14 fotosEllas pueden curar la tuberculosisCumplir con el tratamiento es clave para evitar la propagaci¨®n de la tuberculosis. Para lograrlo, la Fundaci¨®n Vicente Ferrer cuenta con unas trabajadoras sanitarias muy pertinacesLola HierroAnantapur - 19 may 2016 - 09:13CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceGundamma es una de las trabajadoras sanitarias pertenecientes al Plan de Control de la Tuberculosis del Gobierno indio. Es personal capacitado por el Gobierno o por organizaciones de cooperaci¨®n al desarrollo seg¨²n las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud que se encargan de hacer un seguimiento personalizado de cada caso en las zonas rurales. Ellas se hacen responsables de que el paciente tome la medicaci¨®n cada vez que le toca. Su labor es una de las patas del sistema que recomienda la OMS y que el Gobierno indio suscribi¨® hace diez a?os para combatir la tuberculosis: la Terapia Directamente Observada (DOTS por sus siglas en ingl¨¦s). En la imagen, revisa con Venkatesh, de 45 a?os, los f¨¢rmacos que le quedan y los que est¨¢n a punto de acabarse.Lola HierroVenkatesh, de 45 a?os, tambi¨¦n es vecino de Htpalli. Padece una tuberculosis extrapulmonar y toma p¨ªldoras, ampollas, inyecciones... Lleva un a?o en tratamiento y le quedan seis meses m¨¢s. ?l trabajaba liando cigarrillos y se not¨® febril y con m¨¢s tos de lo normal un d¨ªa que estaba en su puesto. Fue al hospital, donde le diagnosticaron. Antes fumaba mucho, pero lo ha dejado, aunque reconoce que le cuesta.Lola HierroIranna, de 55 a?os y vecino de Htipalli. Cinco meses atr¨¢s sinti¨® dolores en todo el cuerpo, fiebre y tos, y fue a un hospital donde despu¨¦s de realizarle varias pruebas le dijeron que ten¨ªa dengue. Por suerte, nuevas pruebas confirmaron lo que de verdad le ocurr¨ªa. Es la primera vez que padece la enfermedad y nadie m¨¢s en su casa la ha tenido. Ahora no puede trabajar porque se encuentra muy d¨¦bil, ha bajado hasta los 41 kilos de peso.Lola HierroGundamma, acompa?ada de otras enfermeras en Htpalli. El acompa?amiento de estas trabajadoras sanitarias es una forma de asegurar que el enfermo no olvide la dosis y de compartir si tiene efectos secundarios o dar un poco de apoyo psicol¨®gico.Lola HierroUn grupo de mujeres atiende durante una clase de salud sexual y reproductiva en la escuela de enfermer¨ªa que la Fundaci¨®n Vicente Ferrer gestiona en Madakasira. En ella unas 50 alumnas por promoci¨®n realizan cursos semestrales en los que aprenden a atender sintomatolog¨ªas leves pero tambi¨¦n embarazos y partos con el fin de reducir la mortalidad materna e infantil en el ¨¢mbito rural. "En los lugares donde trabajamos con las sanitarias tenemos al 90% de los enfermos de tuberculosis controlados, pero eso supone solo un 20% de la poblaci¨®n del Estado. Del otro 80% no tenemos ning¨²n control", afirman desde la FVF.Lola HierroTanto el Gobierno de India como la Fundaci¨®n Vicente Ferrer forma a mujeres de zonas rurales para que atiendan enfermedades leves en aquellas aldeas en las que no hay centros de salud, como Htpalli. En el caso de las de la FVF, visten con uniforme azul claro y portan un malet¨ªn met¨¢lico repleto de medicamentos, gasas, vendas y todo tipo de material m¨¦dico.Lola HierroBahrthamma, futura trabajadora sanitaria de su comunidad gracias a la formaci¨®n de la Fundaci¨®n Vicente Ferrer.Lola HierroEl hospital de Bathalapalli depende de la Fundaci¨®n Vicente Ferrer y est¨¢ en Anantapur, una ciudad del Estado de Andhra Pradesh. Aqu¨ª se diagnostican unos cinco mil casos de tuberculosis al a?o.Lola HierroEl diagn¨®stico temprano es la otra herramienta esencial para prevenir esta variedad de la tuberculosis, pero el problema es que es muy dif¨ªcil detectarla, ya que al principio los s¨ªntomas son leves y los enfermos no les dan importancia. En la imagen, uno de los pabellones para tuberculosos del hospital de Bathalapalli.Lola HierroA Ramidhja, de 30 a?os, la confundieron m¨¦dicos privados en los que gast¨® todos sus ahorros. "Pas¨¦ por 20 o 30 doctores antes de venir aqu¨ª, por miedo". En Bathalapalli encontraron que no padec¨ªa VIH ni c¨¢ncer, como le hab¨ªan dicho antes, pero por el camino su familia se ha gastado todos los ahorros: 30.000 rupias (unos 400 euros). En la imagen muestra todas las recetas, facturas e informes m¨¦dicos que fue recopilando durante el ¨²ltimo a?o.Lola HierroChandravathi, de 35 a?os, acompa?ada por su madre en su cama del hospital de Bathalapalli. Tiene una tuberculosis men¨ªngea que le ha da?ado parte del cerebro e inmovilizado las piernas. Fue diagnosticada de VIH hace tres a?os, pero no tom¨® antirretrovirales. Con las defensas bajas, la bacteria de la tuberculosis no tuvo problema para instalarse en su fam¨¦lico cuerpo, que hoy no supera los 25 kilos. Su futuro es incierto pues la tuberculosis es la causa principal de muerte de las personas infectadas por el VIH: en 2015, provoc¨® una de cada tres defunciones en este grupo.Lola HierroSala de enfermer¨ªa del hospital de Bathalapalli. Otro de los problemas que encuentran los pacientes es que, aunque tengan ¨¢nimo para seguir el tratamiento, no pueden porque no siempre se les dispensa. El suministro depende del Gobierno, que lo hace llegar a los centros de salud diseminados por todo el pa¨ªs.Lola HierroDeeplanaik, de 50 a?os, es seropositivo y sy padre le contagi¨® la tuberculosis. Lleva un mes ingresado en el hospital de Bathalapalli. Se ha quedado en 35 kilos pero est¨¢ evolucionando bien, seg¨²n sus doctores. Antes trabajaba en el campo, y espera que volver a ¨¦l cuando acabe el tratamiento.Lola HierroQuienes luchan contra esta variedad tendr¨¢n que medicarse durante dos a?os con al menos 15 f¨¢rmacos diferentes. En esa batalla se encuentra Sailffla, de 19 a?os e ingresada en el hospital de Bathalapalli. Tuvo mala suerte. Estudiante de ingenier¨ªa de una familia de clase media, nadie en su entorno m¨¢s cercano ha sufrido esta enfermedad jam¨¢s, pero ella se contagi¨®, no sabe cu¨¢ndo ni d¨®nde. "Quiz¨¢ en un autob¨²s de camino a clase", sospecha.Lola Hierro