Mentir en directo por televisi¨®n
El gr¨¢fico trucado de Pablo Casado: cuando la tentaci¨®n de enga?ar es m¨¢s grande que el sentido del rid¨ªculo
Hay algo m¨¢s rid¨ªculo que hacerse trampas al solitario. Es hac¨¦rselas a la vista de todos y con una c¨¢mara grabando el truco. La ciencia de la psicolog¨ªa debe tener alguna explicaci¨®n para una conducta tan temeraria, pero cuesta entender c¨®mo alguien con aspiraciones pol¨ªticas, que ya tiene una notable proyecci¨®n p¨²blica, que pretende representar la renovaci¨®n del partido y que en ese momento representa unas siglas a las que votan casi un tercio de los electores, puede atreverse a exhibir un gr¨¢fico trucado de manera tan burda en directo y en televisi¨®n.
En el debate a siete emitido por TVE, Pablo Casado exhibi¨® un cuadro de barras que ¡°demostraba¡± que con el gobierno del PP, el gasto social se ha disparado a?o tras a?o. Daba la impresi¨®n, por el tama?o de las barras, que con el PP el gasto social se hab¨ªa multiplicado por siete. Pero no, simplemente hab¨ªa pasado de 180.000 euros anuales a 187.000. Un primer truco que ya hemos visto otras veces, que consiste en romper los ejes. La columna se supone que viene de muy abajo, y est¨¢ cortada. Si se representara entera, se ver¨ªa que apenas hay variaci¨®n. Pero la segunda, y m¨¢s grave alteraci¨®n, no era solo un efecto ¨®ptico: era directamente una mentira. El tama?o de las columnas mostraba un aumento sostenido del gasto social, que en realidad en 2014 y 2015 fue inferior a 2013, como podr¨ªa haberse visto en las cifras situadas junto a las barras. Como era dif¨ªcil que nadie las viera en una exhibici¨®n destinada ¨²nicamente a crear una impresi¨®n r¨¢pida, ni siquiera tom¨® la precauci¨®n de quitarlas. Pero luego, incomprensiblemente, alguien del equipo de campa?a colg¨® el gr¨¢fico en la web y apenas unos minutos despu¨¦s, era pasto de los comentarios m¨¢s jocosos en las redes sociales.
?Realmente pens¨® Casado que podr¨ªa colar un gr¨¢fico tan mentiroso y chapucero sin que nadie lo advirtiera? Si lo pens¨®, hay que concluir que tiene la percepci¨®n nublada. Y si pens¨® que nadie lo advertir¨ªa, lo que est¨¢ seriamente nublado es el sentido de la ¨¦tica, adem¨¢s de la percepci¨®n, pues implica que tienen un muy bajo concepto de la inteligencia de los conciudadanos a los que aspira a representar.
Puestos a esbozar alguna explicaci¨®n, podr¨ªamos apuntar la teor¨ªa de sem¨¢foro. Es aplicable a aquel individuo que comienza con peque?as trampas, pasando el sem¨¢foro en ¨¢mbar, y cuando comprueba que no tiene consecuencias y nadie le afea su conducta, se conf¨ªa y cada vez apura m¨¢s. Conforme crece su sentido de la impunidad, m¨¢s atrevido se vuelve, y al final, acaba salt¨¢ndose el sem¨¢foro en rojo. Primero son peque?as distorsiones en el relato o la interpretaci¨®n de las cifras, mentirijillas sin consecuencias; luego viene la mentira gruesa y la estrategia del enga?o; y queda impune, al final llega a la gran corrupci¨®n.
?Podemos fiarnos de un candidato que es capaz de mentirnos tan descaradamente y con semejante sentido de la impunidad? ?Podemos dejar en sus manos la gesti¨®n de algo que tenga que ver con el bien com¨²n? ?Podemos permitir que alguien insulte nuestra inteligencia de esa manera? ?Son igual de fiables los otros datos de sus intervenciones? ?Y los que ofrece Rajoy, son igual de fiables? Y por ¨²ltimo, si hubiera sido candidato en otro pa¨ªs allende los Pirineos, ?seguir¨ªa en campa?a?
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