Humo
Sese?a es la met¨¢fora de una Espa?a que arrastra su historia como una condena que parece que no fuera a terminar nunca
Todav¨ªa no ha terminado el incendio del cementerio ilegal de neum¨¢ticos de Sese?a y ya ha comenzado otro, el pol¨ªtico, mucho m¨¢s nocivo y contaminante. Tard¨® en producirse ¡ªpor el puente de San Isidro en la capital¡ª, pero ha estallado con toda la virulencia a la que nos tienen acostumbrados ya los pol¨ªticos espa?oles.
La situaci¨®n de Sese?a en la raya entre dos provincias, Toledo y Madrid, y de dos comunidades aut¨®nomas, las de Madrid y Castilla-La Mancha, hace que el humo duplique su densidad y alcance pol¨ªticos, como lo acent¨²a tambi¨¦n el hecho de que en una de esas dos autonom¨ªas, la castellano-manchega, haya habido cambio de partido en su Gobierno hace poco. A la hora de culparse unos a otros de la cat¨¢strofe ambiental son muchos a los que acusar, lo que aviva el incendio de las responsabilidades. Al final, unos por otros, acabar¨¢n ech¨¢ndole la culpa a Zapatero, ya ver¨¢n.
Por circunstancias he conocido Sese?a y tengo para m¨ª que este pueblo toledano-madrile?o es la met¨¢fora de una Espa?a que contin¨²a arrastrando su historia como una condena que parece que no fuera a terminar nunca. En realidad, Sese?a son cuatro. Est¨¢ el pueblo original, t¨ªpica poblaci¨®n agr¨ªcola reconvertida en ciudad dormitorio por su cercan¨ªa a Madrid y de la que quedan ya pocos restos arquitect¨®nicos tras su destrucci¨®n en la Guerra Civil espa?ola, en una batalla, la de su nombre, en la que por vez primera entraron en combate los carros T-26 sovi¨¦ticos, que llegaron a avanzar por las estrechas calles de la poblaci¨®n. Est¨¢n luego, cerca de ella, el Barrio de la Estaci¨®n, surgido en torno a la del ferrocarril de Madrid a Andaluc¨ªa cuando ¨¦ste se hizo en el siglo XIX, y el Sese?a Nuevo, levantado por presos republicanos al finalizar la Guerra Civil en castigo por haber destruido el antiguo. Y est¨¢ por fin el que ya es famoso en todo el pa¨ªs hasta el punto de haberse convertido en el s¨ªmbolo de la locura constructora que dio lugar a la crisis: ese llamado Qui?¨®n de Sese?a que construy¨® el famoso El Pocero en mitad de la estepa madrile?o-toledana y que ten¨ªa previsto llegar a las 17.000 viviendas, que el estallido de la crisis dej¨® en la mitad. En medio de todo ello, un cementerio de neum¨¢ticos, el mayor de toda Europa, completaba el resumen de la historia pasada y reciente de este pa¨ªs.
Durante d¨ªas oiremos a nuestros pol¨ªticos culparse unos a otros de su existencia, siendo como era ilegal. Como de costumbre, se dedicar¨¢n a echar humo contaminando todav¨ªa m¨¢s la ya irrespirable atm¨®sfera de este pa¨ªs en funciones en el que desde hace ya mucho nadie hace nada salvo responsabilizar al resto.
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