a los restos de un alce en Babchin (Bielorrusia).VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Una cig¨¹e?a negra vuela cerca del pueblo bielorruso abandonado de Dronki.VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un p¨¢jaro carpintero se asoma por el hueco de un ¨¢rbol en las proximidades de la central nuclear de Chern¨®bil.VASILY FEDOSENKO (REUTERS)Un perro abandonado camina en la ciudad fantasma de Pr¨ªpiat (Ucrania).GLEB GARANICH (REUTERS)