Vuelve la hero¨ªna
Las autoridades deben tomar medidas antes de que el problema se extienda
La oferta crea demanda. En el mundo de las drogas, este es un axioma bien conocido. Los datos que publica hoy este diario indican que las redes de narcotr¨¢fico est¨¢n introduciendo de nuevo grandes cantidades de hero¨ªna en Europa. El aumento de las incautaciones apunta a que, si no se toman medidas preventivas, el incremento de la oferta puede volver a convertir la hero¨ªna en un grave problema de salud p¨²blica. El fen¨®meno no ha incidido todav¨ªa sobre las estad¨ªsticas de consumo, pero si no se frena, es cuesti¨®n de tiempo que ocurra.
Desde que las tropas estadounidenses y los cascos azules de Naciones Unidas abandonaron Afganist¨¢n, la producci¨®n de opi¨¢ceos ha vuelto a crecer con fuerza. De all¨ª pasa a Turqu¨ªa y se distribuye por Europa, con Holanda como gran centro distribuidor. El hecho de que se hayan encontrado en Espa?a dos laboratorios clandestinos de procesamiento de morfina indica que los traficantes conf¨ªan en desarrollar un mercado potente en nuestro pa¨ªs. Lo que ya se observa en Estados Unidos sirve como aviso para navegantes. El recurso a la hero¨ªna ha crecido en ese pa¨ªs y se han multiplicado las muertes por sobredosis: 8.200 personas, en su mayor¨ªa j¨®venes, murieron en EE?UU en 2013 por este motivo, cuatro veces m¨¢s que en 2000.
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El problema es que el mayor consumo se produce al mismo tiempo que aumenta el patr¨®n de adicci¨®n a varias drogas simult¨¢neamente. De hecho, los centros de rehabilitaci¨®n han observado, a uno y otro lado del Atl¨¢ntico, que la hero¨ªna se utiliza con frecuencia para compensar el efecto excesivamente euforizante de la coca¨ªna o las anfetaminas. El caso es que el problema de las drogas hab¨ªa salido en los ¨²ltimos a?os de las prioridades de la agenda pol¨ªtica, pero en Estados Unidos la adicci¨®n a diferentes sustancias, entre las que se incluyen f¨¢rmacos opi¨¢ceos de prescripci¨®n m¨¦dica, causa ya m¨¢s muertes que los accidentes de tr¨¢fico.
No se trata de ser alarmista, pero s¨ª de alertar sobre el problema y movilizar recursos de prevenci¨®n cuando todav¨ªa se est¨¢ a tiempo de evitar sus peores consecuencias. La hero¨ªna es una de las drogas m¨¢s devastadoras para la salud f¨ªsica y mental de los adictos. La dependencia supone un r¨¢pido proceso de degradaci¨®n social que conduce a una exclusi¨®n total. Por lo que conocemos de la sociedad estadounidense, el uso de la hero¨ªna ha dejado de estar centrado en zonas deprimidas para alcanzar a j¨®venes de todos los estratos sociales.
La memoria de lo que ocurri¨® en los a?os ochenta deber¨ªa llevarnos a tomar muy en serio estos datos. Afortunadamente ahora tenemos elementos de juicio para evitar los errores que entonces cometimos, entre ellos aplicar unas pol¨ªticas criminalizadoras que agravaron el problema, pues permitieron que muchos toxic¨®manos se contagiaran de sida y lo propagaran. Ahora sabemos que la prevenci¨®n es fundamental y que para rescatar a los adictos las pol¨ªticas de reducci¨®n de da?os son m¨¢s efectivas. Pero debemos hacer lo posible para no tener que aplicarlas.
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