?Por qu¨¦ las agujetas son peores dos d¨ªas despu¨¦s del ejercicio?
Justo cuando parec¨ªa que el reto estaba superado, el dolor se manifiesta con m¨¢s fuerza que nunca. Las teor¨ªas que lo explican
Un d¨ªa nos pica el gusanillo del deporte y nos lanzamos a la calle (o al gimnasio). Correr, pilates, abdominales y hasta sentadillas. Y cuando acabamos nos sentimos como Rocky en lo m¨¢s alto del podio. Hasta ah¨ª, todo perfecto. Pero, pasadas 24 o 48 horas de nuestro desaf¨ªo deportivo, las agujetas asoman silenciosamente y se apoderan de nuestro cuerpo, haciendo que un simple gesto con la mano o subir por las escaleras sea un verdadero martirio.
El secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Jos¨¦ S¨¢nchez-Ferrer, explica qu¨¦ son: ¡°Un s¨ªndrome doloroso, con p¨¦rdida de fuerza muscular (hasta un 10-12%), que se produce tras ejercicios de alta intensidad y en m¨²sculos muy concretos, encargados sobre todo de la propulsi¨®n, como gemelos o cu¨¢driceps¡±. Aunque las agujetas sean dolorosas y causen diversas molestias, es preciso aclarar, dice S¨¢nchez-Ferrer, ¡°que no se pueden considerar una lesi¨®n, sino una frecuente alteraci¨®n muscular en la cual podemos notar dolor y rigidez muscular despu¨¦s de un esfuerzo f¨ªsico intenso o poco habitual¡±. Pero ?por qu¨¦ cuando parece que hab¨ªamos superado el reto con dignidad, aparecen, 48 horas despu¨¦s?
Dos posibles explicaciones
Para el fisioterapeuta S¨¢nchez-Ferrer, la causa principal se debe ¡°a un proceso de metabolizaci¨®n de prote¨ªnas que se destruyen durante el ejercicio y que tienen un ciclo aproximadamente de 48 horas¡±. Durante ese per¨ªodo, ¡°se producen grandes descargas de radicales libres, es decir, sustancias muy irritantes para las fibras musculares y para sus terminaciones nerviosas¡±. Especifica, adem¨¢s, que la localizaci¨®n del dolor ¡°es variada y se asienta, sobre todo, en los tejidos muscular y fascial (membrana que recubre los m¨²sculos)¡±. Esta afirmaci¨®n va en l¨ªnea con un estudio, publicado por la revista European Journal of Applied Physiology (2015), que determin¨® que la fascia era m¨¢s sensible (a las agujetas) que el m¨²sculo en s¨ª, por lo que esta membrana es lo que realmente nos causa molestias y no tanto las fibras musculares.
La fascia (membrana que recubre el m¨²sculo) es m¨¢s sensible que las fibras musculares. Es ah¨ª donde sentimos las agujetas
Sin embargo, existe una segunda teor¨ªa. Para el fisioterapeuta y director del centro Fisioterapia Goya de Madrid, Andr¨¦s S¨¢nchez D¨¢vila, la cuesti¨®n determinante es la temperatura: "Las fibras que se rompen alcanzan, durante la actividad, altas temperaturas (oscilan entre los 35? y 55?). Tiempo m¨¢s tarde, cuando se enfr¨ªan y se someten a movimientos, provocan ese inc¨®modo dolor agudo". Por eso, explica S¨¢nchez D¨¢vila, las mayores molestias suelen aparecer al levantarse de la cama al d¨ªa siguiente o en las 48 horas siguientes al ejercicio. Como es l¨®gico, las punzadas aparecer¨¢n con m¨¢s probabilidad en ¡°alg¨²n grupo muscular que no acostumbramos a usar diariamente. Nuestros pacientes que se inician con Pilates son el mejor ejemplo. No hay ninguno que no las sufra en la zona abdominal, gl¨²teos y piernas¡±, remata S¨¢nchez D¨¢vila.
Agua fr¨ªa y estiramientos
Para evitar los lamentos del segundo d¨ªa (o disminuirlos), antes de empezar esa hora de spinning, es preciso ¡°aumentar la temperatura muscular con un calentamiento pre-ejercicio. Cuando la actividad haya terminado, es recomendable una ducha con agua fr¨ªa. Y adem¨¢s, es buena idea tomar regularmente vitamina C y prote¨ªnas para que la musculatura no se debilite" sugiere S¨¢nchez-Ferrer.
Una vez que han aparecido las agujetas, aconseja, durante las primeras 48 horas, ¡°disminuir la rigidez y el dolor para facilitar la reabsorci¨®n de la inflamaci¨®n mediante ba?os de inmersi¨®n, duchas fr¨ªas y criomasajes¡±. Despu¨¦s de este tiempo, agrega el fisioterapueta, es recomendable la ¡°hidrotermoterapia (spa, jacuzzi, infrarojos), masajes suaves (para disminuir el tono muscular) o estiramientos al l¨ªmite del dolor (para flexibilizar la musculatura y, tambi¨¦n, disminuir el tono)¡±.
Y nada de agua con az¨²car. El remedio casero para aliviar el dolor muscular es un mito. ¡°Definitivamente, no previene la aparici¨®n del dolor. Tampoco su ingesta despu¨¦s del ejercicio ayuda a su alivio¡±, concluye S¨¢nchez-Ferrer.
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