De la coliflor al cachopo: lo que se lleva (y lo que no) en gastronom¨ªa

La gastronom¨ªa es como una monta?a rusa que no deja de marear a cualquiera que busca seguirle el paso a su trayectoria. Porque lo que ayer estaba al alza y era toda una extravagancia dif¨ªcil de encontrar, ahora se encuentra muy (pero que muy) a la baja y es una plaga que inunda las cartas de bares y restaurantes. Por otro lado, tambi¨¦n hay lugar en el reino del buen comer para un carrusel de platos y elaboraciones que han seducido a los paladares de chefs y cazatendencias que se atreven con ellos y apuestan por algo que saben, se convertir¨¢ en la nueva obsesi¨®n de cualquiera de esos seres denominados como foodies.

A continuaci¨®n hacemos un breve recorrido por la balanza de lo que est¨¢ a punto de convertirse en cosa del pasado y por aquello que va a empezar a despuntar en la mesa. ?Buen provecho!

AL ALZA

Mercados OnlineAlgo est¨¢ pasando que los mercados han empezado a pegar fuerte (a trav¨¦s de Internet) en la vida de todos aquellos working girls y boys que se ven incapaces de encontrar tiempo para hacer la compra o salir del sof¨¢ un fin de semana.

Si Glovo?te lleva a casa cualquier cosa que le pidas de cualquier sitio que se te ocurra, el antis¨²per conocido como Ulabox?te vende todo lo que necesitas para abastecer el frigor¨ªfico y la despensa. Desde productos frescos hasta chips de kale. En el apartado de bebidas, Bodeboca?te lleva, cada mes hasta la puerta de tu casa, un par de descubrimientos vin¨ªcolas de productores ¡°desconocidos¡± al gran p¨²blico y en cambio, Urban Bites,?se decanta por ofrecer productos gourmet para el p¨²blico m¨¢s sibarita. ?Es este el fin del supermercado? Probablemente no, pero por lo menos es una alternativa para ir con el carro de la compra de arriba para abajo.

MEDIO GIN TONIC:

La hora del aperitivo se renueva uniendo fuerzas con m¨¢s y m¨¢s aliados. La ca?a se su uni¨® al vino y estos dos a su vez dieron paso al vermut. A partir de ah¨ª llego el Spritz e incluso el Negroni est¨¢ pasando las fronteras italianas para aquellos a los que les gustan las emociones (y sabores) fuertes. ?Lo ¨²ltimo en llegar? El medio gin tonic, un invento de Beefeater que no entra nada mal un domingo a medio d¨ªa. Palabra.

COLIFLOR:

Si pensabas que la coliflor era para comerse solamente hervida y como parte de una dieta baja en calor¨ªas, no pod¨ªas estar m¨¢s equivocado. Este vegetal ahora se disfruta al horno y se sirve entera despu¨¦s de haberla cocinado y ba?ado en salsas y picantes que te transportan a sitios rec¨®nditos de Asia y Oriente Medio en un solo bocado. ?No nos crees? Pon ¡°coliflor¡± en Pinterest y flipa.

COCTELER?A:

Lo de tomarse un combinado en vaso de tubo nunca va a dejar de ser una buena idea una noche de fiest¨®n, eso no lo ponemos en duda. Pero tambi¨¦n va siendo hora de dejarse seducir por un embriagante brebaje elaborado por un experto. No hablamos de un mojito, no. Ni de una margarita. Ni de una michelada (ojo que va a la baja), hablamos de un Dry Martini o de una Manhattan en una cocteler¨ªa cl¨¢sica como Del Diego (Reina, 12) en Madrid o Caribbean (Sitges, 5) en Barcelona. De esas en las que nunca se les olvidan los posavasos, te traten como damas y se?ores e incluso te llaman por el nombre. Hablamos de aquellos c¨®cteles de autor como los de Diego Cabrera en Salmon Guru (Echegaray, 21), los de Francisco Camino en Hermosos & Malditos (Hermosilla, 23) o los de Servicio Continuo (Diagonal, 353). Y s¨ª, los buenos c¨®cteles no suelen bajar de los 8-10€. As¨²melo.

A LA BAJA

CACHOPO:

Entramos en territorio peligroso porque por un lado est¨¢n aquellos que ven al cachopo como un absoluto insulto a la gastronom¨ªa asturiana y otros que solo tienen palabras para alabarlo. La culpa la tiene Instagram, que va y convierte al plato asturiano m¨¢s guarrindongo de todos en el m¨¢s cool del momento. Ojo, porque es todo un placer culpable que bien vale tu tiempo, pero tanto como para cotizarse al alza en los tiempos que corren¡­ pues no. As¨ª que, adi¨®s cachopo. Adi¨®s.

MICHELADA:

Ay amigos, os sentisteis tan molones cuando aprendisteis lo que significaba quitarse una buena resaca a base de micheladas que se os olvid¨® que toda tendencia tiene una fecha de caducidad. Atr¨¢s quedaron los d¨ªas en los que alardeabas frente a tus amigos que no ten¨ªan ni idea de que brebaje era ese que te dignabas a beberte en vez de un buen Aquarius, porque a d¨ªa de hoy, no queda (casi) nadie que no haya ca¨ªdo en sus garras. No dejan de beberse, no dejan de estar buenas¡­ pero s¨ª dejan de aceptarse en formato aguachirri en cualquier bareto de turno (y a precios insultantes).

BOCADILLOS:

El a?o pasado estaban por absolutamente todas partes. No es de extra?arse, al fin y al cabo es la forma de transportar un alimento a largas distancias y mantenerlo sano y salvo durante a¨²n m¨¢s horas. Y es que aunque siguen siendo una delicia empacar entre dos panes todo lo que se nos ocurra, ya resulta un poco cansino que no paren de abrir conceptos que solo involucren este formato. ?Es que nadie piensa innovar m¨¢s all¨¢ de la masa madre y el pan chino?

CEREALES:

Los bares de cereales pasaron sin pena ni gloria por Espa?a hasta que el a?o pasado salt¨® la noticia de que un grupo anarquista las hab¨ªa tomado contra Cereal Killers, un establecimiento situado en el barrio de Shoreditch en Londres. ?El motivo? Sus precios altos en un barrio pobre. La prensa arremeti¨® con el emprendimiento hipster y la culp¨® de la subida de precios y de alquileres del barrio mientras que otros defend¨ªan su ¨¢nimo de emprendimiento. A partir de ah¨ª, Espa?a empez¨® a ponerle el ojo al az¨²car ma?anero como nuevo concepto gastron¨®mico (aunque en Estados Unidos ya exist¨ªa desde 2011) y en Madrid ya son dos los que se pelean por ser el favorito de la generaci¨®n millenial. Cada fin de semana se hacen colas de jovenzuelos fuera de uno de ellos para comer un bol de Froot Loops o Count Chocula¡­ ?es este el futuro culinario que les espera a nuestros reto?os?

TARTAS AMERICANAS:

Que si cheesecake, que si carrot cake que si lemon pie¡­ no queda claro si lo que gusta al p¨²blico es el llenarse la boca de palabras guiris y sabores empalagosos o aventurarse con un poco m¨¢s de complejidad que aquellos que forman parte del recetario de postres espa?ol. A partir de este momento ning¨²n restaurante que se precie seguir¨¢ sirviendo estas elaboraciones que en su momento, resultaron ser una novedad y eran hasta dif¨ªciles de encontrar. ?Os record¨¢is del red velvet? Pues eso.