18 fotosAcoger a marchas forzadasUna crisis imprevista y casi desconocida obliga a las agencias internacionales a trabajar contrarreloj para convertir un antiguo campo de Malawi en un lugar digno para los refugiados mozambique?osCarlos Mart¨ªnezCarlos Laorden ZubimendiMalawi - 15 jul 2016 - 10:13CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn Kapise, una aldea fronteriza, las casas de los habitantes de la zona (en el centro de la imagen, est¨¢n rodeadas de chozas endebles de paja, madera y cualquier otro material v¨¢lido. Los vecinos de Kapise acogieron a quienes hu¨ªan de la violencia y les cedieron terreno para levantar sus refugios. Carlos Mart¨ªnezSin embargo, Kapise se encuentra a apenas dos minutos en coche de la l¨ªnea fronteriza (el camino de tierra que se ve en la imagen) que separa Malawi de Mozambique. Los est¨¢ndares de Acnur exigen que los campos est¨¦n al menos a 50 kil¨®metros de la frontera. Hay refugiados, muchos de los cuales vienen del ¨¢rea m¨¢s cercana al l¨ªmite territorial, que no quieren trasladarse a Luwani desde Kapise.Carlos Mart¨ªnezLos habitantes de Kapise se han beneficiado de la presencia de refugiados por la escuela y el centro m¨¦dico provisionales que se han levantado all¨ª, pero piden que se los mantengan cuando el pueblo deje de ser un asentamiento para volver a ser una zona de tr¨¢nsito. Tambi¨¦n preocupa el efecto medioambiental que haya podido tener la tala de bosques y recogida de otros materiales para la construcci¨®n de refugios.Carlos Mart¨ªnez"No me ir¨¦ de aqu¨ª. ?No volver¨¦ a Mozambique ni me ir¨¦ a Luwani! ?Me tendr¨¦is que sacar muerta!", grita enfadada esta mujer. Ciertos rumores aumentan la reticencia de muchos refugiados a ir a Luwani. Otros, los que no han sufrido la violencia directamente, simplemente esperan a ver c¨®mo evolucionan las cosas y algunos han vuelto a sus casas.Carlos Mart¨ªnezKapise tiene otras desventajas, adem¨¢s de la falta de espacio y la cercan¨ªa con la frontera. Su altura lo convierte en un lugar fr¨ªo en esta ¨¦poca del a?o, y los refugios no son los m¨¢s adecuados para proteger del viento. Se escuchan toses por todas partes. Carlos Mart¨ªnezA su llegada al campo de Luwani desde Kapise u otros puntos de Malawi, los trabajadores de las agencias y organizaciones que gestionan el campo, como Acnur o Acci¨®n contra el Hambre, explican a los refugiados las normas del mismo, los enseres y alimentos que se les van a entregar y algunas instrucciones de higiene y saneamiento.Carlos Mart¨ªnezEn el ¨²ltimo a?o m¨¢s de 10.000 mozambique?os han llegado a Malawi en busca de refugio o asilo por la violencia desatada en ciertas provincias de su pa¨ªs. Cuando el n¨²mero de llegadas se dispar¨®, el Gobierno malau¨ª decidi¨® reabrir el viejo campo de refugiados de Luwani, para aliviar la situaci¨®n en Kapise, un pueblo fronterizo donde se hab¨ªa organizado un asentamiento. Acnur, junto al Ejecutivo y distintas agencias y ONG, trata de convertir el recinto en un lugar digno para acoger a todos. En la imagen, vista de algunos refugios en el propio Luwani.Carlos Mart¨ªnezDespu¨¦s, los reci¨¦n llegados reciben enseres como mantas y otros materiales y una bolsa con comida para los primeros d¨ªas y para que recuperen fuerzas tras el traslado, con pan, manteca de cacahuete, jud¨ªas, vegetales, at¨²n y una bebida energ¨¦tica. Los ni?os m¨¢s peque?os reciben alimentos especialmente destinados para ellos. Carlos Mart¨ªnezAl llegar a Luwani los refugiados se instalan en unas tiendas de la llamada zona de tr¨¢nsito para que se acostumbren a la vida all¨ª y descansen despu¨¦s del traslado mientras se les asigna un lugar definitivo.Carlos Mart¨ªnez"Tenemos que tirar de imaginaci¨®n y aprovechar todo lo que nos llega", explica Fadela Novak-Irons, responsable de Acnur para la emergencia. Al no ser una crisis enorme, medi¨¢tica, los recursos no sobran (especialmente en el contexto actual). Acnur coordina a todas las organizaciones participantes, desde Acci¨®n contra el Hambre a Plan Internacional, pasando por el Servicio Jesuita para los Refugiados o el Programa Mundial de Alimentos, entre otros. La Cooperaci¨®n Espa?ola est¨¢ entre los donantes internacionales.Carlos Mart¨ªnezEn Luwani hab¨ªa una escuela para los habitantes de la aldea cercana que se ha reforzado para atender tambi¨¦n a los refugiados. Aunque la idea es que se integren cuanto antes, la norma general es que los mozambique?os vayan m¨¢s retrasados acad¨¦micamente que los malau¨ªs. Y aunque muchos tienen la ventaja de compartir el idioma local, el chichewa, otros tienen un doble reto para aprender esta lengua adem¨¢s del ingl¨¦s.Carlos Mart¨ªnezLa iniciativa 'Mary's meals', a imagen y semejanza de otras gestionadas por el Programa Mundial de Alimentos en otros puntos de Malawi y del mundo, sirve a todos los alumnos del centro escolar (malau¨ªs y mozambique?os) unas gachas de avena enriquecidas que son un seguro nutricional para los m¨¢s peque?os en un lugar donde la comida no sobra. Casi todos los refugiados del campo se quejan de que las raciones que se reparten no alcanzan.Carlos Mart¨ªnezLas medicinas tampoco sobran en el centro m¨¦dico, que se ha rehabilitado porque no ten¨ªa siministro de agua ni electricidad. Se ha instalado un dep¨®sito de agua y se han renovado las tuber¨ªas. Su puesta en marcha favorece tambi¨¦n a la comunidad local, que tambi¨¦n se beneficia la atenci¨®n que presta M¨¦dicos sin Fronteras.Carlos Mart¨ªnezLos trabajos de demaraci¨®n y renovaci¨®n del campo avanzan a marchas forzadas. "Todo depende de los fondos", apunta Novak-Irons, la responsable de la emergencia. Trabajadores locales se emplean en las obras y los refugiados participan en la construcci¨®n de sus refugios tras recibir formaci¨®n adecuada. Carlos Mart¨ªnezLos refugios cuentan con una peque?a parcela delante y detr¨¢s para garantizar la dignidad de los refugiados y permitirles desarrollar alg¨²n tipo de actividad. Hay quien ha montado alg¨²n puesto de venta, y otros ya han empezado a cultivar nabos y otros alimentos. Tambi¨¦n hay clubes de j¨®venes, de adultos, de mujeres y de ni?os y zonas comunes que se piensan habilitar para el cultivo.Un refugio para una familia en Luwani tiene dos habitaciones. En la imagen puede verse una de ellas. Se espera que pronto los refugiados puedan cubrir las paredes con ladrillo. Los mozambique?os toman la iniciativa y muchos han trabajado en el exterior por su propia cuenta para mejorar las que ahora son sus viviendas.Carlos Mart¨ªnezEn Luwani se ha trabajado para que todo el mundo tenga una fuente a menos de 300 metros de su refugio, como marcan los est¨¢ndares de Acnur. Otro reto es construir una letrina particular para cada familia.Carlos Mart¨ªnezVarios ni?os llenan cubos de agua en Kapise. Los pozos de agua s¨ª quedar¨¢n a beneficio de la comunidad. Carlos Mart¨ªnez