¡®Mamma m¨ªa!¡¯ sin derecho a la intimidad
Las madres alemanas podr¨¢n ser obligadas a revelar con qui¨¦n tuvieron relaciones sexuales en el momento de la concepci¨®n
Los nost¨¢lgicos de Abba no se habr¨¢n perdido el divertido musical que protagoniza Meryl Streep, una de las mejores actrices de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Interpreta a una madre soltera orgullosa de su condici¨®n que, como dice a sus amigas, no va a aceptar a un hombre por ¡°una simple eyaculaci¨®n¡±. Pero su hija quiere un padre que la lleve al altar, por lo que roba a su madre el diario del verano en que fue concebida, averigua que fueron tres los posibles emisores del espermatozoide que dio origen a su vida: Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard. Y ante el dif¨ªcil trilema,les invita a los tres. No contaremos el final.
Mamma mia! fue una ficci¨®n-excusa para recuperar aquellos ¨¦xitos hipn¨®ticos como Super trouper, Chiquitita o Honey, honey, pero hoy parece una proverbial precuela del guion que est¨¢ escribiendo estos d¨ªas el Gobierno de Alemania en materia de familia.
El ministro de Justicia, Heiko Maas, ha promovido un cambio legal que obligar¨¢ a las madres a revelar con qu¨¦ hombres tuvieron relaciones sexuales en la ¨¦poca de la concepci¨®n si as¨ª lo solicita el padre oficial en caso de duda. Ser¨¢ la forma de reclamar al padre biol¨®gico su aportaci¨®n econ¨®mica a la manutenci¨®n negada (o tal vez simplemente desconocida). ¡°Debemos ofrecer m¨¢s protecci¨®n legal a los padres falsos que buscan una compensaci¨®n financiera¡±, dijo el ministro. ¡°La madre solo tendr¨ªa el derecho a guardar el secreto cuando haya razones de peso para no revelar qui¨¦n es el padre biol¨®gico¡±. Ser¨¢ un juez quien determine si esas razones son de peso o no, como la violaci¨®n o el incesto. Escalofriante.
El Gobierno aprob¨® el cambio la semana pasada despu¨¦s de que una corte federal alemana observara en 2015 un vac¨ªo legal que perjudicaba a los hombres que reclamaban la verdad. La mujer no estaba hasta el momento obligada a revelarla. Ahora el hombre podr¨¢ exigirla y reclamar al due?o del espermatozoide dos a?os de manutenci¨®n.
Avanzar en las legislaciones es la forma que tienen las sociedades de afianzar el Estado de derecho, de asentar normas de convivencia que garanticen la justicia de nuestras relaciones y la salvaguarda de derechos. El tiempo, los especialistas y las cortes superiores juzgar¨¢n. Pero resulta chocante que la violaci¨®n de intimidad que supone la obligatoriedad de revelar la naturaleza de las relaciones de una mujer pueda superar el derecho de un hombre a compensar la factura derivada del reconocimiento de un hijo. Que ese derecho a recuperar su parte sea retroactivo, aunque tenga un m¨¢ximo de dos a?os, es llamativo.
?Cu¨¢ntas parejas estar¨¢n en este caso de falsa (y rencorosa) paternidad digna de otro musical como Mamma mia!? Y sin embargo, por el camino hemos desnudado a la mujer.
Qu¨¦ dudoso o, como cantaba Abba, Money, money, money, must be funny, aha, ahaaa.
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