California, enterrada en las iniciativas populares
Adem¨¢s de votar por el presidente de EE UU, los electores se pronuncian sobre 17 leyes
Hillary Clinton va a ganar las elecciones a presidente en California. Perd¨®n por el atrevimiento, es as¨ª. Lo interesante de la votaci¨®n en el Estado m¨¢s poblado de EE?UU no est¨¢ ah¨ª, sino en las 17 propuestas legislativas que se van a votar en la misma papeleta el pr¨®ximo 8 de noviembre. En ellas, los californianos van a decir s¨ª o noa asuntos de gran calado que pueden marcar un importante precedente sobre debates profundos en este pa¨ªs.
La que m¨¢s posibilidades tiene de ser aprobada es la legalizaci¨®n completa de la marihuana. California lo rechaz¨® en 2010 pero ahora el apoyo es abrumador. La econom¨ªa en torno a esta planta considera California el punto de no retorno en EE?UU. Dos iniciativas opuestas sobre la pena de muerte: una para eliminarla y otra para hacer el proceso m¨¢s r¨¢pido y eficiente. California se dispone a sentar un nuevo precedente sobre uno de los debates que m¨¢s divisi¨®n provocan en EE?UU. Otras dos sobre subidas de impuestos, uno a los ricos y otro al tabaco. Otra para exigir controles de antecedentes a los que quieran comprar munici¨®n, adem¨¢s de prohibir la venta y posesi¨®n de cargadores de gran capacidad. Los fabricantes de bolsas de pl¨¢stico no reciclables, prohibidas en California en 2014, han presentado una iniciativa para revertir esa ley. Otras dos para que los votantes autoricen emisiones de deuda milmillonarias para modernizaci¨®n de las escuelas e infraestructuras hidr¨¢ulicas. Otra para reducir la dureza del sistema penal. Una medida quiere controlar el precio que paga el Estado por los medicamentos. Tambi¨¦n se vota si los actores porno deben ponerse obligatoriamente cond¨®n.
Por ¨²ltimo, el propio legislativo ha puesto dos medidas en la papeleta: si se debe acabar con el sistema de inmersi¨®n para ense?ar ingl¨¦s y otra sobre si California debe actuar como Estado para combatir la sentencia de Citizens United del Supremo, que permite las donaciones ilimitadas de las empresas a campa?as electorales.
No faltan los comentaristas que afirman que el proceso de iniciativas populares se ha ido de las manos.
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