Bomba de neum¨¢ticos

El incendio que afecta al mayor vertedero de neum¨¢ticos de Espa?a, situado a caballo de las provincias de Madrid y Toledo, era uno de los riesgos medioambientales m¨¢s advertidos y a los que menos caso han hecho las autoridades durante sus muchos a?os de existencia. Un fuego de origen m¨¢s que sospechoso ha alarmado a las poblaciones pr¨®ximas y obligado a evacuar una barriada de Sese?a (Toledo), todo ello a los pocos d¨ªas de que la Comisi¨®n Europea pidiera informaci¨®n sobre las medidas adoptadas para solucionar el problema del gigantesco vertedero ilegal.

La incuria de las autoridades se ha visto favorecida por la dispersi¨®n de las responsabilidades. El producto estaba concentrado en un territorio repartido entre dos comunidades aut¨®nomas: la de Madrid, en manos del PP durante ese periodo, y la de Castilla-La Mancha, que ha pasado por el control del PSOE, luego del PP y ahora otra vez del PSOE. Todo ello adem¨¢s de los Ayuntamientos afectados, principalmente el toledano de Sese?a y el madrile?o de Valdemoro. En definitiva, las Administraciones no han hecho lo suficiente tras las alertas dadas por medios de comunicaci¨®n ¡ªcomo este peri¨®dico de manera destacada¡ª y por algunas organizaciones ecologistas sobre el peligro que supon¨ªa el almacenamiento de millones de neum¨¢ticos viejos en ese lugar.

En el ¨²ltimo a?o ha habido contactos entre las autoridades madrile?as y las de Castilla-La Mancha para buscar una actuaci¨®n integral de limpieza del ¨¢rea. Todo ello condicionado por el coste de retirar o reciclar tantos neum¨¢ticos, y sin el lucimiento que supone colocar primeras piedras, cortar cintas inaugurales o descubrir placas conmemorativas, actuaciones que espolean m¨¢s el celo pol¨ªtico que limpiar algo parecido a una potencial bomba de residuos t¨®xicos. Ni siquiera la declaraci¨®n de ilegalidad de la instalaci¨®n y las multas posteriores al propietario ¡ªde momento, en paradero desconocido¡ª han reducido el ¨¢rea afectada. Cabe esperar que las fuerzas de seguridad descubran pronto las causas del fuego y el porqu¨¦ de lo que, a todas luces, parece una actuaci¨®n criminal.

La existencia de vertederos para residuos industriales es una de las exigencias del crecimiento econ¨®mico. Lo que no puede admitirse es que tales instalaciones se mantengan sin medidas de seguridad, sin regulaci¨®n o peor a¨²n cuando, como en este caso, son ilegales. Carece de todo sentido haber permitido una de proporciones enormes, sin prevenirse frente a la toxicidad del material acumulado en caso de combusti¨®n.

Es verdad que la monta?a de neum¨¢ticos se form¨® al margen de la macrourbanizaci¨®n de Sese?a, construida en las proximidades de aquella. Pero ambos problemas evidencian la ceguera con que se abordaron los problemas urban¨ªsticos y medioambientales en una ¨¦poca aciaga y la muy pesada herencia que han dejado.