La novelista cuyas obras llev¨® al cine Alfred Hitchcock en dos ocasiones ¨CRebeca (1938) y Los p¨¢jaros (1952)¨C se decanta en Perdido en el tiempo por una p¨®cima como medio de transporte para retroceder seis siglos. En la costa inglesa de Cornualles, Richard Young se bebe la f¨®rmula creada por el qu¨ªmico Magnus Lane y realiza un viaje de resonancias psicod¨¦licas que le permite desplazarse al siglo XIV sin moverse del lugar en el que se encuentra. Obviamente, intervenir en el pasado tiene desastrosas consecuencias para el presente, y ese es el conflicto que asola al personaje, que se convierte en adicto en viajar entre dos ¨¦pocas.Caralt, 1977Un hombre pr¨¢ctico de Connecticut, con unos valores claros sobre el bien, el mal y el progreso surgidos en su Norteam¨¦rica natal viaja a la Inglaterra art¨²rica. Su odio hacia la estratificaci¨®n social no le facilita la existencia en el mundo de Lancelot, Merl¨ªn y Ginebra. En este texto de 1889, Mark Twain logra ofender a los brit¨¢nicos, que sintieron que su historia y cultura quedaban en muy mal lugar en sus p¨¢ginas, si bien otros cr¨ªticos encuentran que el tono de desilusi¨®n de esta obra tiene que ver con el propio desencanto de Twain hacia el progreso y la tecnolog¨ªa.En la primera novela de Wells, la curiosidad por el futuro se adue?a del protagonista, el viajero del tiempo, que se traslada desde el el siglo XIX hasta el a?o 802.701 para ser testigo de la lucha de clases del futuro. Los Eloi y los Morlock son los dos ¨²nicos grupos posthumanos que pueblan la tierra en ese momento, y su semejanza con las clases capitalista y proletaria respectivamente resulta clara: ambos grupos contin¨²an tan enemistados como en 1895, a?o en que se public¨® la novela. La apariencia id¨ªlica del mundo de los Eloi, que viven en comunidades donde la familia ha sido abolida, queda ensombrecida por la presencia de los Morlock que viven bajo tierra y son quienes realmente trabajan para que ese mundo funcione. Lo m¨¢s escalofriante de este futuro que presencia el viajero del tiempo es su car¨¢cter antiut¨®pico: la lucha de clases no s¨®lo no ha desaparecido en ese siglo imposible de calcular, sino que ha llegado a suponer una mutaci¨®n biol¨®gica que ha dado lugar a dos ¨²nicas especies.La novela de Heinlein comienza en 1970, algunos meses despu¨¦s de la Guerra de las Seis Semanas, una contienda mundial at¨®mica. Daniel Davis, su personaje principal, es un ingeniero e inventor de robots con problemas, puesto que ha perdido su empresa a manos de su amigo Miles Gentry, quien adem¨¢s le ha quitado a su prometida Belle. Para olvidar estos percances, qu¨¦ mejor que contratar treinta a?os de criogenia o "sue?o fr¨ªo" ¨Ctal como se denomina en la novela¨C y despertar en el a?o 2000, cuando todo ha pasado: esa es la decisi¨®n que toma Davis, cuyas consecuencias conforman la trama de la historia.D¨¦cadas despu¨¦s de concluir sus dos series literarias, la de las Fundaciones y la de los Robots, Asimov escribi¨® algunas obras independientes. Entre ellas se encuentra la novela El fin de la eternidad (1955), con la que la serie de TVE El Ministerio del tiempo comparte muchos ingredientes. Asimov nos presenta una organizaci¨®n llamada La Eternidad, cuyos trabajadores ¨Clos Eternos¨C funcionan como centinelas del bienestar de la humanidad a lo largo de los siglos movi¨¦ndose por la historia y efectuando los cambios pertinentes en las corrientes temporales. Andrew Harlan, uno de los empleados, comete un d¨ªa el error de enamorarse durante uno de sus paseos por la historia, y ah¨ª comienzan los problemas, como ya nos tienen acostumbrados las tramas de numerosas ficciones de la literatura y el cine universales.En esta obra escrita en 1966, pero ambientada inicialmente en el siglo XXI, Philip K. Dick combina elementos tan significativos como una droga alucin¨®gena llamada JJ-180, que permite viajar por el tiempo a quien la ingiere; una empresa multinacional malvada; un grupo de alien¨ªgenas llamados Reegs, y viajes interestelares que incluyen futuros alternativos para la tierra. Eric Sweetscent, un m¨¦dico especializado en ¨®rganos artificiales, es el elegido para peregrinar por el futuro en este cl¨¢sico de la literatura de ciencia-ficci¨®n.Minotauro, 2013La revista Pilote, un referente de la historieta francesa durante 30 a?os hasta su cierre en 1989, fue el medio en el que vio la luz en 1967 la saga Val¨¦rian, agente espacio-temporal, ilustrada por Mezi¨¨res y escrita por Jean-Claude Cristin. Las misiones de Val¨¦rian y Laureline, que tratan de evitar las paradojas temporales, los llevan a viajar a lo largo y ancho del espacio-tiempo, y parece claro que sirvieron de inspiraci¨®n est¨¦tica a Star Wars. El gui?o a la saga estadounidense aparece en una historieta de 1983, donde aparecen Luke Skywalker y la princesa Leia compartiendo mesa con Val¨¦rian y Laureline en una cantina frecuentada por estos ¨²ltimos. Los comics fueron reeditados por Dargaud y traducidos a diversas lenguas, incluida el castellano. La pel¨ªcula Val¨¦rian de Luc Besson, que se estrena en 2017, da prueba de su vigencia.Norma Editorial, 2005-2010El brit¨¢nico Martin Amis plantea en esta novela lo que ocurrir¨ªa si el tiempo transcurriera en sentido contrario, si alguien rompiese con sus amantes para despu¨¦s enamorarse de ellas, por ejemplo. Esto le ocurre al doctor Tod T. Friendly, un nazi agonizante que recorre su vida hacia atr¨¢s. En La flecha del tiempo, Amis realiza un ejercicio de pirotecnia que desconcierta al lector en el primer tercio de la novela, hasta que ¨¦ste comprende lo que el autor se trae entre manos.Compactos Anagrama, 2010Este cl¨¢sico de las letras brit¨¢nicas para ni?os y adultos gan¨® en 1958 la medalla Carnegie de la Asociaci¨®n Brit¨¢nica de Bibliotecarios. En la historia del ni?o Tom, aburrido en el verano que ha de pasar en casa de sus t¨ªos y deseando que cada noche suenen en el reloj de pared las 13 campanadas que le permiten trasladarse a la ¨¦poca victoriana, los lectores de todas las edades han encontrado refugio, por algo en 2007 fue uno de los dos libros juveniles favoritos de los brit¨¢nicos por votaci¨®n popular. Su versi¨®n cinematogr¨¢fica fue dirigida por Willard Carroll en 1999.Siruela, 2010
