Amanece de camino a la zona de rescate, en aguas internacionales frente a la costa libia.Claudio AlvarezPrimer rescate de la misi¨®n, una balsa de goma con 120 migrantes.Claudio AlvarezMigrantes a bordo de la patera observan la aproximaci¨®n del equipo de rescate.Claudio AlvarezUn zapato flota en el suelo de la balsa de goma.Claudio ?lvarezLos traficantes llenan de migrantes los laterales de las pateras.Claudio AlvarezMomento en el que una migrante es subida a bordo del barco de M¨¦dicos Sin Fronteras, Dignity I.Claudio AlvarezMujeres, menores y enfermos son los primeros en ser rescatados.Claudio AlvarezEs el momento de la aproximaci¨®n cuando los migrantes se ponen nerviosos (son muchas horas o d¨ªas en la patera y ya acarician el rescate) y pueden hacer volcar la barcaza y ahogarse.Claudio AlvarezUn migrante muestra su alegr¨ªa al subir al barco de MSF tras ser rescatado.Claudio AlvarezAdem¨¢s de descalzos, agotados y empapados, los migrantes llegan rebozados en arena. Han pasado horas tumbados en la playa, de noche, escondi¨¦ndose.Claudio AlvarezDerrengados, descalzos, sucios, tras pasar m¨¢s de 12 horas navegando entre agua y porquer¨ªa dentro del gom¨®n, son trasladados a la zodiac que les acercar¨¢ de 15 en 15 al Dignity I.Claudio AlvarezCada cent¨ªmetro de una patera vale dinero.Claudio AlvarezEl buen tiempo impulsa la salida de migrantes tras pagar de 500 a 1.200 euros a los traficantes.Claudio AlvarezBarcazas con capacidad para 50 personas, con 135 migrantes a bordo y a la deriva.Claudio AlvarezUna botella de medio litro de agua, un paquete de comida energ¨¦tica (una especie de pasta arenosa color marr¨®n claro y que sabe a cereales salados), una toalla y un par de calcetines negros para cada persona rescatada.Claudio AlvarezEl paso por Libia y la estancia hasta conseguir la posibilidad de embarcarse hacia Italia es una etapa dur¨ªsima del periplo de los migrantes.Claudio AlvarezLas mafias dan un m¨®vil por sat¨¦lite en cada bote para que pidan auxilio.Claudio AlvarezLa primera opci¨®n del MSF es siempre trasladar a los migrantes a otra nave para poder seguir buscando pateras. Y aunque no les gusta demasiado dejar a los migrantes en manos de militares (que les dispensan un trato menos humano, los uniformados los reciben con mascarilla y los fotograf¨ªan de frente y perfil) el Dignity debe transferir los 472 migrantes a un buque militar italiano, el Avere.Claudio AlvarezUn migrante suele ejercer de patr¨®n de barco a cambio de pagar medio pasaje.Claudio AlvarezLas zodiacs les va acercando los chalecos salvavidas naranjas que contrastan con el negro de la piel.Claudio AlvarezReparto de mantas en la cubierta de popa del Dignity I.Claudio AlvarezLa m¨¦dico de la misi¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ atiende junto a la enfermera Lizzi a un imnigrante en el hospital del barco.Claudio AlvarezAmanece en el Dignity I.El agua ha entrado casi por todos lados y el equipo de MSF Espa?a ha decidido repartir a los migrantes por las cubiertas superiores que est¨¢n repletas de cuerpos descansando envueltos en mantas grises.Claudio AlvarezEl mar est¨¢ muy picado. Demasiado para los que llevan horas en la cubierta principal cubiertos con mantas.Claudio AlvarezEn la cubierta superior ya pueden avistar, a lo lejos, tierra firme. ¡°?Italy, Italy!¡±Claudio AlvarezAmanece y el Dignity se dirige rumpo Porto Empedocle (Sicilia), donde las autoridades italianas aguardan el desembarco de 256 migrantes que fueron rescatados hace dos d¨ªas frente a las costas libias.Claudio AlvarezEl desembarco se hace lento y, a pesar de que comienza a las 8.00 de la ma?ana en punto, no termina hasta las 10.00. Casi m¨¢s que un rescate en alta mar.Claudio Alvarez
