Un operario carga cajas de Plumpy Soup, un suplemento alimenticio para ni?os que padecen desnutrici¨®n moderada. Estamos en el almac¨¦n del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Niamey, capital de N¨ªger. Desde lugares como este el PMA reparte v¨ªveres a todo el pa¨ªs: aceite, sal, cereales, jud¨ªas y arroz son los m¨¢s habituales. En N¨ªger hay unas 454.000 personas sufre inseguridad alimentaria. En las ¨¢reas afectadas por la violencia de Boko Haram, una de cada tres se encuentra en esta situaci¨®n. Lola HierroUn grupo de trabajadores llena un cami¨®n de sacos de arroz en el almac¨¦n del PMA de Diffa. Cargamentos como este llegan una vez al mes a puntos de distribuci¨®n en todo el pa¨ªs. Estos, en concreto, se dirigen a la aldea de Chetimari, a s¨®lo cuatro kil¨®metros de la frontera con Nigeria, donde ser¨¢n repartidos entre los refugiados y la poblaci¨®n local que los acogi¨® cuando comenzaron a llegar, en septiembre de 2014.Lola HierroLos camiones a veces son del Programa Mundial de Alimentos y, otras, son particulares subcontratados para hacer el env¨ªo. La prioridad es que siempre lleguen a su destino. Dado el riesgo que supone realizar env¨ªos en una zona de guerra, se establece un contacto permanente entre el punto de salida y el de llegada para cerciorarse de la peligrosidad es baja. Aunque la seguridad no est¨¢ garantizada nunca al cien por cien, los camiones del PMA nunca han sufrido un ataque y sus almacenes solo han sido saqueados una vez desde el inicio del conflicto.Lola HierroEn Diffa solo existe una carretera asfaltada que recorre la regi¨®n longitudinalmente, paralela a la frontera con Nigeria. A ambos lados solo se ve¨ªa campo hace un par de a?os, pero ahora se suceden sin pausa las miles de chozas en las que viven los refugiados y desplazados internos. De hecho, el 80% de quienes han huido no se encuentran en campos de refugiados sino acogidos por poblaci¨®n local que ya antes del conflicto pasaba muchas necesidades. Lola HierroDos hombres procedentes de Damasak, ciudad nigeriana atacada por Boko Haram varias veces, guardan grano en unos sacos. En Chetimari hay 7.000 familias que se benefician de la ayuda del PMA. La brutal represi¨®n de Boko Haram ha aumentado las necesidades de ayuda humanitaria en una regi¨®n que ya antes era muy pobre y vulnerable. Lola HierroEn Chetimari, los beneficiarios de la ayuda alimentaria cargan los v¨ªveres en veh¨ªculos y carretillas y el almac¨¦n queda vac¨ªo hasta el mes siguiente. La regi¨®n de Diffa acoge a unas 360.000 personas desplazadas entre quienes han llegado desde Nigeria y los nigerinos que han huido de sus ciudades y pueblos dentro del pa¨ªs al ser estos atacados por el grupo terrorista. En esta cifra se incluyen 69.000 personas recientemente desplazadas debido a los fuertes ataques que sufri¨® la ciudad de Bosso en junio de 2016. Lola HierroLa econom¨ªa de Diffa se basa en la ganader¨ªa, la pesca y la agricultura de subsistencia, pero en los ¨²ltimos a?os estas actividades se han debilitado mucho debido a recurrentes sequ¨ªas y a la dureza del conflicto. Los mercados se ven muy vac¨ªos y los precios han subido debido a la mayor demanda y escasa oferta. 360.000 personas reciben asistencia del PMA.Lola HierroBoulla Boulama Cherif es nigeriana y vive en una precaria choza fabricada con palos y lonas en un asentamiento informal de Ngel Wanzam, en Diffa . Sus cinco hjios y ella llevan seis desde junio de 2016 aqu¨ª pero solo han recibido ayuda alimentaria de la Cruz Roja una vez, el pasado mes de septiembre. ¡°Hemos comido gracias a la ayuda de otros vecinos¡±, asegura. Desde el Programa Mundial de Alimentos afirman que no llegan a todas las necesidades: cubren el 70% cuando todas las agencias de la ONU y ONG tienen presupuesto para ejecutar sus proyectos y entre el 30 y el 40% en el peor de los casos.Lola HierroEn las ¨¢reas afectadas, muchas familias de granjeros y ganaderos se han visto obligadas a huir a causa de los ataques de Boko Haram, que asesinan civiles y queman aldeas y campos a su paso. Los reba?os han muerto, las cosechas se han quedado sin recoger y las familias tienen menos que llevarse a la boca. Los desplazados, acostumbrados a ser econ¨®micamente independientes, ahora se han quedado sin nada que hacer y a expensas de la ayuda humanitaria.Lola HierroEl agua es la prioridad m¨¢s inmediata para los refugiados, desplazados y poblaci¨®n loca,l y ha generado no pocos conflictos entre unos y otros porque es un bien muy escaso. Este pozo es del campo de refugiados de Sayam Forage.Lola HierroEn Sayam Forage, un grupo de vecinas refugiadas charla animadamente. El PMA necesita conseguir fondos de manera urgente para continuar enviando alimentos a las comunidades de refugiados y desplazados. Para los pr¨®ximos seis meses, esta agencia de la ONU ha solicitado unos 70 millones de euros. Lola HierroEste es el centro de recuperaci¨®n nutricional del campo de desplazados de Nguel Wanzam, donde est¨¢n pesando a un beb¨¦ que padece malnutrici¨®n aguda severa. Es enviado al hospital de Diffa porque el seguimiento revela que el tratamiento con el suplemento alimenticio Plumpy Nut no est¨¢ dando resultado y no ha engordado nada en las ¨²ltimas semanas. Solo en Diffa hay 14.338 ni?os que padecen SAM seg¨²n Unicef. Son datos de septiembre de 2016.Lola HierroEl doctor Moustapha, pediatra en el hospital de Diffa, atiende al peque?o Hassan, de diez meses, que padece un fallo renal agudo debido a una intoxicaci¨®n alimentaria adem¨¢s de malnutrici¨®n aguda severa. Su madre explica que el ni?o ten¨ªa v¨®mitos y diarreas ¨Cs¨ªntomas asociados a este problema alimentario- y lo llev¨® a un curandero que le dio un brebaje para sanarlo. Esta puede ser la causa de su actual enfermedad. Hassan es alimentado por v¨ªa parenteral y, a juicio del m¨¦dico, su malnutrici¨®n ser¨¢ curable, pero no as¨ª el problema de ri?¨®n, pues no es f¨¢cil encontrar un nefr¨®logo en Diffa.Lola HierroEn julio de 2016, 7.740 ni?os menores de cinco a?os con malnutrici¨®n aguda severa fueron admitidos en centros de rehabilitaci¨®n, incluyendo 1.120 casos en los que hab¨ªa complicaciones m¨¦dicas, seg¨²n datos de Unicef. La tasa de recuperaci¨®n era del 91,9% en junio. No obstante, la necesidad apremia. Unicef ha solicitado en 2016 cerca de 38 millones de euros para atender a los ni?os de esta regi¨®n castigada por el conflicto.Lola Hierro