El absurdo de fulminar las reglas de juego

El calendario de festividades laborales siempre es muy esperado, porque ayuda a planificar las vidas de muchas personas sobre la base de una programaci¨®n que parece cierta y confiable. Y la pol¨ªtica suele fracasar cada vez que pretende alteraciones importantes en los ritmos previstos; le ocurri¨® al Gobierno socialista en 1995, cuando trat¨® de trasladar algunas fiestas nacionales a los lunes para evitar macropuentes, y al del Partido Popular, que hasta ahora ha incumplido la promesa de hacer eso mismo.

Pero la pol¨ªtica insiste en manosear las celebraciones. El ¨²ltimo conflicto viene del Ayuntamiento de Badalona, cuya alcaldesa, Dolors Sabater, ofreci¨® a los empleados municipales que trabajaran ayer (voluntariamente) a cambio de darles libre el 9 de diciembre para poder disfrutar del puente de la Constituci¨®n. Todo con la finalidad de no celebrar los valores ¡°de colonialismo¡± o del ¡°D¨ªa de la Raza¡± franquista que ella ve en el 12 de octubre ¡ªpor m¨¢s que la instituci¨®n de esa fecha como fiesta nacional de Espa?a fuera decidida por las Cortes democr¨¢ticas¡ª.

Ser¨ªa interesante conocer el motivo de que la delegada del Gobierno en Catalu?a recurriera la decisi¨®n precisamente del Consistorio de Badalona, y no de otras decenas de Ayuntamientos gobernados por la CUP o ERC que tambi¨¦n han abierto en la misma festividad. El caso es que el juez requerido orden¨® que la sede municipal permaneciera cerrada, pero uno de los tenientes de alcalde se permiti¨® romper ostentosamente el documento judicial ante las puertas del edificio y varios concejales mantuvieron abierto el Ayuntamiento de Badalona durante la ma?ana del 12 de octubre.

Tal vez llegue el d¨ªa de que las instituciones p¨²blicas est¨¦n abiertas casi todos los d¨ªas del a?o, como algunas zonas comerciales. Mientras tanto, los partidos pol¨ªticos contrarios a la celebraci¨®n de determinadas fiestas no pueden aplicar el principio de que cada autoridad hace lo que le viene en gana, alegando simplemente motivos ideol¨®gicos o pol¨ªticos. ?Acaso dejan a los ciudadanos que rompan las notificaciones de impuestos o las multas? Esperemos que otras autoridades de francas convicciones laicas no caigan en la tentaci¨®n de convertir por su cuenta en laborable el d¨ªa de Navidad ¡ªa punto ha estado de ser fecha electoral¡ª; o que no se pueda celebrar el Primero de Mayo, dado que hay mucho paro y empleo precario. Ni que el conflicto de Badalona sirva de pretexto para boicotear la Diada, pongamos por caso, cuando a alguna autoridad de otro signo pol¨ªtico le apetezca hacerlo.

El control de un partido no puede sustituir el sometimiento de las Administraciones a las normas y reglas de juego existentes. Ni se debe presionar al pueblo trabajador invit¨¢ndole a demostrar sus simpat¨ªas o antipat¨ªas hacia las causas que a sus autoridades pol¨ªticas se les ocurre apadrinar en cada momento. Esta escalada es absurda.