Maz¨®n no puede seguir
El presidente valenciano se escuda en la tarea de reconstrucci¨®n para eludir su responsabilidad en el origen de la tragedia
Una tragedia de la magnitud de la riada de Valencia, con 216 muertos y 16 desaparecidos y una destrucci¨®n sin precedentes en este siglo, no se merece una explicaci¨®n como la que el presidente de la Comunidad Valenciana, el popular Carlos Maz¨®n, dio ayer en las Cortes auton¨®micas. El president compareci¨® 17 d¨ªas despu¨¦s del desastre del 29 de octubre para dar cuenta de la gesti¨®n de su Gobierno, pidi¨® disculpas de manera gen¨¦rica, recit¨® una serie de datos para dar cuenta de la dimensi¨®n de la cat¨¢strofe y dijo la obviedad de que hay que mejorar la prevenci¨®n, pero endos¨® los fallos a otras administraciones, la central o las municipales.
El presidente de la Comunidad se present¨® como un simple espectador de la tragedia. De hecho, no estuvo cuando hubo que tomar las decisiones cr¨ªticas el d¨ªa fat¨ªdico, y en su comparecencia de este viernes segu¨ªa sin estar al frente de sus responsabilidades como el l¨ªder pol¨ªtico que se present¨® hace a?o y medio a unas elecciones prometiendo a sus conciudadanos hacerse cargo de su seguridad y de su bienestar. La parte central del an¨¢lisis de esta dana consiste en determinar si el d¨ªa 29 de octubre se pudieron tomar medidas que evitaran la muerte de m¨¢s de doscientas personas. En dos horas y media de discurso ante las Cortes valencianas, Maz¨®n no se lo pregunt¨®. Instituciones como la universidad o una decena de municipios suspendieron clases con la ¨²nica informaci¨®n de la alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet), lo que deja en evidencia la inacci¨®n temeraria del Gobierno de Maz¨®n, quien ayer no dio ninguna respuesta a esta omisi¨®n. Igualmente, con una alerta por lluvias similar esta semana, el mismo Gobierno ha suspendido la actividad.
Una vez eludida la cuesti¨®n central, el presidente valenciano se pleg¨® a la estrategia pol¨ªtica dise?ada desde la sede madrile?a del Partido Popular en la calle G¨¦nova para derivar las acusaciones hacia la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera. Pese a la abundante prueba documental que existe en sentido contrario y publicada ya en muchos medios de comunicaci¨®n, Maz¨®n argument¨® que su Gobierno careci¨® de informaci¨®n suficiente y a tiempo de lo que estaba ocurriendo y se?al¨® especialmente a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car (CHJ), dependiente del Ministerio de Ribera. Maz¨®n lleg¨® a culpar a los responsables del organismo de no facilitar informaci¨®n en la reuni¨®n aquella tarde del Centro de Coordinaci¨®n Operativa Integrado (Cecopi), el equipo de coordinaci¨®n de la emergencia. Entre omisiones, imprecisiones y medias verdades, la responsabilidad siempre fue de otros. ¡°Fall¨® el sistema¡±, lleg¨® a sostener Maz¨®n, como si ¨¦l no fuera el m¨¢ximo responsable del mismo en la Comunidad que sufri¨® la cat¨¢strofe.
En cambio, el presidente Maz¨®n no aclar¨® ninguno de los interrogantes que deja su agenda en aquella jornada, convertida en objetivo de investigaci¨®n period¨ªstica ante la falta de transparencia de su Gobierno sobre qu¨¦ hizo el president el d¨ªa de la peor tragedia en la Comunidad en varias d¨¦cadas. Tras 11 d¨ªas de opacidad, EL PA?S adelant¨® que el jefe del Ejecutivo valenciano hab¨ªa estado ese d¨ªa en una larga comida que no figuraba en su agenda oficial y que se prolong¨® desde las tres hasta las seis de la tarde, cuando el Cecopi hab¨ªa sido convocado a las cinco y mientras buena parte de la provincia de Valencia estaba ya inundada. Cuando trascendi¨® la noticia de que hab¨ªa estado comiendo tres horas con una periodista, el propio Maz¨®n se excus¨® diciendo que el restaurante estaba al lado del Palau de la Generalitat. Ayer argument¨® ante las Cortes valencianas que lleg¨® tarde a la reuni¨®n de coordinaci¨®n de la emergencia porque hab¨ªa mucho tr¨¢fico. Cada intento de descender a los detalles sobre su agenda aquel d¨ªa a?ade una nueva versi¨®n a las ya acumuladas. El uso de la mentira en este contexto tan dram¨¢tico se vuelve especialmente insoportable.
Las dos comisiones de investigaci¨®n sobre la cat¨¢strofe que Maz¨®n anunci¨® ¡ªen las Cortes valencianas¡ª y reclam¨® ¡ªen el Congreso de los Diputados¡ª tienen todo el sentido y son imprescindibles. La dana del 29 de octubre debe investigarse y analizarse en profundidad y con serenidad para sacar conclusiones de cara a un futuro de meteorolog¨ªa incierta. Pero para que eso sea posible es imprescindible tambi¨¦n que antes se haya sustanciado la responsabilidad pol¨ªtica m¨¢s obvia. No se puede hablar de futuro con quien tiene su futuro pol¨ªtico cegado. El presidente que no cog¨ªa el tel¨¦fono en las horas cr¨ªticas del d¨ªa m¨¢s peligroso para sus ciudadanos no puede usar la futura tarea de reconstrucci¨®n de los da?os como un parapeto autoexculpatorio. Maz¨®n no puede seguir al mando, su salida de la presidencia de la Generalitat valenciana es inevitable. Lo sabe ¨¦l y lo sabe su partido. Es un lastre demasiado pesado para un partido que aspira a gobernar Espa?a.
Valencia, que ha luchado tanto tiempo para quitarse de encima el estigma de una corrupci¨®n muy ligada a las siglas del PP en esta misma comunidad aut¨®noma, se ve envuelta ahora en un funesto y patente ejemplo de dejaci¨®n de funciones de un servidor p¨²blico que ha dado la vuelta al mundo. Este peri¨®dico ha pedido durante tres semanas posponer la exigencia de responsabilidades pol¨ªticas hasta que se supere la etapa m¨¢s dram¨¢tica de la emergencia, que a¨²n impone condiciones de vida muy duras a miles de personas. Tras escuchar el discurso de Maz¨®n ayer, resulta evidente que su salida debe producirse lo antes posible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.