A la iglesia con turbante

Unos hombres barbudos y con turbantes de colores regalan todas las tardes un plato de dhal ¡ªlentejas con especias¡ª?y arroz con curri picante a quienes entran en el templo. Son indios sijs,?que han instalado su iglesia en Madrid en un local cerca de la plaza de Tirso de Molina. El domingo llegan a la celebraci¨®n religiosa hasta 200 fieles. En la Comunidad de Madrid ya hay 900 lugares de culto no cat¨®licos, la mayor¨ªa en peque?os locales, un n¨²mero que ya supera a las 700 parroquias de la regi¨®n, seg¨²n la Conferencia Episcopal.

Lavapi¨¦s es un escaparate de la transformaci¨®n religiosa de la capital. All¨ª, Jacoba Fern¨¢ndez, cat¨®lica de 77 a?os, ha visto como la procesi¨®n de San Cayetano es cada vez m¨¢s corta y la presencia de extranjeros, m¨¢s amplia. Fern¨¢ndez va todas las tardes a misa de siete y, en los 350 metros que recorre hasta su parroquia, se cruza en el camino con los musulmanes que acuden a rezar cinco veces al d¨ªa a las mezquitas del barrio. "Aqu¨ª cada uno tiene su creencia y nunca ha habido problemas", asegura.

En la Comunidad de Madrid se han registrado ante el Ministerio de Justicia al menos 400 nuevos lugares de culto no cat¨®licos desde 2000. La mayor¨ªa son de cristianos evang¨¦licos, que han florecido sobre todo en el barrio de Tetu¨¢n. Un letrero en la calle de Almansa anuncia un "local en alquiler, ideal para iglesia peque?a". El due?o es Marcelino de Antona, vecino de toda la vida del barrio de Cuatro Caminos y propietario tambi¨¦n de Casa Eladio, uno de los pocos restaurantes espa?oles que quedan en la zona, donde abundan los bares caribe?os. De Antona relata que en su local hubo un banco y un pub, pero hace ocho a?os se lo alquil¨® a unos dominicanos para montar una iglesia. Estuvieron ah¨ª hasta el 2013. "El d¨ªa que se fueron, ellos mismos se lo alquilaron a otra iglesia, unos filipinos", recuerda.

Budistas, baha'is, mormones, hind¨²es... M¨¢s de 10 religiones conviven en Madrid. Algunas de las iglesias se han convertido en un atractivo tur¨ªstico, como las c¨²pulas doradas de la ortodoxa rusa de Santa Mar¨ªa Magdalena, en Pinar del Rey. Otras atraen practicantes a la vez que clientes: en la mezquita de la M-30, mientras los musulmanes rezan, muchos espa?oles comen en el restaurante Alzahra. Tambi¨¦n ocurre en Malasa?a con los hare krishna, una rama del hinduismo. "La manera principal de mantener nuestro centro es con un restaurante vegetariano al que viene mucha gente", cuenta Marcos B¨¢scones, monje del lugar.