9 fotos10 libros para el a?o nuevo jud¨ªoDe Woody Allen a Cynthia Ozick, una decena de imprescindibles para una fiesta que se celebra hoyMercedes Cebri¨¢n03 oct 2016 - 16:04CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn este libro de recuerdos, Shteyngart narra con humor y melancol¨ªa el intrincado proceso de adaptaci¨®n y aprendizaje de su nueva identidad estadounidense. El ni?o y despu¨¦s adolescente Igor ¨Cas¨ª se llamaba Gary tanto en Leningrado como en su casa de Queens¨C comienza a trabajar sin descanso en su americanidad, a comprender qui¨¦n era ¨¦l en Rusia y qui¨¦n podr¨ªa llegar a ser en su pa¨ªs de acogida. Tambi¨¦n trata de explicar a los lectores por qu¨¦ a su comunidad ¨Cla de los jud¨ªos sovi¨¦ticos que emigraron a Estados Unidos gracias al presidente Jimmy Carter, que los llev¨® all¨ª a cambio de cereales y tecnolog¨ªa¨C le invad¨ªa esa sensaci¨®n constante de hallarse en esa "fiesta equivocada" a la que Shteyngart siente que fueron invitados.Que el temor de Dios, un comportamiento tan frecuente y deseado en las religiones monote¨ªstas, d¨¦ lugar a un texto memor¨ªstico tan intenso y divertido como ¨¦ste muestra que su autor ha sabido sacarle partido al sufrimiento. Shalom Auslander creci¨® en una comunidad jud¨ªa ultraortodoxa de Nueva York y, ya en su vida laica adulta y a punto de tener su primer hijo, recuerda su infancia y adolescencia, te?idas por la constante sensaci¨®n de estar a punto de ser castigado por la c¨®lera divina. Y todo ello con una comicidad digna de la mejor tradici¨®n humor¨ªstica jud¨ªa.Desde el Par¨ªs menos 'glamouroso' de los a?os 70 nos habla la ni?a narradora de estas historias cotidianas de emigrantes sefard¨ªes que llegaron de Marruecos a la capital francesa. El ladino, el ¨¢rabe y el franc¨¦s se entremezclan en las conversaciones diarias de la protagonista, que aprende sobre la pertenencia a su comunidad ¨Cy por lo tanto, sobre qu¨¦ significa ser "diferente"¨C a trav¨¦s de los relatos de tito Moss¨¦, tita Rachel y tito Pinhas.Uno de los principales destinos de la di¨¢spora jud¨ªa ha sido Buenos Aires. Cientos de apellidos askenaz¨ªes integran la gu¨ªa telef¨®nica de la ciudad, pero el paisaje urbano porte?o ha seguido cambiando a trav¨¦s de los a?os y las sucesivas oleadas de inmigrantes de diversas procedencias han ido moldeando sus barrios. Esto ha ocurrido tambi¨¦n con ¡®el Once¡¯, un popular barrio de comerciantes jud¨ªos donde Birmajer creci¨® y por el que nos gu¨ªa en su recorrido personal a trav¨¦s de sus calles y espacios. La postal de este barrio que el autor nos muestra ya no existe, de ah¨ª la necesidad de recuperarla a trav¨¦s de esta cr¨®nica.Quiz¨¢ nos sorprenda que una novela escrita por un premio Nobel de literatura se haya publicado por entregas en un peri¨®dico, pero as¨ª ocurri¨® con 'Sombras sobre el Hudson'. Bashevis Singer, el ¨²nico escritor en lengua yidis premiado con el galard¨®n sueco, acud¨ªa semanalmente a su cita con los lectores del 'Forverts', el diario neoyorquino en lengua judeoalemana, entre 1957 y 1958 para ofrecerles las tribulaciones de una galer¨ªa de personajes, todos ellos jud¨ªos europeos exiliados en Nueva York, que se re¨²nen regularmente en torno al polaco Boris Makaver. Los lectores hispanoparlantes est¨¢n de enhorabuena, pues el texto ha sido traducido directamente del original en yidis gracias a la labor de Rhoda Henelde y Jacob Abecas¨ªs.Que la realidad supera la ficci¨®n es ya un t¨®pico, pero qu¨¦ bien le viene a la narrativa en ocasiones. Por ejemplo, como punto de partida para llevar a cabo esta novela gr¨¢fica en la que a principios del siglo XIX, el pensilvano Mordecai Noah desea establecer un estado jud¨ªo en una isla cercana a la ciudad estadounidense de Buffalo. Esta haza?a ¨¦pica est¨¢ sazonada con la aparici¨®n de variopintos personajes como un dise?ador de pa?uelos o una liga de moralistas en contra del onanismo. El dibujo de l¨ªneas temblorosas de Katchor agrega un clima a¨²n m¨¢s inquietante a esta narraci¨®n ins¨®lita.El perfil biogr¨¢fico de Ozick ¨Cnacida en Nueva York e hija de jud¨ªos rusos¨C est¨¢ muy vinculado con el de sus personajes, la mayor¨ªa de ellos inmigrantes judeoamericanos neoyorquinos de adopci¨®n, de ah¨ª que algunos de sus relatos nos traigan inevitables resonancias de los de Bashevis Singer, Saul Bellow y otros escritores vinculados a la cultura jud¨ªa en las grandes capitales norteamericanas. Sus relatos exploran en profundidad los conflictos del emigrante jud¨ªo en la di¨¢spora: su relaci¨®n con los gentiles y con el nuevo idioma de acogida ¨Cel ingl¨¦s¨C, y por ello est¨¢n trufados de expresiones coloquiales y palabras en yidis, pues la cultura de la Nueva York jud¨ªa se desarrollaba en ambas lenguas.Al pensar en representantes del llamado 'humor jud¨ªo', el nombre de Woody Allen es el primero que se nos viene a la cabeza. Eric Lax, bi¨®grafo 'oficial' del c¨®mico neoyorquino, conversa con Allen a lo largo de las m¨¢s de 400 p¨¢ginas de este libro. Y no lo hace en el transcurso de unas cuantas semanas, sino de 36 a?os: en 1971 comenz¨® a charlar con el director de cine y clarinetista y no dej¨® de hacerlo hasta 2007, por tanto aqu¨ª obtenemos no tanto una instant¨¢nea de Woody Allen sino un retrato detallado de su personalidad.El escritor israel¨ª Etgar Keret ha sido comparado con un cient¨ªfico loco, pues su laboratorio creativo es osado y experimental. En este volumen se re¨²nen todos los relatos que ha escrito hasta el momento, muchos de ellos influidos por el c¨®mic y el v¨ªdeo, lo cual se deja ver no solamente en el contenido sino en el estilo y la estructura de estas historias, que proceden de cuatro recopilaciones de relatos cortos ambientados en el Israel contempor¨¢neo. En ellos, Keret expone todos los contrastes y conflictos de este pa¨ªs, pero siempre empleando el humor como herramienta de disecci¨®n de la realidad.