13 fotosEtiop¨ªa, el pa¨ªs con m¨¢s refugiados de ?fricaEtiop¨ªa es el mayor receptor de personas refugiadas en el continente africano y el quinto del mundo Addis Abeba - 16 sept 2016 - 08:49CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceSerha Yusif huy¨® de la guerra en su pa¨ªs en 2011 para proteger a sus cinco hijos. Hace s¨®lo tres meses que est¨¢ en Addis Abeba junto a su marido y los ¨²ltimos cinco los han pasado en un campo de refugiados. Estando all¨ª, su hija de 13 a?os sufri¨® abusos sexuales, el agresor fue arrestado y muri¨® en prisi¨®n. Ten¨ªan miedo de represalias por su muerte y salieron del campo por seguridad. Su hija ahora porta el VIH. Acaba de llegar al centro del Jrs en Addis, donde est¨¢n recibiendo orientaci¨®n y apoyo psicol¨®gico. Etiop¨ªa es el mayor receptor de personas refugiadas en el continente africano y el quinto del mundo. Las personas refugiadas provienen de pa¨ªses fronterizos como Yemen, Eritrea, Sud¨¢n, Sud¨¢n del Sur o Somalia. Huyen de las guerras en sus pa¨ªses o de la sequ¨ªa que afecta a la regi¨®n en busca de un futuro digno. Rabah Issa tiene 33 a?os y es sudanesa. Huyo de su pa¨ªs en 2011 con sus dos hijos. ¡°Estaban disparando y bombardeando las casas, ten¨ªamos que irnos de all¨ª. Mi marido estaba trabajando fuera, no pod¨ªamos esperarle, no s¨¦ nada de ¨¦l¡±. Han pasado cinco a?os en un campo de refugiados. ¡°Es muy dif¨ªcil estar en un campo cuando eres una mujer y estas sola¡±. Hace s¨®lo ocho meses que est¨¢ en Addis Abeba y asiste a las clases de inform¨¢tica en el centro de refugiados. ¡°Es muy bueno para m¨ª, a pesar de que la vida aqu¨ª es dif¨ªcil, estoy aprendiendo un oficio, por si vuelvo a Sud¨¢n poder trabajar¡±. Sus hijos Eliab Asami de 12 a?os y Mandyh Asami de siete van al colegio tambi¨¦n. ¡°Quiero tener bien a mis hijos, que aprendan todo, ingl¨¦s, matem¨¢ticas, ciencias, es su fututo para cuando la paz vuelva¡± La mayor¨ªa de personas refugiadas permanecen en campos, pero algunos llegan tambi¨¦n a la capital. S¨®lo en Addis Abeba hay unos 8.000 refugiados urbanos registrados, aunque la cifra podr¨ªa ascender a 13.000, ya que muchos no se registran por miedo a ser enviados de vuelta a alguno de los 23 campos del pa¨ªs. El Servicio Jesuita a Refugiados tiene en Addis Abeba con el apoyo de Entreculturas un Centro Comunitario. Es el ¨²nico centro de acogida en la capital y es un lugar especial, un lugar en la ciudad donde las personas pueden sentirse apoyadas, recibir ayuda psicol¨®gica, clases de ingl¨¦s, de inform¨¢tica o de m¨²sica y donde los m¨¢s peque?os pueden ir a la escuela. El centro acoge a m¨¢s de 500 personas cada d¨ªa de diferentes nacionalidades: eritreos, somal¨ªes, sudaneses, sursudaneses, yemen¨ªes, congoleses, ugandeses, entre otros. Mohammed Hussein tiene 35 a?os y es yemen¨ª. Huyo de su pa¨ªs en 2009, donde trabajaba para las fuerzas especiales hasta que le pidieron que matara a gente. ¡°En ese momento decid¨ª irme, no quer¨ªa matar a personas, no quer¨ªa ser un asesino¡±, asegura. Cruz¨® en barco hasta Djibuti y despu¨¦s entr¨® en Etiop¨ªa. Llego a Addis Abeba el mismo d¨ªa que Michael Jackson muri¨®, dice varias veces. ¡°La vida es muy dif¨ªcil, el dinero no es suficiente, me quiero ir de aqu¨ª, quiero libertad¡±. Confiesa no estar bien psicol¨®gicamente, y acude al centro porque aqu¨ª se siente bien.Vista a¨¦rea de uno de los campos de refugiados cerca de la frontera con Somalia. Dollo Ado es uno de los campos de refugiados m¨¢s grandes del mundo. Alberga a 213.232 personas. Dollo Ado empez¨® a recibir refugiados de Somalia en 2010. Situado en el sureste de Etiop¨ªa, est¨¢ a tan solo 70 kil¨®metros de la frontera somal¨ª y est¨¢ dividido en cinco campos: Hilaweyn, Bokolmanyo, Buramino, Melkadida y Kobe. Una mujer acaricia un ni?o, en el centro de nutrici¨®n de menores en uno de los campos de Dollo Ado. Las personas que est¨¢n en estos campos abandonan Somalia por dos razones: la sequ¨ªa que conlleva malas cosechas y una situaci¨®n de violencia generalizada que proviene de grupos armados (especialmente en territorios controlados por Al Shabaab). A esta realidad se suma que a d¨ªa de hoy, Etiop¨ªa y el Cuerno de ?frica est¨¢n afrontando la peor sequ¨ªa en m¨¢s de 30 a?os debido a El Ni?o, fen¨®meno caracterizado por el calentamiento anormal de la temperatura superficial del mar en el oc¨¦ano Pac¨ªfico ecuatorial central y oriental y que afecta a los patrones de lluvia y temperaturas. Se produce cada dos a siete a?os y dura hasta 18 meses. Este fen¨®meno se intensifica con el cambio. Unas ni?as salen de clase en el campo de Melkadida, cercano a la frontera con Somalia. El objetivo de la intervenci¨®n es establecer mecanismos que consigan estructurar la vida de estas personas y normalizarlas, reforzando la integraci¨®n social y prestando especial atenci¨®n a la juventud; proveyendo educaci¨®n, servicios psicosociales y actividades recreativas. Se trabaja especialmente con mujeres, j¨®venes y adultos en general en situaciones de especial vulnerabilidad, ofreci¨¦ndoles un entorno seguro y atenci¨®n psicosocial.Mohamed Herse somal¨ª de 43 a?os, huy¨® de su pa¨ªs en 2010, despu¨¦s de que Al Shabab le disparara y le tirara a una hoguera. Tiene la espalda totalmente quemada y una herida de bala en el pecho. ¡°Por las noches no puedo dormir, las heridas me duelen mucho y la ropa se me pega al cuerpo con el calor, ese es mi mayor problema aqu¨ª. No he podido tener hijos, porque ninguna mujer quiere estar conmigo a causa de mis heridas. No me encuentro bien, mi salud no es buena. Si tuviera medicinas, seguro que me sentir¨ªa mejor y podr¨ªa hacer m¨¢s cosas¡±. Mohamed es una de las personas que el JRS est¨¢ acompa?ado con apoyo psicosocial en el campo de Melkadida, en Dollo Ado. ¡°No puedo volver a mi pa¨ªs, lo est¨¢n bombardeando. No soy el ¨²nico, hay mucha gente como yo a la que le han hecho lo mismo, o que directamente les han matado. El mensaje que quiero lanzar es que por favor me ayuden¡±, pide. Vista del campo de Melkadida. El Servicio Jesuita a Refugiados, de la mano de Entreculturas, comenz¨® su trabajo en Dollo Ado en el a?o 2010. En un primer momento, el ¨¢rea de intervenci¨®n se centr¨® en Melkadida, el segundo campo que se construy¨® y que alberga principalmente a personas que huyen de la sequ¨ªa y de las malas cosechas de las regiones de Mogadiscio y Gedo. Este campo acoge a 45.136 personas.Una mujer refugiada junto a sus hijos en el campo de Melkadida, All¨ª, el 54% de la poblaci¨®n son mujeres y el 66% son menores de 18 a?os, etapa fundamental para el desarrollo personal. Los proyectos educativos de formaci¨®n para adultos en oficios como incluyen sastrer¨ªa, dise?o de tatuajes de henna, talleres de bordados, peluquer¨ªa y fontaner¨ªa. Miles de somal¨ªes y eritreos que se hab¨ªan refugiado en Yemen en los ¨²ltimos a?os se est¨¢n viendo obligados a regresar a ?frica en la peligrosa ruta mar¨ªtima del Golfo de Ad¨¦n. Todav¨ªa hoy, algunos se aventuran a subirse a una patera para cruzar el Golfo de Ad¨¦n desde las costas de Somalia y Eritrea hacia Yemen, pero desde el estallido de la guerra en este ¨²ltimo pa¨ªs en marzo de 2015 la ruta ha cambiado de direcci¨®n y se ha convertido en una v¨ªa forzosa de vuelta.Monira Ali Ahmed, somal¨ª de 22 a?os. Ha sido dos veces refugiada, a causa de la guerra en ambas ocasiones. Sali¨® de Somalia hacia Yemen y ahora ha tenido que volver a Etiop¨ªa. En Yemen estaba en la universidad, terminando su carrera de empresariales, pero tuvo que huir con su familia hacia Etiop¨ªa sin su certificado de estudios. Est¨¢ en Kobe desde hace tres meses y siente que su vida est¨¢ totalmente parada. ¡°Estaba estudiando y caminando en mi futuro y ahora me encuentro aqu¨ª, en el campo de refugiados, donde no puedo hacer nada¡±. Unas mujeres vuelven de recoger agua en el campo de Kobe. En los ¨²ltimos meses miles de familias somal¨ªes y eritreas han llegado a las costas africanas y ahora viven refugiados en los campos de Etiop¨ªa, el pa¨ªs que m¨¢s refugiados acoge en ?frica y que se enfrenta a una de las mayores emergencias humanitarias del planeta, la sequ¨ªa por los efectos del fen¨®meno clim¨¢tico El Ni?o que afecta a m¨¢s de 10 millones de personas.