La paella y el lenguaje de los emoticonos
Lo que empez¨® como una simple campa?a publicitaria salt¨® a las redes sociales para transformarse en una demanda popular
En 1982, el ingeniero inform¨¢tico estadounidense Scott Fahlman ten¨ªa dificultades para expresar a sus colegas y alumnos que determinados mensajes de correo electr¨®nico no deb¨ªan ser tomados muy en serio. De modo que este profesor de la Universidad de Pensilvania ide¨® una secuencia de caracteres en el teclado del ordenador con los que identificar el sarcasmo. Utiliz¨® tres signos: dos puntos, guion, par¨¦ntesis. Esa cara sonriente :-) fue una ¡°soluci¨®n elegante¡± para interpretar afirmaciones sin tener que dar explicaciones a?adidas.
Sin pretenderlo, Fahlman hab¨ªa creado el primer emoticono, esa s¨ªntesis de emoci¨®n e icono que en los tiempos de la comunicaci¨®n digital se ha convertido en un lenguaje en s¨ª mismo. Las caritas amarillas, aptas para los diminutos teclados de los tel¨¦fonos m¨®viles, son hoy en d¨ªa un c¨®digo universal utilizado por centenares de millones de personas en todo el planeta. Funcionan como un extenso cat¨¢logo de representaciones gr¨¢ficas para expresar estados de ¨¢nimo, definir conceptos o articular sentimientos.
Una versi¨®n m¨¢s elaborada de los emoticonos son los emojis, figuras inspiradas en la tradici¨®n japonesa que comenzaron a popularizarse a mediados de los noventa y que con el tiempo han sido incorporadas por los fabricantes de tel¨¦fonos m¨®viles. Propulsado por la tecnolog¨ªa digital, este lenguaje figurativo se usa para expresar felicidad, iron¨ªa, consternaci¨®n, enojo, aburrimiento... y es febrilmente consumido por los m¨¢s j¨®venes, que han encontrado en estos c¨®digos un instrumento de comunicaci¨®n alternativo.
Para que los signos tengan alcance universal es preciso estandarizarlos. Unicode Consortium, organizaci¨®n en la que participan gigantes tecnol¨®gicos como Google, Apple y Microsoft, se encarga de esta misi¨®n. No es f¨¢cil entrar en el selectivo club de los emojis, pero esta semana una marca espa?ola de arroces ha conseguido que la paella tenga su propio emblema y que aparezca en el teclado del smartphone en las mismas condiciones que otros flamantes platos de comida transfronteriza como la pizza o la hamburguesa.
Lo que empez¨® como una simple campa?a publicitaria ideada por la agencia valenciana La Mujer del Presidente salt¨® a las redes sociales para transformarse en una demanda popular. Es justamente este masivo apoyo social ¡ªimpulsado por chefs de renombre como Jos¨¦ Andr¨¦s¡ª lo que ha llevado a Unicode a otorgar a la paella el certificado oficial para convertirse en uno de los 70 nuevos emojis. Los autores de la propuesta han tenido que solventar otro obst¨¢culo no menor: el dise?o gr¨¢fico. Se han empleado a fondo para conseguir que el famoso plato valenciano lleve solo los ingredientes adecuados, erradicando las gambas o los guisantes. La paella se encontrar¨¢ en el teclado de WhatsApp con la flamenca, otro s¨ªmbolo t¨ªpico (y t¨®pico) espa?ol, lo que viene a confirmar que en el mundo virtual sobreviven los viejos estereotipos.
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