Prestigio

Francisco Granados, que ayer declar¨® desde la c¨¢rcel que estaba as¨ª por ser del PP, como todos, fue durante un tiempo en el Gobierno Aguirre el hombre amable y dispuesto. Siempre hay uno as¨ª, a veces tambi¨¦n en la vida. Mabel Galaz y Luis G¨®mez contaron en este peri¨®dico que tal era la proyecci¨®n benigna de Granados que en una ocasi¨®n Esperanza Aguirre lo encerr¨® con Ignacio Gonz¨¢lez en un despacho y ensay¨® con ellos una importante reuni¨®n que ten¨ªa con Rajoy; Granados hac¨ªa de Rajoy bueno, Gonz¨¢lez de Rajoy malo. C¨®mo los distingui¨® Aguirre no se supo nunca.

Esa estructura simp¨¢tica que era en su momento el PP madrile?o se empez¨® a derrumbar cuando Aguirre se fue quedando sin gente que le hiciese de Rajoy malo y Rajoy bueno, y tuvo que reunirse con ¨¦l a pelo. Cay¨® aquello, ante la justicia, entre noticias bizarras como la aparici¨®n de 900.000 euros en el altillo del suegro de Granados justificados en un primer momento, con las prisas, de un modo particularmente l¨²cido: ¡°Habr¨¢ sido un ladr¨®n¡±. Con citas como la de Granados a Marjaliza, donde le dice muy serio que ¡°ya sabes la poca importancia que le he dado yo siempre al dinero¡±.

Por eso Granados, que alcanz¨® la fama presidiendo una comisi¨®n de investigaci¨®n (la del tamayazo, implacable), terminase diciendo que ¨¦l cree que le est¨¢ pasando lo que le est¨¢ pasando por ser del PP. Recuerda a Vargas Llosa cuando, al comienzo de su relaci¨®n con Isabel Preysler, cre¨ªa que todo el foll¨®n era por ¨¦l.

El ensayo victimista general es una de las construcciones ficticias menos eficaces de la corrupci¨®n. Consiste en hacerse pasar por tonto como Garc¨ªa Revenga, por trastornada mental como dijo Alfonso Grau de su mujer ayer mismo, por no enterada como Rita Barber¨¢ de lo que hac¨ªa su partido a sus espaldas. O directamente por pepero, como Francisco Granados, que ha olvidado el plus que supon¨ªa el carn¨¦ cuando su compa?ero Baltar, al tromb¨®n, cantaba en las fiestas de los pueblos de Ourense ¡°si no eres del pep¨¦, jodet¨¦, jodet¨¦¡±. De lo que se trata es de hacerse aparecer ante la justicia como oscuros objetivos de una campa?a que no se acierta a saber cu¨¢l es.

Se ha entendido que el desconcierto y la ignorancia son prestigiosos si uno es acusado de un delito. Como la incompetencia, tener pocas luces y hacerse aparecer como una suerte de chivo expiatorio de los dem¨¢s. T¨ªos como Cotino, por resumir, acusados de postrarse ante el Papa mientras ganaban dinero con la G¨¹rtel haci¨¦ndole trampas a Dios.