Practique el edredoning

Ll¨¢meme loca, atrevida, demente, pero este oto?o hay una prenda que me ha dejado fascinada y solo pienso en que una c¨¢ndida firma de low cost lo plagie. Me refiero a los abrigos acolchados XXXL con m¨¢s pinta de edred¨®n de plumas que de guardapolvo. Bautizado con acierto como puffer coat ("abrigo pez globo") se trata de una evoluci¨®n sofisticada de ese bat¨ªn plum¨ªfero que conquist¨® al extrarradio en los 2000, de una especie de bata-manta versi¨®n couture.

El primer recuerdo que tengo de esta prenda es en manos de Viktor & Rolf y Comme des Gar?ons, m¨¢s all¨¢ del invento que se populariz¨® en la casa de Guadalix de la Sierra para desfogarse. Estos dise?adores fueron pioneros en el uso de ¡ªseamos sinceros¡ª esta dif¨ªcil silueta, que incluso la propia moda ver¨ªa como un locur¨®n creativo m¨¢s que un futurible ¨¦xito. Pero este oto?o, tras varios intentos fallidos, por fin cuaja. Sarah Burton lo propone en su l¨ªnea h¨ªper po¨¦tica para Alexander McQueen, mientras que los Marques ¡® Almeida se lanzan al vac¨ªo con una versi¨®n king size. Stella McCartney, por su parte, no se complica y lo reviste de negro.

Pero vayamos a la pr¨¢ctica: imag¨ªnese la siguiente estampa. Son las 8 a.m. de un lunes de invierno. Hace un tiempo de mierda y le espera en el bus un suculento atasco. Lo que pinta como un nefasto comienzo de semana se transforma por arte de magia en unos minutos m¨¢s para vegetar en la cama. Su abrigo edred¨®n le envuelve, le mima, le protege del fr¨ªo y de la lluvia. Usted se pierde pl¨¢cidamente en su interior y decide echar una cabezadita. A partir de ahora, el d¨ªa solo puede ir a mejor.