Revolucionar la moda con papel y l¨¢piz
El ilustrador Antonio L¨®pez trabaj¨® para Karl Lagerfeld y Charles James. Descubri¨® a Jerry Hall e introdujo a modelos negros
El ilustrador de moda Antonio L¨®pez conoci¨® a Jerry Hall una noche de principios de los setenta en Par¨ªs, en el Club Sept. ?l y su socio y compa?ero, Juan Ramos, no se quedaron ni una noche en casa de los siete a?os que vivieron en la capital francesa. Jerry Hall tambi¨¦n era una habitual. Ella llevaba un vestido de lam¨¦ dorado que le hab¨ªa hecho su madre para triunfar en la pista de baile. Antonio L¨®pez no pudo resistirse. Se acerc¨® y le pidi¨® que posara para ¨¦l. As¨ª empez¨® una amistad ¨ªntima, que pudo incluso acabar en matrimonio antes de que Mick Jagger apareciera en escena. As¨ª comenzaron todas las amistades de Antonio L¨®pez. ?l se acercaba a quien le inspirara para poder dibujarles y convertirles en futuros modelos. As¨ª lo hizo con Grace Jones, a quien descubri¨® en el metro de Nueva York. Y en esas relaciones repos¨® parte de su ¨¦xito. ¡°Fue una estrella¡±, recuerda Roc¨ªo Aranda-Alvarado, comisaria de El Museo del Barrio, la instituci¨®n cultural del barrio de Harlem en Nueva York, que le dedica ahora una retrospectiva a este artista que revolucion¨® la moda en las d¨¦cadas de los sesenta y setenta a trav¨¦s de sus dibujos para dise?adores y revistas.
Titulada Antonio L¨®pez: Future Funk Fashion y abierta hasta finales de noviembre, la exposici¨®n reivindica su figura en esta industria porque fue de los primeros en introducir modelos negros. ¡°Alguien me dijo hace poco que Antonio L¨®pez fue el Michael Kors de entonces. Con la diferencia de que ¨¦l era ilustrador. Nunca quiso ser dise?ador porque no le gustaba lo referente a los negocios. ?l prefer¨ªa el lado creativo¡±.
Adem¨¢s, se consideraba un artista de la calle. Por muchos amigos ricos y famosos que tuviera a lo largo de su vida, prefer¨ªa retratar ¡°a personas reales¡± antes que a maniquies profesionales. Entre los m¨¢s de 400 dibujos y fotos reunidos en la exposici¨®n, muchos de coleccionistas privados, como la del dise?ador Narciso Rodriguez, aparecen Diana Ross, Oscar de la Renta, Billy Idol. Era amigo de Paloma Picasso, Mick Jagger, Tina Turner. Pero Antonio L¨®pez sigui¨® toda su vida buscando modelos callejeros. ¡°?l dec¨ªa: ¡®Nosotros somos de la calle y reflejamos la calle¡¯. Y efectivamente trajo esa influencia a la alta costura¡±, contin¨²a la comisaria. Trabaj¨® con bailarines de hip hop del sur del Bronx y grafiteros. Con mujeres reales de todas las razas. Descubri¨® a las modelos Pat Cleveland, a Tina Chow.
¡°Ten¨ªa mucha conciencia social y racial¡±, explica Aranda-Alvarado. Nacido en Puerto Rico en 1943, emigr¨® con sus padres a Nueva York con solo 7 a?os y se cri¨® en el Harlem hispano. Su padre hac¨ªa maniqu¨ªes y su madre era modista, de ah¨ª su relaci¨®n con la moda. ¡°Entendi¨® muy joven, antes de hacer p¨²blica su homosexualidad, su posici¨®n en la sociedad [como puertorrique?o]. ?l dec¨ªa: ¡®Yo me di cuenta de que perteneciendo a una minor¨ªa, idolatraba todo el que fuera rubio y de ojos azules¡¯. Pero entendi¨® esa posici¨®n marginada de la sociedad, e influy¨® todo lo que pens¨® y cre¨®¡±.
L¨®pez dibujaba a modelos negros y esos dibujos acababan en los talleres de sus amigos dise?adores, Karl Lagerfeld?¡ªquien lo dej¨® vivir en un apartamento de su madre en Par¨ªs¡ª, Charles James¡ O en publicaciones como The New York Times, Women¡¯s Wear Daily o Interview, la revista que fund¨® Andy Warhol. De hecho, L¨®pez y Warhol fueron contempor¨¢neos, y completamente opuestos en sus planteamientos. Mientras Warhol se enfocaba en las superestrellas, L¨®pez segu¨ªa movi¨¦ndose en la calle. ¡°Eran amienemigos¡±, dice Aranda-Alvarado. Y L¨®pez acept¨® que quien se llevara toda la atenci¨®n medi¨¢tica en la ¨¦poca fuera Warhol.
La exposici¨®n ahora intenta devolverle el foco. Aunque la ilustraci¨®n de moda sea un arte que se est¨¢ perdiendo, desde sus dibujos, el artista puertorrique?o cambi¨® muchas cosas. ¡°Fue un visionario. Cuando empez¨® a hacer ilustraci¨®n era un arte aburrido, de cat¨¢logo, muy de blancos, ¨¦l dec¨ªa que le hizo una transfusi¨®n de sangre¡±.
A los 44 a?os, en 1987, muri¨® de sida, despu¨¦s de pelear la enfermedad durante a?os, como relata en sus exhaustivos diarios. En sus ¨²ltimas ilustraciones inclu¨ªa cuerpos de hombre fracturados, probablemente porque present¨ªa su final.
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