John Lydon: "Los Sex Pistols siempre fuimos muy positivos"
El exl¨ªder de los Sex Pistols ped¨ªa anarqu¨ªa y, ahora, con su nuevo grupo, Public Image Limited (PIL), sigue escupiendo bilis pero reniega del nihilismo
Entrevista interrumpida, de la manera m¨¢s abrupta posible. El primer d¨ªa que llamamos a John Lydon para charlar sobre su inminente gira espa?ola nos cuelga el tel¨¦fono a los siete minutos. ?Motivo? La osad¨ªa de preguntar dos veces por Jeremy Corbyn, veterano l¨ªder del Partido Laborista, que ha dado un giro de ciento ochenta grados desde las pol¨ªticas neothatcheristas de Tony Blair. "No simpatizo con figuras autoritarias, ni de izquierdas, ni de derechas", proclama tajante, asumiendo un discurso en sinton¨ªa con Albert Rivera. Lydon corta la conversaci¨®n enfurecido y pide que no volvamos a llamar. Por suerte, su promotora espa?ola consigue una segunda charla, esta vez m¨¢s relajada, donde despliega todo su encanto.
El l¨ªder de los Sex Pistols vuelve con Public Image Limited (PiL), grupo clave del post-punk. Su nuevo ¨¢lbum, What the world needs now (2015), es otra descarga de ritmos ¨¢speros y rimas c¨¢usticas. Sus respuestas, en cambio, est¨¢n llenas de amor por la clase trabajadora. "Despu¨¦s de muchos a?os, me he dado cuenta de que la m¨²sica es mejor cuanto m¨¢s amigos somos en el grupo. A lo largo de las d¨¦cadas, he ido comprendiendo los beneficios de sonre¨ªr. He descubierto el maravilloso mundo de la amistad. Todos sabemos que est¨¢ de moda tener una actitud c¨ªnica, que a menudo se confunde con la lucidez. No es mi caso. Me gusta la raza humana, especialmente las clases populares, y en este disco celebro su existencia". ?De d¨®nde surge tanto buen rollo? "En rea- lidad, todo mi trabajo son sonrisas y esperanza, desde que tuve meningitis a los siete a?os, una enfermedad que casi acaba con- migo. A partir de ese punto, me dediqu¨¦ a celebrar la vida, aunque no las instituciones, religiones o pol¨ªticos", matiza.
La enfermedad infantil que casi le cuesta la vida se relata con detalle en La ira es energ¨ªa(Malpaso, 2015), su ¨²ltimo libro, don- de se muestra como un firme partidario de la familia. Puede sonar algo extra?o, viniendo de alguien que se hizo famoso berreando lemas como "yo soy un anarquista / yo soy un anticristo". ?C¨®mo se lo explicar¨ªa a sus seguidores m¨¢s radicales? "Me importa tres cojones lo que digan los anarquistas. Son idiotas o payasos. A m¨ª me gusta la gente que cuida y comparte. Mi familia hizo eso, a pesar de que yo les rechac¨¦ durante casi cuatro a?os, cuando era joven. ?C¨®mo podr¨ªa no quererles? Es maravilloso lo que hicieron por m¨ª. Si no tienes amigos, familia o cualquier otro tipo de lealtad, tu vida es un gran cero. Quien crea que el punk trata sobre odio y nihilismo, est¨¢ muy equivocado. Eso es un pensamiento t¨ªpico de lo que yo llamo 'periodistas tontos del culo'. Ellos propagaron ese malentendido. La mayor¨ªa est¨¢n llenos de resentimiento por su falta de ¨¦xito econ¨®mico. El punk siempre fue positivo. No puedo hablar por todos los grupos, pero s¨ª por los Sex Pistols", afirma.
En su nuevo lote de canciones se incluye Double trouble, una tensa letan¨ªa sobre solucionar aver¨ªas dom¨¦sticas. "Mi mujer dice que es la mejor canci¨®n que he escrito nunca. Nos hace re¨ªr. Trata sobre c¨®mo evitar que cada problema de la casa se convierta en una guerra o un divorcio. El truco es re¨ªrse de las ridiculeces que se te ocurren para arreglarlo. Mucha gente se pierde el sentido del humor en mis canciones porque carecen de sentido del humor. Creo que es la mejor herramienta para descubrir el sentido de la vida. Cuando te tomas demasiado en serio, tienes todas las papeletas para sufrir. Es una ruta peligrosa para ti y para quienes te rodean", advierte. Aprovecho para preguntar sobre sus c¨®micos preferidos. "Ninguno. Por lo menos, ninguno de los famosos. Prefiero el humor de la gente corriente. No me gustan los chistes aprendidos, sino los espont¨¢neos. Creo que la mayor¨ªa de los humoristas profesionales son gente depresiva en la vida real, por eso necesitan guiones para hacer re¨ªr. Los c¨®micos son la gente m¨¢s triste del planeta", apunta.
Hace poco que Lydon obtuvo la ciudadan¨ªa estadounidense. ?Dir¨ªa que es una sociedad m¨¢s clasista o menos que la brit¨¢nica? "No estoy seguro. No fui capaz de predecir la pel¨ªcula de horror que est¨¢ protagonizando Donald Trump. El hombre est¨¢ lleno de odio, parece encerrar todos los defectos de la humanidad en una sola persona. Carece por completo de sentido del humor. Es retorcido y amargado, pero el verdadero problema es que es el t¨ªpico hombre blanco y viejo que lo quiere todo para ¨¦l. Parece que le hubieran extirpado la generosidad. Creo que si Donald quiere construir un muro, no deber¨ªa hacerlo en la frontera con M¨¦xico, sino alrededor de s¨ª mismo. Estoy seguro que M¨¦xico pagar¨ªa la factura", apunta, para luego re¨ªr su propia gracia (que bien lo merece).
Hace pocas semanas, cuando muri¨® David Bowie, el primer ministro David Cameron reuni¨® a los medios brit¨¢nicos para explicar lo importante que es para ¨¦l la m¨²sica del camale¨®n pop. ?Le molestar¨ªa que pasase lo mismo cuando Lydon falleciese? "Claro, pero no puedo hacer nada al respecto. La ¨²nica posibilidad ser¨ªa eliminarle ahora. No creo que nadie se tome en serio a Cameron. Solo es un hombre de negocios beligerante. Los hombres blancos y ricos, con pelo blanco o casi, son quienes est¨¢n destruyendo el mundo. Siempre lo han hecho y siguen haci¨¦ndolo. Es incre¨ªble la cantidad de odio que acumula la gente rica. Y la cantidad de odio que puede generar en nosotros". ?Qu¨¦ podemos hacer con ese odio que resulte productivo? "Quitarles el dinero que tienen, ya que nos lo han robado. Personalmente, les freir¨ªa a impuestos".
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