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Caminando entre ��kallawayas��

Estos habitantes de las monta?as, depositarios de una sabidur��a ancestral, recorren Bolivia repartiendo remedios para dolencias f��sicas y espirituales

11 may 2016 - 08:45CEST

En el Apolobamba la vida es un ritual que se repite exacto y regular como un metr��nomo: octubre es para esquilar las alpacas, noviembre para recoger la cosecha de patatas, las lluvias de diciembre son tiempo de buscar plantas para los herbolarios... Y as�� hasta que llegan los meses de verano, donde la falta de tareas permite abandonar la cordillera y emprender viaje. — En el Apolobamba la vida es un ritual que se repite exacto y regular como un metr��nomo: octubre es para esquilar las alpacas, noviembre para recoger la cosecha de patatas, las lluvias de diciembre son tiempo de buscar plantas para los herbolarios... Y as�� hasta que llegan los meses de verano, donde la falta de tareas permite abandonar la cordillera y emprender viaje. Enrique Vaquerizo

Do?a Margarita, la hermana de don Ildefonso, sobrevive a sus 80 a?os en la cordillera gracias a la lana y la carne de sus alpacas. Como ella, la mayor��a de habitantes de Caluyo pasan de los setenta a?os y contemplan como los j��venes emigran en busca de nuevas oportunidades. — Do?a Margarita, la hermana de don Ildefonso, sobrevive a sus 80 a?os en la cordillera gracias a la lana y la carne de sus alpacas. Como ella, la mayor��a de habitantes de Caluyo pasan de los setenta a?os y contemplan como los j��venes emigran en busca de nuevas oportunidades. Enrique Vaquerizo

Ruinas de Chullpapata. Los habitantes de todas las comunidades de la cordillera se re��nen aqu�� en la festividad de La Calendaria para celebrar el fin de la estaci��n de lluvias. Si por casualidad estas tardan m��s de la cuenta en detenerse, los kallawayas conocen un truco. Abren los peque?os t��mulos del complejo y desentierran las calaveras milenarias de sus antiguos moradores, despu��s las sacan al aire, ��para que soleen�� y celebran una ceremonia en su honor con bailes y abundante bebida. Cuando deja de llover, vuelven a enterrarlas hasta la pr��xima ocasi��n en que las necesiten. — Ruinas de Chullpapata. Los habitantes de todas las comunidades de la cordillera se re��nen aqu�� en la festividad de La Calendaria para celebrar el fin de la estaci��n de lluvias. Si por casualidad estas tardan m��s de la cuenta en detenerse, los kallawayas conocen un truco. Abren los peque?os t��mulos del complejo y desentierran las calaveras milenarias de sus antiguos moradores, despu��s las sacan al aire, ��para que soleen�� y celebran una ceremonia en su honor con bailes y abundante bebida. Cuando deja de llover, vuelven a enterrarlas hasta la pr��xima ocasi��n en que las necesiten. Enrique Vaquerizo

Don Ildefonso muesta unas semillas de llant��n en su huerto. Los kallawayas son expertos herbolarios. Recolectan de plantas medicinales (hojas, ra��ces, flores, semillas, resinas) y las combinan para elaborar ung��entos, cataplasmas e infusiones, que utilizan en la curaci��n de diferentes dolencias f��sicas. — Don Ildefonso muesta unas semillas de llant��n en su huerto. Los kallawayas son expertos herbolarios. Recolectan de plantas medicinales (hojas, ra��ces, flores, semillas, resinas) y las combinan para elaborar ung��entos, cataplasmas e infusiones, que utilizan en la curaci��n de diferentes dolencias f��sicas. Enrique Vaquerizo

Ramiro muestra los usos terap��uticos de la col, que los kallawayas utilizan para sanar afecciones como el alcoholismo. Las dolencias del cuerpo y el alma tienen una estrecha relaci��n para ellos y deben ser tratadas de forma conjunta. — Ramiro muestra los usos terap��uticos de la col, que los kallawayas utilizan para sanar afecciones como el alcoholismo. Las dolencias del cuerpo y el alma tienen una estrecha relaci��n para ellos y deben ser tratadas de forma conjunta. Enrique Vaquerizo

Camino a Charazani. El Apolobamba es una regi��n que abarca varios ecosistemas: desde cordilleras nevadas que alcanzan los 6.000 metros de altura hasta valles tropicales como el de Charazani, que se pierden en la Amazon��a. — Camino a Charazani. El Apolobamba es una regi��n que abarca varios ecosistemas: desde cordilleras nevadas que alcanzan los 6.000 metros de altura hasta valles tropicales como el de Charazani, que se pierden en la Amazon��a. Enrique Vaquerizo

Las mujeres en la cultura kallawaya tambi��n poseen conocimientos de farmacopea y son las encargadas de tejer los pa?os que se utilizan en los ritos, cuyos motivos y adornos evocan una cosmovisi��n propia. La t��cnica de tejido se realiza a mano y es tan complicada que un simple poncho puede tomar tres a?os de trabajo. — Las mujeres en la cultura kallawaya tambi��n poseen conocimientos de farmacopea y son las encargadas de tejer los pa?os que se utilizan en los ritos, cuyos motivos y adornos evocan una cosmovisi��n propia. La t��cnica de tejido se realiza a mano y es tan complicada que un simple poncho puede tomar tres a?os de trabajo. Enrique Vaquerizo

Eulogio y Marcos caminan en direcci��n a Caluyo. Los kallawayas emprenden viajes por Apolobamba por toda Bolivia. Establecen contactos (amistad, parentesco, compadrazgo) que les permiten recorrer grandes distancias utiliz��ndo los mismos caminos. Por sus servicios reciben pagos ya sea monetarios o a trav��s del intercambio de favores. — Eulogio y Marcos caminan en direcci��n a Caluyo. Los kallawayas emprenden viajes por Apolobamba por toda Bolivia. Establecen contactos (amistad, parentesco, compadrazgo) que les permiten recorrer grandes distancias utiliz��ndo los mismos caminos. Por sus servicios reciben pagos ya sea monetarios o a trav��s del intercambio de favores.Enrique Vaquerizo

Ceremonia tradicional: Los kallawayas realizan sus rituales de curaci��n, preparaci��n?y de agradecimiento a la Pachamama en los que intervienen plantas, sangre o fetos de animales como la llama de llama, grasa de oveja o alcohol. — Ceremonia tradicional: Los kallawayas realizan sus rituales de curaci��n, preparaci��n?y de agradecimiento a la Pachamama en los que intervienen plantas, sangre o fetos de animales como la llama de llama, grasa de oveja o alcohol.Enrique Vaquerizo

Las deidades kallawayas o machulas son fundamentalmente monta?as o cerros que se encargan de nutrir a las plantas que ser��n utilizadas para la elaboraci��n de remedios o medicinas naturales y que m��s tarde se utilizar��n en las ceremonias. — Las deidades kallawayas o machulas son fundamentalmente monta?as o cerros que se encargan de nutrir a las plantas que ser��n utilizadas para la elaboraci��n de remedios o medicinas naturales y que m��s tarde se utilizar��n en las ceremonias. Enrique Vaquerizo

Pomadas fabricadas por Ramiro. Gracias a sus plantas, los kallawayas preparan cremas, jarabes y ung��entos que luego envasan y venden en sus viajes por todas Bolivia. Han empezado a realizar cursos de capacitaci��n para transmitir esos conocimientos a los m��s j��venes, envasarlos de una manera m��s profesional y evitar que sus conocimientos se pierdan. — Pomadas fabricadas por Ramiro. Gracias a sus plantas, los kallawayas preparan cremas, jarabes y ung��entos que luego envasan y venden en sus viajes por todas Bolivia. Han empezado a realizar cursos de capacitaci��n para transmitir esos conocimientos a los m��s j��venes, envasarlos de una manera m��s profesional y evitar que sus conocimientos se pierdan. Enrique Vaquerizo

El ritual en el que se quema un feto de llama u otro objetos es una parte importante de las ceremonias. — El ritual en el que se quema un feto de llama u otro objetos es una parte importante de las ceremonias.Enrique Vaquerizo

La m��sica juega un papel fundamental en las ceremonias, como veh��culo de comunicaci��n con la naturaleza. Destacan instrumentos de viento como la zampo?a y la quena? — La m��sica juega un papel fundamental en las ceremonias, como veh��culo de comunicaci��n con la naturaleza. Destacan instrumentos de viento como la zampo?a y la quena? Enrique Vaquerizo

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