ANOHNI, la nueva 'mes¨ªas' de la canci¨®n protesta
Antony and the Johnsons es historia. Su alma m¨¢ter no solo ha abrazado su condici¨®n femenina y cambiado su nombre; ahora, su voz canta sobre el 'ecocidio' la injusticia. Y, todo eso, acompa?ado de electr¨®nica experimental en el nuevo disco que acaba de lanzar
El Word se empe?a en corregir la expresi¨®n "una mes¨ªas". Debe ser que Bill Gates no conoce a ANOHNI. Son las cosas del patriarcado: "Hay que darle la vuelta a todo esto. Una vez dije que no pienso perder el tiempo con el cristianismo a menos que sus seguidores comiencen a celebrar a Jes¨²s como una ni?a, o una mujer o una madre, lo que prefieras".
Desde hace a?os, Antony Hegarty (Chichester, Reino Unido, 1977) habla de s¨ª misma en femenino y se hace llamar ANOHNI, en may¨²sculas: "Es un nombre inventado y est¨¢ lleno de peque?os significados privados". Para la conversaci¨®n que mantiene desde Nueva York v¨ªa Skype con TENTACIONES, elige el avatar de un loro. Quiz¨¢ porque, al estar de promoci¨®n, le tocar¨¢ repetir las mismas ideas una y otra vez. Iron¨ªa captada. Este 6 de mayo ha lanzado? Hopelessness, un disco cercano a la electr¨®nica experimental en el que alerta contra la hipervigilancia, la pena de muerte, el cambio clim¨¢tico y los ataques con drones. Un ¨¢lbum que marca un importante giro en su trayectoria, y que presentar¨¢ por primera vez en Europa en junio como cabeza de cartel del festival S¨®nar de Barcelona. Visto el contenido de la charla, no ser¨ªa raro que los chicos de la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU, nos grabasen, as¨ª que, ?un saludo para ellos!
ANOHNI ha tenido el valor de renunciar a un nombre art¨ªstico y a una trayectoria que la llev¨® a pisar escenarios importantes a lo largo y ancho y del globo. Fajada en la escena underground de Nueva York, ha logrado convertirse en una de las artistas m¨¢s respetadas del firmamento musical. Pas¨® de montar espect¨¢culos queer en un antro del East Village neoyorquino en los noventa, a grabar con la Orquesta Nacional de C¨¢mara de Dinamarca o actuar en el Teatro Real de Madrid, en 2014. Todo ese recorrido lo realiz¨® afirm¨¢ndose ante un cuerpo cuyas caracter¨ªsticas no se correspond¨ªan con la imagen mental que ten¨ªa de s¨ª misma. En una ocasi¨®n lleg¨® a afirmar que siempre cantaba al borde del llanto. Imaginemos la cantidad de horas de soledad, baja autoestima y vulnerabilidad que tuvo que superar. Pero solo podemos imaginarlo: estamos ante un tema de conversaci¨®n vedado.
Su camino nunca ha sido f¨¢cil; pero siempre ha sido el suyo. Y ahora, tras unos a?os de silencio, ha decidido dar un nuevo golpe de tim¨®n. Atr¨¢s queda el lirismo de canciones como Hope there¡¯s someone, omnipresente en Espa?a por un anuncio de perfume y que fue el single principal de I am a bird now (2005), el ¨¢lbum por el que se dio a conocer entre los entendidos. En ¨¦l colaboraron Lou Reed, Rufus Wainwright, Devendra Banhart y su adorado Boy George. "Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa vuelva a dar un concierto con The Johnsons, pero esa denominaci¨®n no era m¨¢s que un amplio paraguas bajo el que reunir a mis colaboradores".
?ste es un disco sombr¨ªo, en el que las verdades m¨¢s amargas suenan doblemente amargas en la dulce voz de esta mujer. Las once canciones que componen Hopelessness son un pu?etazo en la boca del est¨®mago de Occidente. Pero, cuando se lo mencionamos, ANOHNI se sorprende: "Las cosas de las que hablo no son secretas ni clandestinas: est¨¢n todos los d¨ªas en los peri¨®dicos".
En virtud de las consignas que transmite, la artista se adentra definitivamente (tras alg¨²n coqueteo anterior) en el terreno de la canci¨®n protesta. Su voz se alinea as¨ª junto a las de Woody Guthrie, Joan Baez o Billy Bragg; en un campo sem¨¢ntico que hasta ahora era m¨¢s propio de la canci¨®n de autor, del DIY y el punk-rock, que del pop o la electr¨®nica. Sin embargo, no teme que este quinto ¨¢lbum sea un fracaso comercial: "Mi m¨²sica nunca ha sido comercial, as¨ª que no veo diferencia. M¨¢s bien creo que, en muchos sentidos, este disco es m¨¢s accesible (o al menos ha sido concebido para ser m¨¢s accesible), apela m¨¢s a un o¨ªdo contempor¨¢neo. La est¨¦tica de mi m¨²sica con Antony and The Johnsons era anticuada; demasiado pasiva para trasladar este tipo de contenido. Necesitaba una energ¨ªa vigorosa, emocionante y electrizante; as¨ª que ten¨ªa m¨¢s sentido trasladar el mensaje mediante un disco de electr¨®nica". Para ello se ha aliado con el m¨²sico estadounidense Oneohtrix Point Never y el productor escoc¨¦s Hudson Mohawke: dos de esos artistas del sonido que, cuando trabajan en solitario, muestran aversi¨®n hacia las estructuras tradicionales de una canci¨®n.
"Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa vuelva a dar un concierto con The Johnsons, pero esa denominaci¨®n no era m¨¢s que un amplio paraguas bajo el que reunir a mis colaboradores".
Quiz¨¢ la p¨¦rdida de referencias compositivas sea una manera de reflejar la p¨¦rdida de referencias morales. Hopelessness (que significa desesperanza) act¨²a como un espejo situado frente a un mundo pretendidamente ideal; un espejo que, sin embargo, arroja una imagen espeluznante de las democracias occidentales, las sociedades posindustriales y la deriva medioambiental (lo que ella llama "ecocidio"): "Lo importante para m¨ª era expresar la verdad de mi coraz¨®n, la urgencia que siento cuando veo c¨®mo est¨¢ hoy nuestro mundo. Tambi¨¦n quer¨ªa examinar lo que pongo de mi parte en que las cosas est¨¦n as¨ª, mi propia complicidad. Porque es f¨¢cil se?alar con el dedo a los dem¨¢s: a las grandes corporaciones, a Estados Unidos, a todas estas entidades del mal; pero tambi¨¦n tengo que mirar hacia mi responsabilidad como consumidora y contribuyente, en mi calidad de alguien que disfruta de las comodidades que proporciona el uso de combustibles f¨®siles. Tengo que contemplarlo todo y empezar a intentar identificar qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando".
Y lo que est¨¢ pasando es, por ejemplo, que dos d¨ªas antes de que se publicara el single Drone bomb me ("Dron, bombard¨¦ame"), Estados Unidos mat¨® a 150 somal¨ªes en un ataque con drones. Ni juicio previo, ni derecho a la defensa, ni nada de nada. De sospechosos, directamente, a ejecutados. En la letra de esa canci¨®n ¡ªen cuyo v¨ªdeo llora la supermodelo Naomi Campbell¡ª ANOHNI se pone en el lugar de una ni?a que quiere seguir la suerte de su familia, asesinada por el ataque de un dron: "Vu¨¦lame la cabeza / Haz explotar mis tripas de cristal / Derrama mi p¨²rpura sobre la hierba".
Otra composici¨®n del ¨¢lbum, titulada Execution, habla precisamente de la pena capital: "La ejecuci¨®n es un sue?o americano / Como el de los chinos / como el de los saud¨ªes / como el de los norcoreanos / como el de los nigerianos". Lo va a tener dif¨ªcil para llegar a las radiof¨®rmulas. No le importa: "Si alguien no quiere escuchar las canciones, no pasa nada, est¨¢ en su derecho. No soy una 'lectura obligatoria', como hab¨ªa en colegio". Por primera vez en lo que va de charla una leve risa, una bocanada de ox¨ªgeno, asoma en la boca de la artista.
ANOHNI reivindica una nueva forma de alegr¨ªa: "He hecho un disco de baile porque creo que en realidad ya estamos bailando por estas cuestiones. No puedo disfrutar de la alegr¨ªa desde un espacio de negaci¨®n. Tengo que agarrar la vida en sus propios t¨¦rminos y hallar mi alegr¨ªa en la verdad de la vida. No puedo esconderme del horror para ser feliz. He de abrir los ojos y ser parte de este lugar; porque he nacido para ello: todos hemos nacido para ser parte de esta historia, todos somos parte de la naturaleza. La ¨²nica manera en que vamos a dar la vuelta a esta situaci¨®n es hablando de ello y, quiz¨¢, luchando por ello".
Puede que haya quien piense que un pu?ado de canciones no tienen ning¨²n efecto, que una artista por s¨ª misma no supone el menor cuestionamiento del sistema. Pero el hecho es que ANOHNI fue nominada al Oscar por su canci¨®n Manta ray (que formaba parte del documental ecologista Racing extinction) y no fue invitada a cantar en la gala de las estatuillas, pese a ser la primera cantante transg¨¦nero en aspirar al galard¨®n. Su reacci¨®n, en forma de comunicado, fue una aut¨¦ntica bofetada en la cara de la Academia de Hollywood, esa instituci¨®n tristemente c¨¦lebre por estar dominada por el hombre blanco de mediana edad: "S¨¦ que no fui excluida de las actuaciones simplemente por ser transg¨¦nero. No me invitaron a actuar porque soy relativamente desconocida en EE UU, canto sobre el ecocidio y eso podr¨ªa evitar que se vendan espacios de publicidad".
"No puedo esconderme del horror para ser feliz. He de abrir los ojos y ser parte de este lugar; porque he nacido para ello"
ANOHNI ha dedicado mucha reflexi¨®n al fen¨®meno de la publicidad: "Ha domesticado a las personas, haci¨¦ndonos pr¨¢cticamente imposible distinguir qu¨¦ es lo verdadero. Nos han dividido y los pol¨ªticos buscan manipular esas divisiones para poder huir con el dinero. Manipular a la gente es hacer que se odie a los trabajadores, a los inmigrantes, a la gente de color... Las personas frustradas y con cada vez menos oportunidades culpan de su situaci¨®n a sus vecinos. Hemos sido doblegados por las corporaciones. Especialmente las que se dedican a los combustibles f¨®siles. Se aprovechan de peque?as ciudades, crean un boom de la miner¨ªa extraen la riqueza y se largan dejando a la gente sin nada. Y entonces llega un trillonario como Donald Trump y les dice que el problema es que los mexicanos est¨¢n recogiendo la fruta en lugar de ellos. Y, oyendo eso, se quedan tan contentos como los alemanes a finales de los a?os treinta del siglo XX". Es dif¨ªcil decirlo m¨¢s claro.
Habla como una l¨ªder y act¨²a como una l¨ªder; pero pretende ser "s¨®lo una artista". Eso s¨ª, una artista con un programa pol¨ªtico muy claro: "Hay que aplicar en el gobierno mundial el conjunto de habilidades propias del arquetipo femenino; en cambio el conjunto de habilidades del arquetipo masculino tiene que revisarse. Los hombres deben reencontrar su humanidad y plegarse a lo femenino en todos los ¨¢mbitos de la toma de decisiones".
Hopelessness es probablemente el ¨¢lbum m¨¢s radicalmente pol¨ªtico en lo que va de d¨¦cada; pero ANOHNI no est¨¢ buscando adeptos. Ella se ve simplemente como una m¨¢s: "Mi idea es simplemente participar y sentir que estoy haciendo todo lo que puedo. Todos trabajamos en nuestra esfera de influencia: yo lo hago en la m¨²sica; otra gente lo hace hablando en el trabajo. Cualquier abuela sabe lo que est¨¢ pasando. Solo quiero transferir todo esto en canciones pop que la gente pueda escuchar. No estoy contando nada nuevo". Casi nada, vaya. Palabra de ANOHNI.
ANOHNI act¨²a en la pr¨®xima edici¨®n de S¨®nar (16, 17 y 18 de junio) en Barcelona.?
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