Espa?a frente a la amenaza yihadista
Las mutaciones del terrorismo global obligan a los servicios de inteligencia a una continua y r¨¢pida actualizaci¨®n de la informaci¨®n
Los espa?oles son conscientes de la amenaza que para nuestro pa¨ªs supone el terrorismo yihadista. En mayo de 2015, un 92,5% de los entrevistados en el Bar¨®metro del Real Instituto Elcano (BRIE) lo consideraba la principal amenaza que afronta nuestro pa¨ªs, cifra que supon¨ªa un incremento de 8,5 puntos porcentuales respecto a la obtenida en abril de 2014. Seg¨²n un sondeo del Parlamento Europeo llevado a cabo en abril de 2016, cuatro de cada 10 espa?oles est¨¢n convencidos de que, en estos momentos, la posibilidad de que se produzca un atentado terrorista en Espa?a es alta.
Pero s¨®lo el 60,5% de los entrevistados en el BRIE consideraba que se estaba haciendo lo debido en la lucha contra el terrorismo yihadista. Esta valoraci¨®n cr¨ªtica refleja probablemente cuestiones ajenas a la mera respuesta policial y contrasta con las numerosas operaciones antiterroristas del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, la Guardia Civil y los Mossos d¡¯Esquadra desde 2013 hasta mayo de 2016, como resultado de las cuales se detuvo a m¨¢s de un centenar y medio de individuos, un 81,6% de ellos por implicaci¨®n en actividades relacionadas con el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) y el 18,4%, por su vinculaci¨®n a la rama magreb¨ª de Al Qaeda o una de sus organizaciones asociadas.
Esas operaciones antiterroristas constituyen la manifestaci¨®n m¨¢s visible de la respuesta que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (FCSE) y las polic¨ªas auton¨®micas competentes en sus respectivas demarcaciones est¨¢n dando a la actuaci¨®n de individuos o entramados relacionados con el terrorismo yihadista. Respuesta que les obliga a una continua y r¨¢pida actualizaci¨®n de sus conocimientos e inteligencia debido a las mutaciones del yihadismo global y la diversificada manera como la amenaza terrorista inherente al mismo afecta a nuestro pa¨ªs. Pero se trata de una respuesta no exenta de problemas.
Despu¨¦s del 11-M, responsables policiales y del ministerio p¨²blico optaron por anticipar operaciones antiterroristas para desbaratar posibles atentados en fase de planificaci¨®n o preparaci¨®n. Esta perspectiva ha sido decisiva para que en Espa?a no se haya registrado, desde el episodio suicida de Legan¨¦s, el 3 de abril de 2004, un nuevo acto de terrorismo yihadista. Tambi¨¦n es valiosa por su efecto disuasorio sobre individuos cuyo reclutamiento hubiera sido reciente y su grado de implicaci¨®n limitado. Pero suele proporcionar pruebas menos s¨®lidas que las recabadas tras investigaciones m¨¢s prolongadas y requiere razonamientos legales basados en evidencias circunstanciales, lo cual incide sobre las sentencias dictadas.
Tras los atentados de Par¨ªs y de Bruselas, las actitudes negativas hacia los musulmanes son compartidas ya por el 50% de los espa?oles
En cualquier caso, desde el inicio de la actual movilizaci¨®n relacionada con la insurgencia yihadista en Siria e Irak, un cambio introducido en las estructuras espa?olas de seguridad interior puede contribuir a atenuar algunos de esos problemas. Nos referimos a la fusi¨®n, en 2014, del Centro Nacional de Coordinaci¨®n Antiterrorista (CNCA) y del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) en el nuevo CITCO, organismo m¨¢s id¨®neo para, adem¨¢s de coordinar investigaciones sobre terrorismo yihadista, trazar sus conexiones con la delincuencia organizada. Tambi¨¦n deber¨ªan contribuir a minimizar los problemas derivados del enfoque anticipatorio las nuevas disposiciones sobre terrorismo del C¨®digo Penal, en vigor desde julio de 2015.
En suma, ante una amenaza yihadista como la actual, la de mayor intensidad en la ¨²ltima d¨¦cada, Espa?a debe mantener y mejorar tanto las capacidades como la coordinaci¨®n antiterrorista de las FCSE, de las polic¨ªas auton¨®micas competentes en materia de terrorismo y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Nuestro pa¨ªs tiene igualmente que continuar adaptando y actualizando el tratamiento jur¨ªdico del terrorismo, sin obviar asuntos cruciales que afectan a un apropiado enjuiciamiento criminal de los detenidos, para que las instituciones judiciales sean, adem¨¢s de garantistas en la protecci¨®n de derechos fundamentales y libertades p¨²blicas, m¨¢s eficaces frente al yihadismo.
Por otra parte, el componente aut¨®ctono y el exponente homegrown que en Espa?a denota el yihadismo, en especial respecto a la destacada presencia de segundas generaciones, reclaman una implementaci¨®n efectiva y localizada, en distintos ¨¢mbitos y en diversas ¨¢reas de actuaci¨®n, del Plan Estrat¨¦gico Nacional de Lucha contra la Radicalizaci¨®n Violenta (PEN-LRV) aprobado en enero de 2015. Ello requiere tanto una necesaria cobertura institucional a distintos niveles de gobierno como el adecuado concurso de las entidades concernidas de la sociedad civil, sin empoderar a aquellas entidades, dentro de las comunidades isl¨¢micas, que no compartan los principios de la democracia liberal.
Hay que evitar que el terrorismo produzca divisiones y fracturas que distancien a la poblaci¨®n musulmana que es parte de la sociedad espa?ola del resto de la poblaci¨®n
Adem¨¢s, apremia que en paralelo se desarrollen iniciativas p¨²blicas y privadas que incrementen nuestra resiliencia social frente al terrorismo yihadista. Se trata de evitar que este fen¨®meno produzca divisiones y fracturas que distancien a la poblaci¨®n musulmana que es parte de la sociedad espa?ola del resto de la poblaci¨®n. Otro sondeo reciente, en esta ocasi¨®n del Pew Research Center, llevado tambi¨¦n a cabo en abril de 2016, pone de manifiesto que, tras los atentados de Par¨ªs y de Bruselas, las actitudes negativas hacia los musulmanes son compartidas ya por el 50% de los espa?oles.
Por su parte, el componente for¨¢neo y b¨¢sicamente marroqu¨ª de la actividad terrorista relacionada en nuestro pa¨ªs con el fen¨®meno yihadista, as¨ª como el hecho de que la mayor¨ªa de los mencionados detenidos estuviesen integrados en c¨¦lulas, grupos o redes transnacionales, hace imperativo que se sostengan y desarrollen mecanismos de cooperaci¨®n internacional. Una cooperaci¨®n que en su faceta bilateral se refiere principal pero no exclusivamente a Marruecos y en la multilateral especialmente a la Uni¨®n Europea. A Espa?a corresponde, adem¨¢s, favorecer iniciativas leg¨ªtimas de la comunidad internacional en zonas del exterior que son foco de la amenaza del terrorismo yihadista.
En cualquier caso, los resultados de aplicar en y desde Espa?a pol¨ªticas frente a la amenaza del terrorismo yihadista depender¨¢n de que se sustenten en un amplio consenso parlamentario. Una oportunidad para consolidarlo la ofrece la revisi¨®n pendiente de la Estrategia Integral Contra el Terrorismo Internacional y la Radicalizaci¨®n (EICTIR), aprobada en 2010 por el Gobierno de Espa?a y ratificada en 2012 por un nuevo Ejecutivo de nuestro pa¨ªs, en vigor desde entonces. Existe adem¨¢s un mecanismo para ello desde 2015, el acuerdo para afianzar la unidad en defensa de las libertades y en la lucha contra el terrorismo, conocido como pacto antiyihadista.
Fernando Reinares es investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano, catedr¨¢tico en la Universidad Rey Juan Carlos y adjunct professor en la Universidad de Georgetown. Carola Garc¨ªa-Calvo es investigadora en el Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano y profesora asociada en la Universidad Pontificia de Comillas.
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