El m¨ªtico diluvio chino fue real
Los ge¨®logos descubren evidencias de la Gran Inundaci¨®n que origin¨® la civilizaci¨®n china
Un grupo de arque¨®logos, ge¨®grafos, ge¨®logos y antrop¨®logos chinos, junto a colegas norteamericanos, han hallado evidencias s¨®lidas de la (hasta ahora) m¨ªtica Gran Inundaci¨®n, o diluvio asi¨¢tico, que desbord¨® el R¨ªo Amarillo y dio origen a la dinast¨ªa Xia, hace unos 4.000 a?os, y con ella al origen de la civilizaci¨®n china. Los Xia basaron su ¨¦xito pol¨ªtico en su eficaz control de la cat¨¢strofe. Los cient¨ªficos han reconstruido el terremoto y el corrimiento de tierras que caus¨® uno de los mayores desbordamientos de la prehistoria, y han corregido en varios siglos las dataciones de los historiadores.
Los historiadores han situado el comienzo de la dinast¨ªa Xia en unos 4.200 a?os antes del presente, pero, si ese acontecimiento pol¨ªtico coincidi¨® con el desbordamiento catastr¨®fico del R¨ªo Amarillo, la geolog¨ªa dicta que debe redatarse en 3.940 a?os antes del presente, m¨¢s de dos siglos despu¨¦s de lo que se supon¨ªa. Esto es importante, porque hace coincidir la emergencia de la dinast¨ªa Xia con un hecho hist¨®rico capital: la transici¨®n del neol¨ªtico a la edad de bronce en el valle del Amarillo.
Los cient¨ªficos han reconstruido el terremoto y el corrimiento de tierras que caus¨® uno de los mayores desbordamientos de la prehistoria, y han corregido en varios siglos las dataciones de los historiadores
La Gran Inundaci¨®n aparece mencionada en las obras historiogr¨¢ficas chinas m¨¢s primitivas, como el Shujing (libro de documentos), que incluye cuatro cap¨ªtulos dedicados a la dinast¨ªa Xia, y el Shiji (registros del gran historiador), escrito en el 85 antes de cristo por Sima Qian.
Un h¨¦roe legendario llamado Yu ¨Cdespu¨¦s emperador Yu¡ª ostenta el cr¨¦dito de haber amansado el diluvio por la escasamente mitol¨®gica tecnolog¨ªa del dragado, y recibi¨® de alg¨²n modo el mandato divino de fundar la dinast¨ªa Xia y la civilizaci¨®n china. Un potaje m¨ªstico que, al final, parece contener algunos ingredientes de realidad, como todo buen cuento.
La historia del emperador Yu circul¨® de firma oral durante un milenio antes de aparecer en esos primitivos libros de historia. Es l¨®gico, tal vez, que un buen n¨²mero de acad¨¦micos la hayan puesto en duda, conjeturando que se trata de un mito proveniente de la noche de los tiempos, mucho m¨¢s viejo de los 4.000 a?os que se le atribuyen, y que ¨Cde un modo parecido a los mitos occidentales del diluvio universal¡ª se revisti¨® por entonces de cierta respetabilidad hist¨®rica con el simple objetivo de justificar un cambio de r¨¦gimen. Es un escepticismo l¨®gico: se han dado casos.
Ni el mito es exactamente un mito, ni proviene de la noche de los tiempos, sino de la ¨¦poca de la gran transici¨®n cultural que cambi¨® el mundo por entonces
Pero los datos que Qinglong Wu, Shibiao Bai y sus colegas de dentro y fuera de China presentan en Science restan mucha raz¨®n a los esc¨¦pticos. Ni el mito es exactamente un mito, ni proviene de la noche de los tiempos, sino de la ¨¦poca de la gran transici¨®n cultural que cambi¨® el mundo por entonces ¨Cel inicio de la edad de Bronce¡ª, y tambi¨¦n del origen de la dinast¨ªa que centraliz¨® y civiliz¨® el continente, aunque con un par de siglos de error sobre la versi¨®n previa.
Los datos son duros y poco cuestionables: sedimentos caracter¨ªsticos que se depositaron r¨ªo abajo de la provincia de Qinghai, magnitudes (enormes) de las fuerzas que desataron la inundaci¨®n, dataciones por radiocarbono de muestras vegetales y huesos humanos, y otras evidencias muy s¨®lidas. Concluyen que ¡°la inundaci¨®n exhibe las principales caracter¨ªsticas de la Gran Inundaci¨®n que describen los textos antiguos¡±. La historia de la humanidad y la de la geolog¨ªa del planeta est¨¢n m¨¢s unidas de lo que acostumbramos a asumir.
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