Garc¨ªa Lorca y el BOE

Recientemente hemos sabido que el Gobierno no hab¨ªa suprimido, dentro del programa de recortes de gastos, la secretar¨ªa de Estado de Cultura. Para sacarnos de nuestro error ha sido necesaria la declaraci¨®n de legado de Garc¨ªa Lorca como Bien de Inter¨¦s Cultural por parte de Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, titular del departamento.

Imbuido probablemente, por la conmemoraci¨®n del cuarto centenario de Cervantes ¡ªpor otra parte, bastante ignorado por los estamentos gubernamentales¡ª dicho funcionario sali¨® a prevenirnos y defendernos de oscuros intereses que amenazaban el patrimonio del poeta.

Cumplida tan alta misi¨®n, hemos aprendido otras ense?anzas no menores. Sabemos con certeza que existe un departamento ministerial, con el segundo m¨¢s alto rango de los ¨®rganos del ejecutivo, cuya misi¨®n es velar por la promoci¨®n cultural, conservaci¨®n del patrimonio y tantas otras funciones que adornan las competencias del se?or Lassalle. En contra de los que algunos mal pensados elucubran, los dirigentes encargados de estas ¨¢reas en el PP no son se?ores que al encarar un problema tiran del fondo de armario, se ci?en los correajes y empiezan a dar ¨®rdenes.

La declaraci¨®n de BIC de Garc¨ªa Lorca a espaldas de la Fundaci¨®n y de la familia es un desagradable malentendido que se tratar¨¢ de subsanar a la mayor brevedad posible. El celo y la clandestinidad empleados por los pol¨ªticos para consumar esta declaraci¨®n trataba de sentar las bases para acabar con un sainete de mal gusto y excesivamente largo, en el que las administraciones no han logrado un acuerdo m¨ªnimo para lograr que funcione dignamente un centro que sirva para el estudio y difusi¨®n de la obra del poeta.

Lo sucedido hasta ahora en los casi quince a?os del proyecto admite sin embargo otras interpretaciones. La falta de entusiasmo oficial para culminar el prop¨®sito de la familia y la Fundaci¨®n de engrandecer el patrimonio universal de Lorca ha sido una constante, probablemente porque su figura genera aun mucha intolerancia. Tratar de arreglar los problemas y hacer que funcione una iniciativa cultural se ha debido a un n¨²mero importante de razones y a no pocos comportamientos desleales de los representantes de alguna de las instituciones.

Es falso que la familia y la Fundaci¨®n hayan tratado de vender el legado al extranjero; probablemente lo que averg¨¹ence a las autoridades es que existe m¨¢s sensibilidad en algunas instituciones p¨²blicas y privadas norteamericanas hacia el poeta y su legado que en ciertos estamentos de nuestro pa¨ªs. En ocasiones es dif¨ªcil de explicar en foros internacionales las posturas oficiales sobre este asunto y la dejadez a que se han sometido.

Existe m¨¢s sensibilidad en algunas instituciones norteamericanas hacia el poeta y su legado que en ciertos estamentos de nuestro pa¨ªs

La iniciativa y la gran mayor¨ªa de las gestiones para buscar fondos europeos se deben a la incansable e incomprendida labor de Laura Garc¨ªa Lorca, directora y alma de la Fundaci¨®n, que nunca se embarc¨® en un proyecto as¨ª para buscarse un cargo y un sueldo, como alg¨²n maledicente concejal ha deslizado por algunos mentideros provincianos.

La reforma unilateral de los estatutos que regulaban el funcionamiento del Centro es lo que impide a la Fundaci¨®n trasladar el legado a Granada. Ese golpe de mano desvirtu¨® el marco jur¨ªdico y proyecto cultural establecidos en los fines fundacionales que se hab¨ªan pactado para el dep¨®sito de esta propiedad de la Fundaci¨®n en este centro p¨²blico. Los d¨¦ficits incurridos, el comportamiento fraudulento de un empleado ¡ªpor cierto, nombrado gerente del Consorcio por las Administraciones¡ª y todo lo ocurrido es consecuencia de este periodo de interinidad, cuyas dificultades son f¨¢cilmente subsanables. En ese prop¨®sito ¡ªme consta¡ª trabaja la Fundaci¨®n y la actual consejera de la Junta de Andaluc¨ªa, Rosa Aguilar. Es una buena oportunidad para el nuevo Ayuntamiento que se constituir¨¢ en Granada y al que le ser¨¢ f¨¢cil entender que no se trata de apropiarse de un edificio y mezclar en ¨¦l a Lorca, los conciertos de la banda municipal y otras loables actividades culturales municipales. El centro debe ser un lugar de estudio, promoci¨®n y difusi¨®n internacional de la figura y obra de Federico y de los valores que represent¨®.

En Andaluc¨ªa se han realizado operaciones culturales m¨¢s complejas y se han aunado voluntades m¨¢s dispares, como la que el presidente Manuel Chaves consigui¨® en M¨¢laga con el museo Picasso.

Por tanto, bienvenida sea la declaraci¨®n de BIC de Lassalle. Pero para poner en valor y en uso universal el legado de Garc¨ªa Lorca hacen m¨¢s falta otras cosas que golpes de Bolet¨ªn Oficial.

Augusto Delk¨¢der es periodista y miembro del patronato de la Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca.