La conciencia bien tranquila

Se dice que en Espa?a se vive bien. Y debe ser verdad. Dicen que ser¨¢ por el clima, a saber, ?el de Almer¨ªa o el de Langreo? Por la comida, por el paisaje o el paisanaje¡­ Debe ser un poco por todo, pero si uno mira detenidamente lo que mejor sienta al cutis es la conciencia tranquila. Ah¨ª le duele. Los espa?oles tenemos la conciencia tranquila. La culpa es de los dem¨¢s, siempre. De los pol¨ªticos de izquierda o derecha, de Venezuela, del FMI o de los extranjeros que nos tienen envidia o de los otros que son inmigrantes. Dormimos tranquilos la siesta, a pierna suelta, porque no nos importa la corrupci¨®n, ni las cuentas opacas, ni el fracaso escolar. Percibimos las anomal¨ªas como algo normal, es decir, no las percibimos. Si el chorizo es de nuestro pueblo, club o sindicato le aplaudimos; nunca se nos ocurre pensar que lo que se pierde es de todos. Nos importa un pimiento el medio ambiente, si se arrasa el litoral, el porqu¨¦ de que a?o tras a?o se haga negocio con los incendios. Nos tumbamos en la playa a ver la plaga de medusas que son culpa del Ayuntamiento, o de los ecologistas¡­ A nosotros lo ¨²nico que nos moviliza es que nuestro equipo gane, empate, suba o baje.¡ª Jos¨¦ Luis Peira. Oviedo.