El tiempo apremia
La urgencia de formar Gobierno exige exprimir los plazos al m¨¢ximo
Resulta dif¨ªcil de comprender la parsimonia con las que se est¨¢ conduciendo el proceso de investidura del jefe del Gobierno. Es cierto que existen numerosas reglas y formalismos, de un anacronismo exasperante, que fuerzan la dilaci¨®n sin sentido del proceso. Pero tambi¨¦n es cierto que la clase pol¨ªtica, incluida la Jefatura del Estado, parece sentirse tan c¨®moda en este r¨¦gimen de indolencia que ni siquiera hace por exprimir los m¨¢rgenes de los que s¨ª dispondr¨ªa. Qu¨¦ impide al rey Felipe VI haber convocado para hoy mismo la ronda de consultas y finalizarla el s¨¢bado, en lugar de darse hasta el martes para iniciarla, es una pregunta leg¨ªtima cuando llevamos siete meses sin Gobierno y hay decisiones urgentes en el horizonte.
Editoriales anteriores
Vivimos en el reino de la confusi¨®n y el oscurantismo. El primero que ha de despejar obst¨¢culos y dudas es el partido encabezado por Mariano Rajoy. Esta fuerza pol¨ªtica sigue sin explicar las razones del apoyo recibido de grupos soberanistas para la Mesa del Congreso, situaci¨®n que ha causado el enfado de Albert Rivera, cuyo partido hab¨ªa anunciado su abstenci¨®n en la investidura de Rajoy, y que ahora amenaza con votar en contra si hay pacto entre el PP y los nacionalistas. Se comprende que una fuerza pol¨ªtica nacida como alternativa a los soberanistas no quiera verse mezclada con estos en la reelecci¨®n de Rajoy, pero tampoco debe llevar al extremo la dificultad surgida. Ciudadanos ha salido muy bien parado en la constituci¨®n de la Mesa del Congreso, lo cual invita a matizar la reacci¨®n a las incidencias que surjan por el camino.
En todo caso, la formaci¨®n del nuevo Gobierno depende en gran medida del PSOE. Este partido no necesita respaldar a Rajoy, ni avalar la acci¨®n del futuro Ejecutivo con un voto positivo, ni mucho menos incorporarse al Gabinete. Lo que s¨ª tiene que hacer es no obstaculizar la constituci¨®n del Gobierno, por medio de la abstenci¨®n. Ni las urgencias en materia econ¨®mica, ni la negociaci¨®n pendiente con Bruselas, ni la necesidad de mantener la guardia alta en materia de seguridad permiten dilaciones.
La prioridad absoluta es la de hacer posible el pacto que d¨¦ v¨ªa libre a un nuevo Ejecutivo, corrigiendo la fallida legislatura precedente. Para ello se necesita el concurso de las principales fuerzas pol¨ªticas y, si es preciso, la capacidad de arbitraje que la Constituci¨®n atribuye al jefe del Estado. De ning¨²n modo se puede perder el tiempo en maniobras miopes, como si diera igual tener un Gobierno en funciones que un poder ejecutivo legitimado por la investidura de su presidente y sometido al control parlamentario. Sobran los vaivenes t¨¢cticos de cara a la galer¨ªa: cuanto antes se llegue al final del proceso, mejor para todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.