8 fotosSud¨¢n del Sur suspende en educaci¨®nM¨¢s de la mitad de los j¨®venes sursudaneses no est¨¢n escolarizados Sud¨¢n del Sur - 17 may 2016 - 09:56CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceM¨¢s de la mitad de los j¨®venes sur sudaneses no est¨¢n escolarizados, seg¨²n el Fondo de la ONU para la infancia (Unicef). Esta es la proporci¨®n m¨¢s alta del mundo, por detr¨¢s de pa¨ªses como N¨ªger o Afganist¨¢n. Debido al conflicto a¨²n presente en algunas zonas del pa¨ªs, unido a la falta de infraestructuras y de profesores capacitados, s¨®lo 1 de cada 10 alumnos que se escolarizan, consiguen terminar la educaci¨®n primaria. El conflicto entre diferentes etnias y la lucha de poderes de sus l¨ªderes est¨¢n teniendo como consecuencia que el Gobierno de Sud¨¢n del Sur dedique una escasa atenci¨®n al establecimiento de un sistema educativo s¨®lido que permita a su poblaci¨®n salir del analfabetismo generalizado en el que se encuentra. El 73% de su poblaci¨®n es analfabeta y el 70% de los j¨®venes de entre 6 y 17 a?os nunca ha pisado un colegio. Aunque el Gobierno firm¨® un acuerdo de paz en agosto de 2015, la violencia persiste en determinadas ¨¢reas. En algunas zonas, las infraestructuras son p¨¦simas o inexistentes, pues muchos colegios fueron destruidos durante la guerra. Existe adem¨¢s una necesidad importante de profesores cualificados. S¨®lo el 4% del presupuesto nacional se destina a educaci¨®n (en Espa?a es el 9,5%), mientras que la mayor parte del mismo se destina a defensa (10%). Los profesores, cuyo salario no supera las 300 libras sur sudanesas mensuales, es decir, unos 20 euros dependiendo de la tasa de cambio, pueden ver pasar varios meses antes de cobrarlo. ?ste muchas veces no les llega ni para pagar las necesidades b¨¢sicas, por lo que se ven obligados a realizar otros trabajos al mismo tiempo, o incluso a abandonar por completo esta profesi¨®n. Teresa S. RavinaMuchos profesores no hablan ingl¨¦s, el idioma oficial de ense?anza del pa¨ªs desde su independencia, ya que antes de ¨¦sta, el idioma oficial era el ¨¢rabe. Pueden encontrarse tambi¨¦n casos en que los profesores no han completado la educaci¨®n secundaria, o ni siquiera la primaria. Esto, sumado a la falta de material escolar que sirva de apoyo, repercute tambi¨¦n en la calidad de la educaci¨®n.Existen colegios privados, pero solo son accesibles para unos pocos. Sin embargo, en dicho caso tampoco esta asegurada una educaci¨®n solida o de calidad ya que su financiaci¨®n proviene en parte de los propios padres, en su mayor¨ªa, funcionarios del Estado, que ven igualmente su salario ingresado de manera intermitente a causa del conflicto. Las clases m¨¢s pudientes, miembros del Gobierno, optan por enviar a sus hijos a colegios de pa¨ªses vecinos como Uganda, Kenia o incluso Estados Unidos. Las bibliotecas son pr¨¢cticamente inexistentes en cualquier parte del pa¨ªs. Las pocas que hay se nutren de los libros que el personal internacional, en su mayor¨ªa, trabajadores de ayuda humanitaria, va dejando a su paso, as¨ª que no es extra?o encontrar material en diferentes idiomas, bibliograf¨ªas de personajes hist¨®ricos y gran cantidad de libros de viajes. La financiaci¨®n para el mantenimiento de las infraestructuras proviene de la donaci¨®n de organizaciones no gubernamentales. Teresa S. RavinaEn el contexto de incertidumbre en el que se encuentra sumergido Sud¨¢n de Sur, donde prevalecen los conflictos internos, los intereses individuales de los l¨ªderes y la corrupci¨®n por encima del inter¨¦s com¨²n, el futuro de su sistema educativo no es alentador. La fuerte presencia de las organizaciones internacionales suponen un alivio para los que consiguen beneficiarse de ellas. Sin embargo, sin el apoyo e implicaci¨®n del Gobierno por crear una base s¨®lida, su sostenibilidad dif¨ªcilmente estar¨¢ asegurada.