Winona Ryder: ¡°Vuelvo al lugar que me corresponde¡±
Tras dos a?os de retiro voluntario, la actriz regresa con la serie de Netflix ¡®Stranger Things¡¯
Desde el momento en el que Winona Ryder abre la puerta para conversar con EL PA?S, una r¨¢faga de nostalgia sabor a?os ochenta llena la habitaci¨®n. La chica que sol¨ªa usar botas Dr. Martens y ten¨ªa un aire g¨®tico que enamor¨® Johnny Depp apenas ha cambiado. "Me lo dicen mucho. Es agradable escuchar algo as¨ª. Pero, bueno...", suspira agradecida. Tampoco ha cambiado su tono de voz suave, como un susurro, que acompa?a a sus ojos expresivos. Ryder, a sus 44 a?os, es la misma int¨¦rprete que con 17 a?os ya hab¨ªa conquistado Hollywood como musa de Tim Burton. Es la misma pero a la vez una mujer nueva, esa que sin pesares ni arrepentimientos confiesa que ha vivido. "Y es toda una liberaci¨®n, porque finalmente interpreto mujeres de mi edad. Me encuentro en el lugar que me corresponde", afirma la protagonista de?Inocencia interrumpida (1999). Liberada pero, como siempre, t¨ªmida, porque Winona Ryder encontr¨® la fama pero nunca la busc¨®. Y esa dualidad la ha acompa?ado toda su carrera, en los momentos de gloria, en los de verg¨¹enza ajena y en los que ahora disfruta, volviendo a aquello que m¨¢s le gusta, la interpretaci¨®n.
El regreso de la ¨²ltima inspiraci¨®n del dise?ador Marc Jacobs se titula Stranger Things, una serie de Netflix donde interpreta a una madre trabajadora cuyo hijo desaparece s¨²bitamente. La ficci¨®n ambientada en los a?os ochenta supone el veh¨ªculo que pondr¨¢ de nuevo a la actriz en el punto de mira. "Necesitaba tomarme un tiempo, poner mis pensamientos en orden, desenchufarme de todo y buscar otras cosas", confiesa la dos veces candidata al Oscar por La edad de la inocencia (1993) y Mujercitas (1994).
Estos dos ¨²ltimos a?os en San Francisco los pas¨® estudiando Ling¨¹¨ªstica y Etimolog¨ªa. Tambi¨¦n fue oyente en las clases de Noam Chomsky en Berkeley. "Con mis contactos tengo la suerte de asistir sin estar matriculada", r¨ªe bribona la ahijada del escritor Timothy Leary que contaba con Allen Ginsberg o Lawrence Ferlinghetti como amigos de la familia.
Tiempo de reflexi¨®n
Adem¨¢s, aprovech¨® su retiro temporal para ver cine, mucho cine, "hasta 500 veces la misma pel¨ªcula", recuerda. De Audrey Hepburn, Katharine Hepburn, Bette Davis, Gena Rowlands. "Papeles de mujeres rotas", apunta mientras a?ade que son sus preferidas. En este lapso ausente tuvo tiempo para disfrutar de su relaci¨®n con el dise?ador de moda Scott Mackinlay Hahn. "Llevo seis a?os muy felices", dice la estadounidense que por lo general es reservada con su vida privada. Tambi¨¦n fue un buen momento para reflexionar sobre sus a?os junto a Depp que como dice no tienen nada que ver con las acusaciones de abuso que pesan contra el actor. "No acabo de entenderlo", afirma confusa. "Lo nuestro fue hace mucho, mucho, tiempo y con ello no quiero ni desvirtuar la relaci¨®n, que fue muy especial, ni aprovecharme de ella", antecede a su respuesta. "Pero yo solo conozco en Johnny a un tipo muy bueno, decente y maravilloso", le defiende.
Volviendo al presente, Ryder no puede sentirse m¨¢s satisfecha con su trabajo actual. Da igual que sea en televisi¨®n y parte de un reparto m¨²ltiple donde no se siente estrella. "S¨¦ que es dif¨ªcil de entender pero nunca quise ser el centro de atenci¨®n. No me quejo y solo puedo dar las gracias por las oportunidades que he tenido en mi carrera, pero la fama te a¨ªsla. La presi¨®n me pudo cuando ten¨ªa 20 a?os. Ya me lo advirtieron y no lo entend¨ª. Y mis 30 fueron a?os muy extra?os, en eso estoy de acuerdo -acepta en una velada alusi¨®n al arresto y posterior juicio que vivi¨® tras robar en unos grandes almacenes de lujo-. No quiero decir que saliera quemada pero lo que es cierto es que con la edad uno acaba sinti¨¦ndose m¨¢s c¨®modo en su propia piel".
L¨¢grimas, agua y jab¨®n
Winona Ryder confiesa que para mantener su piel sana sigue los consejos de su abuela, ¡°que se limitan a agua y jab¨®n¡±, dice del truco que ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n en la familia Horowitz, su nombre de pila. Los a?os de profesi¨®n le han ense?ado algunos m¨¢s, como relajar la frente y ¡°evitar la cara de sorpresa¡±. A veces son trucos que requieren ayuda como las pesta?as postizas que ha usado para darle una mayor vitalidad a su mirada delante de los fot¨®grafos en la alfombra roja. ¡°Pero me hacen parecer un poco borracha as¨ª que no s¨¦ si lo volver¨¦ a hacer¡±, asegura. Para lo que no hay truco es para llorar. ¡°Soy al¨¦rgica a los productos que se utilizan para llorar as¨ª que necesito un tiempo, pero las l¨¢grimas que ves en pantalla siempre son m¨ªas¡±.
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