Pol¨¦mica en Marruecos por el estatus de las ¡®ni?as criada¡¯
Una comisi¨®n aprueba la contrataci¨®n de adolescentes como empleadas dom¨¦sticas
En Marruecos hay miles de menores empleadas en el servicio dom¨¦stico, conocidas como ¡°ni?as criada¡±. En 2013 muri¨® una ni?a de 14 a?os con quemaduras de tercer grado causadas por la familia para la que trabajaba. Y en 2011 falleci¨® otra de 11, tras ser torturada por la hija de la mujer que la contrat¨®. Algunas ONG locales, como Insaf, llevan a?os luchando contra esta ¡°forma de esclavitud¡± que, seg¨²n esta organizaci¨®n, afecta a m¨¢s de 66.000 ni?as.
El Gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), islamista moderado, tambi¨¦n lucha contra esa explotaci¨®n. Pero lo hace a su manera. El 9 de mayo consigui¨® aprobar una ley en comisi¨®n parlamentaria que, aunque mejora las condiciones laborales de las empleadas dom¨¦sticas, permite su contrataci¨®n a partir de los 16 a?os.
Ahora, el ¨²nico que puede impedir la aprobaci¨®n en pleno de la ley es el rey Mohamed VI, quien ha intervenido a trav¨¦s del Observatorio Nacional de Derechos del Ni?o, fundaci¨®n presidida por su hermana, la princesa Lalla Meryem. Esta fundaci¨®n ha enviado un informe al Parlamento recordando que esa edad m¨ªnima de 16 a?os entra en absoluta contradicci¨®n con la Convecci¨®n Internacional de Derechos de la Infancia (CIDE), ratificada por Marruecos hace 23 a?os. En las pr¨®ximas semanas se ver¨¢ si se impone la voluntad del Parlamento o la del rey.
Es cierto que la ley exige a los contratadores una autorizaci¨®n por escrito de los padres, obliga a someter a las ni?as a inspecciones m¨¦dicas cada seis meses, prohibe el trabajo nocturno y les fija un sueldo no inferior a los 154 euros al mes (el 60% del salario m¨ªnimo). Pero por otra, la norma desoye todos los reclamos de Unicef y decenas de organizaciones que luchan contra la contrataci¨®n de las menores de edad.
Los defensores de la ley aseguran que es fiel a la tradici¨®n del pa¨ªs. Sus detractores sostienen que hay tradiciones que no conviene perpetuar.
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