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Elliniko: de estadio Ol��mpico a campo de refugiados

Instalaciones abandonadas que fueron construidas para los Juegos Ol��mpicos en 2004, alojan hoy a unos 3.000 migrantes procedentes de Afganist��n y Siria

Grecia - 19 ago 2016 - 18:24CEST

M��dicos del Mundo ha estado trabajando en este estadio durante el ��ltimo a?o. Nuestro equipo lo componen un m��dico, una pediatra, dos psic��logos y cinco int��rpretes, que proporcionan atenci��n m��dica b��sica, apoyo psicol��gico y cuidados pedi��tricos. La cl��nica est�� ubicada en una estrecha franja de terreno que funcionaba como aparcamiento, justo en medio de dos campos de deporte. Muchas personan pasas sus d��as vagando alrededor de los campos de hockey y b��isbol para encontrar un espacio tranquilo donde sople algo de brisa del cercano mar Egeo, lo que siempre es un respiro entre las calurosas y atestadas tiendas de campa?a. En la imagen, un ni?o con sus padres en el campo de hockey. — M��dicos del Mundo ha estado trabajando en este estadio durante el ��ltimo a?o. Nuestro equipo lo componen un m��dico, una pediatra, dos psic��logos y cinco int��rpretes, que proporcionan atenci��n m��dica b��sica, apoyo psicol��gico y cuidados pedi��tricos. La cl��nica est�� ubicada en una estrecha franja de terreno que funcionaba como aparcamiento, justo en medio de dos campos de deporte. Muchas personan pasas sus d��as vagando alrededor de los campos de hockey y b��isbol para encontrar un espacio tranquilo donde sople algo de brisa del cercano mar Egeo, lo que siempre es un respiro entre las calurosas y atestadas tiendas de campa?a. En la imagen, un ni?o con sus padres en el campo de hockey.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

La pediatra Nikolitsa Koutrumaki toma la temperatura y mide los niveles de ox��geno en sangre a una paciente. Muchos de los ni?os y ni?as del campo sufren problemas respiratorios. Las autoridades planean cerrar Elliniko este mismo mes, pero parece que la decisi��n no es todav��a firme, o al menos no ha sido comunicada p��blicamente. Mientras tanto, M��dicos del Mundo seguir�� trabajando para asegurar que las personas con problemas de salud que habitan el campo sigan recibiendo el apoyo que necesitan. — La pediatra Nikolitsa Koutrumaki toma la temperatura y mide los niveles de ox��geno en sangre a una paciente. Muchos de los ni?os y ni?as del campo sufren problemas respiratorios. Las autoridades planean cerrar Elliniko este mismo mes, pero parece que la decisi��n no es todav��a firme, o al menos no ha sido comunicada p��blicamente. Mientras tanto, M��dicos del Mundo seguir�� trabajando para asegurar que las personas con problemas de salud que habitan el campo sigan recibiendo el apoyo que necesitan.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Acabamos de a?adir a nuestros servicios en el estadio una unidad dental m��vil. Desde hace apenas un mes, la dentista Sofia Kouva y su ayudante, Ippolyti Karvouni, ofrecen atenci��n bucodental gratuita a quienes viven en el campo. Sof��a puede llegar a atender a unos 15 pacientes diarios. A partir de septiembre, el 'medibus' odontol��gico comenzar�� un recorrido por varios campos de personas refugiadas en el norte y centro de Grecia. — Acabamos de a?adir a nuestros servicios en el estadio una unidad dental m��vil. Desde hace apenas un mes, la dentista Sofia Kouva y su ayudante, Ippolyti Karvouni, ofrecen atenci��n bucodental gratuita a quienes viven en el campo. Sof��a puede llegar a atender a unos 15 pacientes diarios. A partir de septiembre, el 'medibus' odontol��gico comenzar�� un recorrido por varios campos de personas refugiadas en el norte y centro de Grecia.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Antes de comenzar a trabajar en Elliniko, Martha prestaba atenci��n psicosocial como voluntaria de M��dicos del Mundo a bordo del ferry en el que viajaban los refugiados desde las islas griegas a la pen��nsula. Ahora presta esa misma atenci��n en la cl��nica del campo, en sesiones individuales. Tambi��n dirige las sesiones grupales que comenzaron hace unas semanas en una tienda m��s confortable y con m��s privacidad, donde la gente puede encontrarse y compartir sus preocupaciones. Martha dice: ��Nuestro objetivo es ayudar a normalizar los sentimientos de ansiedad, tristeza y frustraci��n para ayudar a las personas a encontrar una manera de sobrellevar la vida diaria en la comunidad��. — Antes de comenzar a trabajar en Elliniko, Martha prestaba atenci��n psicosocial como voluntaria de M��dicos del Mundo a bordo del ferry en el que viajaban los refugiados desde las islas griegas a la pen��nsula. Ahora presta esa misma atenci��n en la cl��nica del campo, en sesiones individuales. Tambi��n dirige las sesiones grupales que comenzaron hace unas semanas en una tienda m��s confortable y con m��s privacidad, donde la gente puede encontrarse y compartir sus preocupaciones. Martha dice: ��Nuestro objetivo es ayudar a normalizar los sentimientos de ansiedad, tristeza y frustraci��n para ayudar a las personas a encontrar una manera de sobrellevar la vida diaria en la comunidad��.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Un hombre afgano durante el rezo de la tarde, en medio de lo que fue el campo de hockey. Aunque existen recintos provisionales donde se puede orar cinco veces al d��a -seg��n la tradici��n del Islam- muchos prefieren hacerlo en su propia tienda. — Un hombre afgano durante el rezo de la tarde, en medio de lo que fue el campo de hockey. Aunque existen recintos provisionales donde se puede orar cinco veces al d��a -seg��n la tradici��n del Islam- muchos prefieren hacerlo en su propia tienda. Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Yalda siempre hab��a so?ado en licenciarse en literatura inglesa y ser profesora, algo casi imposible en Afganist��n. Desde que su hermano empez�� a trabajar con el ej��rcito estadounidense en Pakist��n, la familia �Cde cuatro miembros�C recib��a amenazas de muerte de los talibanes, por lo que decidieron dirigirse a Europa. ��Cuando llegamos hace seis meses, mont�� una escuela con otros compa?eros y compa?eras voluntarios. Dejo a mi familia sola durante todo el d��a para dar clases y apoyar a otras personas refugiadas y a organizaciones que trabajan en el campo. Las mujeres conf��an en m�� y acuden a buscarme cuando tienen una queja que plantear o quieren hablar de asuntos privados, as�� que se puede decir que soy una l��der no oficial de las mujeres en el campo de hockey��. — Yalda siempre hab��a so?ado en licenciarse en literatura inglesa y ser profesora, algo casi imposible en Afganist��n. Desde que su hermano empez�� a trabajar con el ej��rcito estadounidense en Pakist��n, la familia �Cde cuatro miembros�C recib��a amenazas de muerte de los talibanes, por lo que decidieron dirigirse a Europa. ��Cuando llegamos hace seis meses, mont�� una escuela con otros compa?eros y compa?eras voluntarios. Dejo a mi familia sola durante todo el d��a para dar clases y apoyar a otras personas refugiadas y a organizaciones que trabajan en el campo. Las mujeres conf��an en m�� y acuden a buscarme cuando tienen una queja que plantear o quieren hablar de asuntos privados, as�� que se puede decir que soy una l��der no oficial de las mujeres en el campo de hockey��.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Azimi, el artista que vino de Herat (Afganist��n). La primera vez que plant�� su estudio de pintura en la entrada del estadio de hockey, la direcci��n del campo de Elliniko se mostr�� remisa a permit��rselo. ��Ahora me facilitan pintura y otros materiales para el taller que organizo semanalmente para 50 estudiantes��. A principios de agosto, Azimi organiz�� la primera exposici��n de esta escuela provisional en el estadio de hockey. En estrecha colaboraci��n con un centro educativo liderado por personas refugiadas y voluntarias y con la gesti��n del campo, consigui�� mostrar tanto su propio trabajo como los dibujos y trabajos de artesan��a elaborados por sus estudiantes. — Azimi, el artista que vino de Herat (Afganist��n). La primera vez que plant�� su estudio de pintura en la entrada del estadio de hockey, la direcci��n del campo de Elliniko se mostr�� remisa a permit��rselo. ��Ahora me facilitan pintura y otros materiales para el taller que organizo semanalmente para 50 estudiantes��. A principios de agosto, Azimi organiz�� la primera exposici��n de esta escuela provisional en el estadio de hockey. En estrecha colaboraci��n con un centro educativo liderado por personas refugiadas y voluntarias y con la gesti��n del campo, consigui�� mostrar tanto su propio trabajo como los dibujos y trabajos de artesan��a elaborados por sus estudiantes.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

Alireza (11 a?os) lleg�� a Elliniko hace cinco a?os y medio con su familia. Perdi�� de vista a su buen amigo y primo mayor Mohammez Reza, de 15 a?os, durante el largo viaje de Ir��n a Grecia. Un traficante les consigui�� un bote hinchable en ?esme (Turqu��a), pero Mohammed desapareci�� en un momento de caos. Alireza acaba de encontrarlo sano y salvo viviendo con una familia de acogida en Alemania y su t��a ha solicitado ya la reunificaci��n familiar, pero todav��a no sabe si volver�� a ver a su amigo de nuevo. — Alireza (11 a?os) lleg�� a Elliniko hace cinco a?os y medio con su familia. Perdi�� de vista a su buen amigo y primo mayor Mohammez Reza, de 15 a?os, durante el largo viaje de Ir��n a Grecia. Un traficante les consigui�� un bote hinchable en ?esme (Turqu��a), pero Mohammed desapareci�� en un momento de caos. Alireza acaba de encontrarlo sano y salvo viviendo con una familia de acogida en Alemania y su t��a ha solicitado ya la reunificaci��n familiar, pero todav��a no sabe si volver�� a ver a su amigo de nuevo.Tess Vonck (M��dicos del Mundo)

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