El vertedero ilegal y la maldici¨®n de Sese?a
Los vecinos de El Qui?¨®n sufren las consecuencias de quince a?os de incapacidad administrativa para hacer cumplir las leyes ambientales
Los rescoldos del incendio del gran vertedero de neum¨¢ticos de Sese?a no acaban de apagarse. Casi una semana despu¨¦s de que comenzaran a arder las 80.000 toneladas de neum¨¢ticos acumuladas en el vertedero ilegal, las autoridades tuvieron que decretar de nuevo el confinamiento de la poblaci¨®n y el cierre del colegio de El Qui?¨®n que, con 800 alumnos, es el mayor centro escolar de Castilla-La Mancha. Hac¨ªa solo dos semanas que la Comisi¨®n Europea hab¨ªa advertido sobre el peligro de incendio del que se hab¨ªa convertido, por la desidia de las Administraciones, en el mayor dep¨®sito de neum¨¢ticos de Europa.?
El incendio intencionado del vertedero ha vuelto a situar a Sese?a en el centro de los focos, v¨ªctima de una extra?a maldici¨®n que parece condenarla a la desmesura. All¨ª donde la poblaci¨®n originaria perd¨ªa el nombre y empezaba el p¨¢ramo se llen¨® de repente de gr¨²as y surgi¨® una ciudad nueva que acab¨® convertida en el paradigma de la burbuja inmobiliaria. Cuando ya se hab¨ªan construido m¨¢s de 5.000 de las 13.000 viviendas proyectadas por su promotor, conocido como Paco el Pocero, el globo pinch¨® y ah¨ª qued¨® la ciudad residencial de El Qui?¨®n suspendida, varada por la crisis. Edificios vac¨ªos, calles des¨¦rticas, pisos sin vender. Con el paso del tiempo, los bloques se fueron poblando: los pisos que antes de la crisis costaban 250.000 euros pod¨ªan comprarse ahora por menos de 100.000. Y cuando parec¨ªa que sus cada vez m¨¢s numerosos y satisfechos pobladores comenzaban a superar el estigma de ciudad dormitorio, la maldici¨®n tom¨® la forma de una densa columna de humo negro. El problema es que la interminable nube de carboncillo que emite el vertedero en llamas contiene part¨ªculas y compuestos t¨®xicos como los hidrocarburos arom¨¢ticos polic¨ªclicos, de probados efectos cancer¨ªgenos. La caprichosa direcci¨®n del viento marca ahora las horas lectivas de los ni?os de El Qui?¨®n.
Si la ciudad de El Pocero fue un s¨ªmbolo de la desmesura inmobiliaria, la historia del vertedero, que empez¨® a acumular neum¨¢ticos en 1999, se ha convertido ahora en el paradigma de la incapacidad de las Administraciones para hacer cumplir las leyes ambientales. Durante m¨¢s de 15 a?os, tanto el Ejecutivo central como los dos Gobiernos aut¨®nomos implicados fueron incapaces de evitar que el cementerio creciera hasta acumular 100.000 toneladas de goma. El due?o de la empresa que lo gestionaba fue condenado por delito ambiental en 2008 y a pesar de que se orden¨® el cierre en 2009, ah¨ª segu¨ªa con su amenaza latente.
El responsable desapareci¨® y desde 2011 las Administraciones auton¨®micas de Madrid y Castilla-La Mancha vienen jugando una partida de pimp¨®n sobre qui¨¦n debe desmantelarlo. El acuerdo que acababan de alcanzar para repartirse los 5,6 millones que costaba reciclar las ruedas no lleg¨® a tiempo. La profec¨ªa del desastre se materializ¨® y ahora los vecinos de Sese?a andan con mascarilla. Habr¨¢ que vigilar la calidad del aire y del suelo y esperar que las autoridades sean m¨¢s diligentes y eficaces de lo que han sido hasta ahora.
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