Argelia estrecha el cerco contra las voces m¨¢s cr¨ªticas
Varios periodistas han sido encarcelados por criticar al presidente Buteflika
Corren malos tiempos para la libertad de expresi¨®n en Argelia. Y eso que all¨ª no suele haber l¨ªneas rojas a la hora de informar. Tomemos un ejemplo: el presidente, Abdelaziz Buteflika, se dej¨® ver el 5 de julio en p¨²blico sentado en su silla de ruedas para conmemorar el 57? aniversario de la independencia del pa¨ªs, tras pasar varios meses enclaustrado en su palacio. Pero Buteflika no consigui¨® acallar las inquietudes sobre su salud. Dos d¨ªas despu¨¦s, el medio digital TSA se?al¨® que el presidente est¨¢ ¡°cada vez m¨¢s enfermo¡± y que ¡°parece desconectado de las realidades m¨¢s dif¨ªciles del pa¨ªs¡±.
Hay libertad para criticar. Pero esa libertad est¨¢ siendo torpedeada a medida que los medios barajan la opci¨®n de que Buteflika no logre concluir su cuarto mandato, que expira en 2019. Este lunes un tribunal de Argel ha condenado a un bloguero a dos a?os de c¨¢rcel por criticar al presidente. Y el martes fue liberado un general en la reserva tras pasar nueve meses en prisi¨®n por criticar al hermano del presidente. Ahora, el Gobierno ha aprobado una ley que restringe la libertad de expresi¨®n de los militares en reserva.
Y a eso se a?ade el pulso que libra el clan Buteflika contra el hombre m¨¢s rico del pa¨ªs, el empresario Issad Rebrab, de 71 a?os. Rebrab es due?o del diario Libert¨¦. Y adem¨¢s compr¨® en abril el peri¨®dico en ¨¢rabe El Khabar, segundo m¨¢s le¨ªdo del pa¨ªs, y la televisi¨®n privada KBC, del mismo grupo. Mucho poder es ¨¦se en un pa¨ªs donde no est¨¢ tan claro qui¨¦n ostenta el poder. As¨ª que el Gobierno denunci¨® en junio a Rebrab por monopolio y un tribunal anul¨® este mi¨¦rcoles la compra. Previamente, otro tribunal dict¨® prisi¨®n condicional para el director de la cadena, el productor de un programa sat¨ªrico y la funcionaria del Ministerio de Cultura que otorg¨® el permiso de rodaje al canal.
El citado art¨ªculo de TSA advert¨ªa: ¡°Despu¨¦s del caos econ¨®mico, Buteflika est¨¢ llevando a Argelia hacia una dictadura que oculta su nombre¡±.
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