El ejemplo de Obama
Los pol¨ªticos espa?oles deber¨ªan imitar las pol¨ªticas del presidente de EE UU con la ciencia
Uno de los primeros discursos que Barack Obama pronunci¨® al asumir la presidencia en 2009, concretamente el 27 de abril, fue en el lugar m¨¢s representativo de la ciencia estadounidense, la National Academy of Sciences. Que eligiera tal lugar, y tan pronto, ya dice mucho del valor que Obama daba a la investigaci¨®n cient¨ªfica. Merece la pena recordar algo de lo que declar¨® entonces.
Otros art¨ªculos del autor
Explicando que la academia que estaba visitando hab¨ªa sido fundada por el presidente Abraham Lincoln en medio de la guerra civil estadounidense, Obama manifest¨® que ¡°Lincoln rechaz¨® aceptar que el ¨²nico prop¨®sito de nuestra naci¨®n fuese la mera supervivencia¡±. ¡°Esta es la historia americana¡±, a?ad¨ªa, ¡°incluso en los tiempos m¨¢s dif¨ªciles, enfrentados a los problemas m¨¢s duros, nunca hemos sucumbido al pesimismo, nunca hemos rendido nuestros destinos al azar, hemos perseverado; hemos trabajado duro; hemos buscado nuevas fronteras¡±.
Reconoc¨ªa, y detallaba, Obama los complejos problemas de ¨ªndole social a los que su pa¨ªs, y el mundo, se enfrentaban. ¡°En este dif¨ªcil momento¡±, manifest¨®, ¡°hay quienes dicen que no podemos permitirnos invertir en ciencia, que apoyar la investigaci¨®n es un lujo en momentos definidos por necesidades. Estoy totalmente en desacuerdo. La ciencia es esencial para nuestra prosperidad, nuestra seguridad, nuestra salud, nuestro medio ambiente y nuestra calidad de vida, m¨¢s de lo que lo ha sido en cualquier tiempo pasado¡±.
No pretendo pasar revista aqu¨ª a sus ocho a?os de mandato, aunque no puedo olvidar que ha sido durante su presidencia y con su apoyo expl¨ªcito que en 2013 se puso en marcha un proyecto para establecer un mapa de la actividad cerebral (Brain Activity Map Project), con el prop¨®sito de estudiar todas las se?ales enviadas por las neuronas y determinar c¨®mo los flujos producidos por esas se?ales a trav¨¦s de redes neuronales se convierten en pensamientos, sentimientos y acciones. Al defender el proyecto, que present¨® de forma oficial en abril de 2013, Obama no olvid¨® se?alar, junto a los beneficios econ¨®micos que se esperaban, que el proyecto deber¨ªa abrir el camino para desarrollar tecnolog¨ªas esenciales para comprender enfermedades como las de Alzheimer y Parkinson, al igual que para encontrar nuevas terapias para diversas enfermedades mentales, adem¨¢s de albergar el potencial de ayudar en el avance de la inteligencia artificial. Ese proyecto formar¨¢ parte de lo mejor de su legado.
Lo que me interesa destacar es que el l¨ªder de una naci¨®n se convirtiera en portavoz de una de las habilidades que ennoblecen a los humanos
Lo que realmente me interesa destacar aqu¨ª es el hecho de que el l¨ªder de una naci¨®n diese su voz, se convirtiera en portavoz, de una de las habilidades que ennoblecen a los humanos: la capacidad de comprender y poner a su servicio los fen¨®menos de la naturaleza. Y que lo hiciese con grandeza y belleza. Los (supuestos) liderazgos que se autoadjudican los pol¨ªticos espa?oles carecen, repito, de cualquier atisbo de grandeza y belleza, son mezquinos.
En el caso al que me estoy refiriendo, el de la ciencia, pregunt¨¦monos: ?qu¨¦ parte forma del discurso de los pol¨ªticos espa?oles en estos ya largos meses en los que, se supone, deben hablar del futuro que desean para Espa?a? Seguramente, en alg¨²n punto de sus programas no falta el apartado correspondiente; ese, mil veces citado, que habla de elevar el I+D+i o cosas similares, pero, en primer lugar, la pol¨ªtica es cuesti¨®n de confianza y, al menos para quien escribe estas l¨ªneas, escarmentado por tantas promesas incumplidas, no existe tal confianza. Es necesario ilusionar, educando al mismo tiempo.
Dejemos ahora el conjunto de la clase pol¨ªtica espa?ola, y pensemos en quien acaso tenga m¨¢s posibilidades de encabezar el pr¨®ximo Gobierno, el se?or Mariano Rajoy y el Partido Popular. Deber¨ªamos saber si en el Ejecutivo que tiene en mente se repetir¨¢ el que la ciencia est¨¦ englobada en el Ministerio de Econom¨ªa y Competitividad. La ciencia necesita voz propia al m¨¢s alto nivel; no basta, no ha bastado, una Secretar¨ªa de Estado. Claro que en cuanto a voz y a presencia apoyando a la ciencia, el mayor debe es de quien m¨¢s se deber¨ªa esperar, el se?or Rajoy, al que recuerdo en muchos actos relacionados con el deporte, no en cient¨ªficos ni en ¡°culturales¡±. Todo lo contrario que el rey Felipe VI, que adem¨¢s s¨ª ha mostrado en numerosas ocasiones su aprecio por la ciencia, esforz¨¢ndose por prestarle su voz.
Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron, Premio Nacional de Ensayo 2015, es miembro de la Real Academia Espa?ola y catedr¨¢tico de Historia de la Ciencia en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.