Desvelos de algunos socialistas

Hacer lo mismo, de la misma forma, suele producir los mismos resultados. Si el PSOE pretende ¡°rehacerse¡± siguiendo el mismo camino que ha recorrido en la ¨²ltima d¨¦cada, es decir, sin afrontar las grandes cuestiones a las que hay que hacer frente en un pa¨ªs europeo en estos momentos, sus resultados electorales ser¨¢n los previsibles y podr¨¢ estar en la oposici¨®n los quince o veinte pr¨®ximos a?os. Por lo menos, es lo que piensa un sector del PSOE que encara el pr¨®ximo congreso, en oto?o, buscando respuestas a esas preguntas y una nueva v¨ªa, no necesariamente vinculada a alguno de los actuales dirigentes.

La primera constataci¨®n que debe hacerse el PSOE en estos momentos es que Podemos es un partido que ha conseguido una representaci¨®n parlamentaria notable y que, con sorpasso o sin ¨¦l, la izquierda va a estar dividida en Espa?a durante mucho tiempo. Podemos ha cometido errores y su ¨²ltima campa?a ha estado equivocada, a la luz de los objetivos no cumplidos, pero es un partido (como Ciudadanos) que nace de la quiebra de la confianza en los grupos pol¨ªticos tradicionales y de la evidencia de que la generaci¨®n nacida en los primeros a?os 70 ha experimentado un cambio cultural y pol¨ªtico sensible.

Podemos ha conseguido una representaci¨®n parlamentaria notable y la izquierda va a estar dividida en Espa?a durante mucho tiempo

Sea quien sea su l¨ªder, el PSOE tiene una dif¨ªcil tarea por delante, al igual que otros partidos socialistas europeos: comprender los cambios sociales que se han producido y adaptar sin miedo sus proyectos a esa nueva situaci¨®n, sin perder al mismo tiempo de vista sus objetivos tradicionales de lograr una mayor igualdad y justicia. Tiene que ser capaz de combinar pol¨ªticas decididamente antiausteridad y decididamente proeuropeas. Tiene que estudiar y ver qu¨¦ es aprovechable en Espa?a del interesante programa econ¨®mico elaborado por el ministro laborista en la sombra John Mc Donnell. Tiene que ser capaz de examinar sin prejuicios propuestas de otros ¨¢mbitos como la renta b¨¢sica universal o mecanismos para aliviar los efectos pol¨ªticos de una poblaci¨®n envejecida, incluido el voto a los 16 a?os o la incorporaci¨®n de inmigrantes que adquieran en plazos relativamente cortos derechos pol¨ªticos. Tiene que tener la audacia de preguntarse, como escribe Jochen Bittner, en la revista alemana Die Zeit, hasta qu¨¦ punto el escepticismo creciente sobre la democracia est¨¢ justificado. Porque lo que parece evidente es que los sistemas pol¨ªticos democr¨¢ticos no est¨¢n cumpliendo sus promesas y que por ese agujero asoman ya, en parte de Europa y en todo el mundo, reg¨ªmenes autoritarios y personajes inquietantes como el h¨²ngaro Viktor Orban, el americano Donald Trump o el austriaco Hofer.

El PSOE tiene que ser capaz de examinar sin prejuicios propuestas de otros ¨¢mbitos como la renta b¨¢sica universal

La idea de la democracia ha pasado ya muchas crisis y siempre ha salido de ellas demostrando su capacidad de adaptaci¨®n. Eso es precisamente lo que ahora est¨¢ en duda y a lo que la izquierda socialista debe hacer frente con tanto vigor como el que necesita para afrontar el reto de la desigualdad creciente. El soci¨®logo espa?ol Juan Linz escribi¨®: ¡°La democracia exige que la gente crea que puede lograr sus fines a trav¨¦s del voto (¡­) si los votantes se dan cuenta de que esto no es posible, el propio sistema ser¨¢ descartado¡±.

De todo esto deber¨ªa estar preocup¨¢ndose el PSOE, por mucho que algunos de sus dirigentes pasen hoy todo su tiempo calculando los beneficios de una abstenci¨®n en la investidura de un gobierno del PP. Decidan lo que decidan, por favor, no proclamen que no ten¨ªan otro remedio. El Partido Popular puede obtener la mayor¨ªa que necesita sin necesidad del PSOE. Es su responsabilidad, del PP y de nadie m¨¢s, llegar a un acuerdo con Ciudadanos y con el PNV para formar gobierno. Todo consiste en que Mariano Rajoy descubra qu¨¦ tiene que pagar.