As¨ª se come como un buen gitano

Hoy viernes 8 de abril se conmemora D¨ªa Internacional del Pueblo Gitano en todo el mundo. Habr¨¢ actos conmemorativos que este a?o girar¨¢n en torno a la exigencia de "un trato digno" en los medios de comunicaci¨®n. Adem¨¢s el Instituto de Cultura Gitana concede los Premios de Cultura Gitana que ellos mismos consideran como "una oportunidad para hacer m¨¢s visible la causa gitana y la diversidad de este pueblo". En Madrid, tendr¨¢ lugar a mediod¨ªa la genuina Ceremonia del R¨ªo en la que los gitanos y las gitanas se re¨²nen en los m¨¢rgenes de los r¨ªos para lanzar p¨¦talos de rosa al agua y as¨ª conmemorar el ¨¦xodo que han vivido ¨Cy algunos siguen viviendo¨C.

La evoluci¨®n del pueblo gitano a ojos de la sociedad

Hace un par de d¨¦cadas, hablar acerca de un gitano era hablar de delincuencia, era contar un chiste racista, era cruzar la calle por si acaso. En cambio, hablar ahora del pueblo cal¨¦ es hablar de la Rebe de Plasencia, que ya es Miss Gitana; hablar del prestamista de Mallorca que juega a ser boxeador o hablar de los recauchutados Chunguitos, que ya no saben qu¨¦ inventar para hacerle sombra a Bert¨ªn Osborne. Hemos pasado de la discriminaci¨®n a la caricaturizaci¨®n. Y es que no tenemos ni pajolera idea del mundo gitano. Hoy se celebra el D¨ªa Internacional del Pueblo Gitano, y el mejor homenaje que podemos hacer comienza en nuestros est¨®magos: conociendo su gastronom¨ªa.

La cocina gitana puede decirse que es casi otra de las muchas lenguas que hablan. Los gitanos llegaron a Espa?a en el siglo XV y, aunque parezca mentira, su gastronom¨ªa ha variado bastante poco. Y no es cuesti¨®n de innovaci¨®n; los gitanos siempre han sido n¨®madas y sus secretos culinarios se transmit¨ªan de boca en boca como parte de la herencia cultural, de generaci¨®n en generaci¨®n. Siempre han sido muy amantes de la cuchara, de ah¨ª que sus potajes y sus pucheros sean capaces de resucitar a los muertos. Adem¨¢s, la cocina gitana siempre se ha basado en los ingredientes m¨¢s esenciales, porque se cocina lo que se tiene; cocina low cost con sustancia a tope.

El ritual gastron¨®mico de sentarse a la mesa

Que comer es un ritual para los amantes de la buena mesa es un hecho; pero los gitanos convierten del comer todo un homenaje al hogar. Cuando un gitano cocina para los suyos, siempre cocina para m¨¢s, porque nunca se sabe qui¨¦n m¨¢s puede venir a comer. Y ya no es una cuesti¨®n de hospitalidad, sino m¨¢s bien de sentido de la comunidad y la familia. La cuchara suele ser la estrella, pues a los gitanos les gusta mucho comer estofados, verduras y cereales con mucho colorido y mucho rock & roll en forma de picante. Bien conocidos son sus andrajos (no s¨®lo se conocen los de ?beda) y sus zarangollos, un plato t¨ªpico murciano que tambi¨¦n tiene su versi¨®n gitana. En nochebuena, es t¨ªpico el potaje de garbanzos, ideal para entrar en calor. Si se corona con un caf¨¦ gitano, ya eres de la familia. Bueno, y si no has probado un arroz con bacalao y habichuelas gitano, no eres nadie. Repito: no eres nadie.

La gastronom¨ªa gitana comienza a abrirse paso en el a veces s¨®rdido mundo de la restauraci¨®n de nuestro pa¨ªs. Es muy curioso que todos nos hagamos abanderados de la cocina tradicional y no tengamos en cuenta una cocina tan de siempre como la gitana. Claro que siempre tenemos oportunidad de hacer turisteo por Andaluc¨ªa y descubrir rincones gitanos tan sublimes como Casa Manteca en C¨¢diz, Gitaner¨ªas en la ciudad de Jerez de la Frontera, El 1 de San Rom¨¢n o El Volapi¨¦, en Sevilla.

El que diga que no ha sentido hambre asesina ¨Co envidia nivel Alexis Carrington en un guardarropa) cuando ve comer a una familia gitana en la playa o en el campo, miente descaradamente. Mientras intentas tragar los trozos de bocadillo de tortilla francesa que te hiciste esa misma ma?ana con pan del chino, observas delante de ti todo un fest¨ªn de ensaladillas, gazpachos, calderetas humeantes (calentadas a saber donde), arroces caldosos, embutidos y monta?as de pan para mojar todo eso. Empiezas a sentirte peque?o e insignificante; descubres en ese momento que la palabra gourmet se la invent¨® el gitano m¨¢s grande del mundo mientras te pones las gafas de sol y as¨ª camuflar tu cara de flipado.

Que si, que t¨² eres muy hipster y te has tra¨ªdo una nevera port¨¢til repleta de botellas de la ¨²ltima marca de cerveza artesana de moda mientras truena en tus auriculares el ruido de un grupo musical cuyo nombre eres incapaz de pronunciar. Pero tu tortilla sabe a permanganato de potasio, y lo sabes. Claro que, con lo que a m¨ª me gusta comer, igual soy gitano y a¨²n no lo he descubierto. Sinceramente, me encantar¨ªa.