?Cree que, cumplida su sentencia de c¨¢rcel, Otegi puede participar en pol¨ªtica?

Estos son los comentarios m¨¢s relevantes hasta el momento:

Parte de la sociedad espa?ola se echa las manos a la cabeza porque una persona que ha cumplido su sentencia haya salido de prisi¨®n e intente presentarse a las elecciones vascas del pr¨®ximo 25-S. Recalco la salida de la c¨¢rcel, porque es la prisi¨®n la que tiene como primordial objetivo la reinserci¨®n social y, si Otegi ha entendido que la violencia no es el camino de la independencia de Euskadi, sino que la senda es a trav¨¦s de las instituciones y las urnas, deber¨ªa poder presentarse a los comicios vascos, como se present¨® ¡ªtras la Ley de Amnist¨ªa¡ª Fraga a pesar de ser ministro franquista y firmar sentencias de muerte.

Carlos Urien Men¨¦ndez

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Una sentencia judicial impide a Otegi presentarse a los pr¨®ximos comicios en Euskadi. Quienes dicen que su presencia en el parlamento la han de decidir los electores olvidan que las sentencias las deciden los jueces, no los electores, y tambi¨¦n que Otegi est¨¢ inhabilitado por sus delitos, no por sus ideas. Y si de democracia hablamos, recordar que si Otegi estuviera en el parlamento no ser¨ªa por una decisi¨®n de los ¡°electores vascos¡±, sino por la de una minor¨ªa dispuesta a aplaudir sus fechor¨ªas, frente a una mayor¨ªa a la cual le repugnar¨ªa la presencia en el parlamento de un delincuente que, no lo olvidemos, todav¨ªa no habr¨ªa cumplido su pena porque parte de ella consiste, precisamente, en su inhabilitaci¨®n.

Ricardo Moreno Castillo

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Los agradecimientos expresados por Otegi tras los apoyos mostrados por Iglesias (Podemos) y Garz¨®n (IU) ante la exclusi¨®n del dirigente proetarra de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas vascas, muestran el tipo de ambig¨¹edad,¡ªcuando no complacencia¡ª, de los dirigentes de la izquierda en Espa?a con los l¨ªderes batasunos. Las legales sentencias judiciales son claras contra Otegi, por sus delitos de colaboraci¨®n con la banda terrorista. Y que Iglesias y Garz¨®n, l¨ªderes que se sientan en el Congreso de los Diputados, donde reside la soberan¨ªa nacional de todos los espa?oles que lucharon contra el terrorismo etarra, sean condescendientes con un condenado por terrorismo, es un insulto a la inteligencia y a la libertad. Esperemos que el amiguismo de Iglesias y Garz¨®n con Otegi, no sea aceptado por los votantes de Podemos e IU, y sepan pasarles factura a esos dos desmemoriados, que parecen haberse olvidado de la barbarie de muertes y persecuci¨®n que supusieron ETA y quienes les apoyaban y jaleaban. Bien por PP y C?s en impugnar a Otegi; y lamentable el silencio pasota del PSOE.

David Garc¨ªa

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Me indigna y me asquea como a cualquier ciudadano de buena fe, que el se?or Arnaldo Otegui se presente como candidato a Lehendakari por la coalici¨®n abertzale EH-Bildu. Creo, sin embargo, que el debate se est¨¢ planteando err¨®neamente en t¨¦rminos pol¨ªticos, todos los partidos se han pronunciado: unos a favor y otros en contra, cuando realmente la decisi¨®n sobre si debe o no presentarse como candidato corresponde dirimirla ¨²nica y exclusivamente a los jueces.

Sobre Otegui pesa una sentencia firme de la Audiencia Nacional que le inhabilita para cualquier cargo p¨²blico hasta 2021, tras una condena a 10 a?os, de los que cumpli¨® algo m¨¢s de la mitad por ordenar la reconstrucci¨®n de la ilegalizada HB.

Flaco favor le estamos haciendo al estado de derecho y a la independencia del poder judicial, si hay injerencia de un poder sobre otro y no se garantiza algo tan sustancial en las democracias occidentales como es la separaci¨®n de poderes.

Patricio Simo

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La conquista social del estado de derecho debe conservarse y desarrollarse. Para que as¨ª sea, las tendencias minoritarias deben tener v¨ªas de expresi¨®n social. Y no debe ser cuestionado por el Estado , sino apoyado, que las organizaciones pol¨ªticas minoritarias elijan a sus representantes. No todos los parlamentarios de la historia de la nueva democracia en Espa?a han condenado el golpe de estado del 1936 y la consiguiente guerra civil y dictadura del General Franco y las fuerzas sociales que la ejercieron.

Jer¨®nimo Artiles Vizcaino

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No creo que sea materia opinable si tiene o no derecho, es una cuesti¨®n jur¨ªdica a resolver en la sede judicial. O bien la sentencia lo mantiene inhabilitado, o no. Y punto, como todo el mundo, no s¨¦ por qu¨¦ los pol¨ªticos tienen que tener un tratamiento diferente. Cosa distinta son nuestras opiniones pol¨ªticas, que en modo alguno deben influir en lo que debe ser una decisi¨®n jur¨ªdica. De lo contrario convertimos este pa¨ªs en una pura selva.

Luis Barrionuevo Rubio

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Soy de los que piensan que hay que poner cuantos medios sean necesarios para cerrar, de una vez, la siniestra etapa de ETA, incluso con cierta generosidad por parte del Estado. Tambi¨¦n creo que las v¨ªctimas de ETA merecen todo el respeto por parte de todos, incluidos los que no dudan en manipularlas con fines electorales. Aclarado esto, el se?or Otegi ha tenido una estrecha relaci¨®n con ETA y, por tanto, por el bien de todos, deber¨ªa abstenerse de estar en la vida p¨²blica y de participar en pol¨ªtica. A no ser que est¨¦ dispuesto a pasarse su vida pidiendo perd¨®n por los cr¨ªmenes de ETA. Ser¨ªa lo mejor para todos, incluidos los etarras, si es que queda alguno, y los que han sido etarras.

?ngel Villegas

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Ignoro si se debe a ambig¨¹edad en la redacci¨®n de las leyes o a imprecisi¨®n en las sentencias de los jueces, pero es inadmisible que no sepamos con certeza la situaci¨®n exacta de Arnaldo Otegi respecto de su candidatura a lehendakari del Gobierno Vasco.

La inhabilitaci¨®n del candidato no deber¨ªa estar sometida a debate medi¨¢tico, pero menos a¨²n a debate jur¨ªdico, como es el caso, porque es inaudito y hasta desestabilizador. Los ciudadanos tenemos derecho a que no exista este nivel de crispaci¨®n sobre cuestiones que deber¨ªan ser de una nitidez incontestable.

Dionisio Rodr¨ªguez Castro

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