Vuelta a Europa
Matteo Renzi vuelve a convertir a la UE en una cuesti¨®n decisiva en la pol¨ªtica italiana
Durante mucho tiempo, la integraci¨®n europea fue objeto de un amplio consenso. Los italianos eran los mayores partidarios, hasta el punto de que, en el refer¨¦ndum consultivo de 1989, el 88% aprob¨® dotar al Parlamento Europeo de un ¡°poder constituyente¡±. Sin embargo, ese consenso se traduc¨ªa en la irrelevancia. No se hablaba de Europa m¨¢s que en t¨¦rminos ret¨®ricos o hagiogr¨¢ficos. Solo en los ¨²ltimos a?os, los v¨ªnculos derivados de la pertenencia ¡ªsobre todo, el euro¡ª y por la aparici¨®n de posturas cr¨ªticas, expresadas, a menudo, en tonos demag¨®gicos, por el centro-derecha agrupado en torno a Forza Italia y la Liga Norte, han hecho que la relaci¨®n con la UE sea m¨¢s importante.
En el conflicto entre europe¨ªstas y euroesc¨¦pticos, hasta el momento, son estos ¨²ltimos quienes han dictado la agenda. La izquierda reformista, ¨²nico basti¨®n del europe¨ªsmo, no ha sabido reaccionar de forma convincente. El propio Gobierno de Matteo Renzi, en sus primeros meses, adopt¨® posturas ambiguas, con cr¨ªticas a ¡°los bur¨®cratas de Bruselas¡± y la Comisi¨®n presidida por Juncker, si bien posteriormente el primer ministro cambi¨® radicalmente de tono, recuper¨® la tradici¨®n europe¨ªsta del PD y la consolid¨® con una ret¨®rica en¨¦rgica e innovadora cuya mejor expresi¨®n se ha visto en la reuni¨®n de Ventotene.
El homenaje a los redactores del Manifiesto del federalismo europeo ha sido una decisi¨®n acertada y valiente, porque es un desaf¨ªo al antieurope¨ªsmo que inunda la opini¨®n p¨²blica. Al reivindicar una posici¨®n de liderazgo para Italia en el proceso de integraci¨®n, Renzi aument¨® la dimensi¨®n internacional del pa¨ªs y la suya propia. Y, as¨ª, la cuesti¨®n europea se ha incorporado a la confrontaci¨®n pol¨ªtica nacional. La importancia otorgada por Renzi al tema europeo obliga a los dem¨¢s partidos a pronunciarse sobre ¨¦l.
La Liga es la ¨²nica que puede permanecer ligeramente al margen de esta aceleraci¨®n europe¨ªsta. El Carroccio(apelativo por el que se conoce al partido) adopt¨® hace tiempo una posici¨®n lepenista de dr¨¢stica oposici¨®n a la UE, y quiere aprovechar los consensos existentes con su populismo anti-inmigraci¨®n. Quiz¨¢ obtenga alg¨²n voto, pero se arriesga al aislamiento y a que afloren tensiones internas hoy subterr¨¢neas.
Lo que domina el debate ya no es el populismo euroesc¨¦ptico
El Movimiento Cinco Estrellas y Forza Italia est¨¢n en una situaci¨®n mucho m¨¢s inc¨®moda. Los primeros han empezado a darse cuenta de que las diatribas antieuropeas y la desafortunada alianza con el UKIP en el Parlamento Europeo han sido un error para un movimiento que aspira a tener una responsabilidad nacional. Los seguidores de Grillo est¨¢n obligados ahora a elegir entre seguir sacando rendimiento del euroescepticismo para ganar alg¨²n voto, que es lo que desear¨ªa su l¨ªder, o definir un programa cr¨ªtico pero razonable sobre el futuro de la Uni¨®n, como apuntan Di Maio y otros con la boca chica. La segunda opci¨®n puede tener costes electorales para un partido antisistema, pero lo convertir¨ªa en un competidor m¨¢s cre¨ªble. Lo que es innegable es que la cacofon¨ªa de las posiciones y las derivas populistas en pol¨ªtica exterior, y sobre todo respecto a Europa, perjudican la imagen fiable que trata de dar Cinco Estrellas.
El mismo dilema afronta Forza Italia. Es conocida la desconfianza e incluso la hostilidad entre Silvio Berlusconi y las clases dirigentes europeas, en particular las autoridades comunitarias de Bruselas. Pero ese es el pasado. Ahora todo ha cambiado, y el partido debe abordar la nueva relaci¨®n con la UE. Dentro de Forza Italia hay dos tendencias, una m¨¢s flexible respecto a la integraci¨®n europea, representada sobre todo por el delf¨ªn in pectore, Stefano Parisi, y otra mucho m¨¢s cr¨ªtica, la de Renato Brunetta. Y esta no es m¨¢s que una de las fracturas que sufre el partido; la definici¨®n de su relaci¨®n con la Liga Norte y con el Gobierno, ante la posibilidad de una especie de gran coalici¨®n, depende tambi¨¦n de que escoja en este sentido. Y Forza Italia, igual que Cinco Estrellas, debe hacerlo a partir de la agenda trazada por el Gobierno. Esta es la verdadera novedad. Lo que domina el debate ya no es el populismo euroesc¨¦ptico. El Brexit representa el apogeo de ese sentimiento y, al mismo tiempo, el inicio de su declive. El nuevo clima habla de una Europa diversa, solidaria y justa. Y ese ¡°destino necesario para las generaciones futuras¡± va a ser la base de enfrentamientos m¨¢s directos en la pol¨ªtica italiana.
Piero Ignazi es profesor de Pol¨ªtica comparada y Pol¨ªtica exterior de los pa¨ªses europeos en la Universidad de Bolonia. Colabora habitualmente con La Repubblica.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
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