14 fotos14 cuadros inc¨®modos que debes explicar a tu hijo (aunque desear¨ªas que no)Angustia, soledad, violencia, sexo... Licenciarse en la vida requiere asimilar estos conceptos. Estas pinturas ayudar¨¢n a los j¨®venes a comprenderos 26 oct 2016 - 10:57CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace?Qu¨¦ sentir¨ªas si desaparecieran tus amigos o tu familia? Para una persona, m¨¢s si es joven, no puede haber un escenario m¨¢s terrible. Es parte del mensaje que transmite esta obra de Frida Kahlo y que har¨¢ valorar m¨¢s al adolescente lo que tiene. La salud de Khalo no se encontraba en su mejor momento a mediados de la d¨¦cada de los cuarenta. Su dolor emocional (el romance con Diego Rivera hab¨ªa acabado hac¨ªa pocos a?os) y f¨ªsico (las interminables secuelas de un accidente de autob¨²s en 1925) la empuj¨® a retratarse sola. Mirada fr¨ªa y una columna j¨®nica rota en forma de m¨¦dula espinal completan la angustia que expele. "Es la expresi¨®n de la vida rota, de la posibilidad del dolor y de los soportes de nuestra existencia", se?ala Carmen Bern¨¢rdez Sanch¨ªs, profesora de Arte Contempor¨¢neo de la Universidad Complutense de Madrid.Dramatismo, angustia, conmoci¨®n. Son sentimientos a los que el ser humano se enfrenta durante su vida. Y en el cuadro de Caravaggio est¨¢n muy bien representados. En una tabla redonda, donde destacan las serpientes, la sangre y el espanto de los ojos, Caravaggio represent¨® la cabeza de Medusa, el monstruo femenino que convert¨ªa en piedra a quien la miraba fijamente como un reflejo del espanto. "La obra del pintor italiano, terminada por 1597, inquieta, crea ansiedad y es una de las m¨¢s representativas y reconocibles de la historia del arte", argumenta el historiador de arte Julio P¨¦rez. "Su visi¨®n es necesaria para entender el dramatismo, la tensi¨®n, la conmoci¨®n que sucede a la violencia, a los imprevistos".CordonNo importa la edad que tengas: pararse a mirar 'El origen del mundo' rodeado de gente provoca la misma sensaci¨®n inc¨®moda que suscita una secuencia er¨®tica en pel¨ªculas de sobremesa con tus padres. El cuadro de Gustave Courbet es una realista y cercan¨ªsima entrepierna femenina al desnudo. De ah¨ª el t¨ªtulo, tan sencillo en su construcci¨®n como controvertido en su contenido, y la necesidad de balbucear alguna opini¨®n al respecto para airear el mareo. "M¨¢s all¨¢ de la sexualidad, es una cuesti¨®n de perspectiva. Se deber¨ªa apreciar desde peque?o, llegando a la adolescencia, para aprender c¨®mo se ha representado a la mujer y c¨®mo se trata aqu¨ª, en este inusitado punto de vista -de ginec¨®logo, casi- y se piense en las posibilidades de la pintura para expresar el mundo", cuenta Carmen Bern¨¢rdez Sanch¨ªs, profesora de Arte Contempor¨¢neo de la Universidad Complutense de Madrid.Cordon"Con los j¨®venes, necesitamos contrarrestar la violencia existente con un gesto de gran significado", enuncia Bern¨¢rdez, "y dejarles identificarse con ese so?ador que cree que a¨²n se pueden cambiar las cosas". "El mensaje es: en este mundo loco, ?por qu¨¦ no tiramos flores en lugar de balas?", se?ala P¨¦rez Manzanares. El grafitero ingl¨¦s Banksy ha derribado la frontera entre arte urbano y obra maestra, entre lo p¨²blico y lo privado, y entre lo eterno y lo ef¨ªmero. Sus creaciones son m¨¢s que una pintada o una obra f¨ªsica: es un di¨¢logo de entendimiento y carne de afiche. En el caso de este manifestante lanzando flores combina lo real con lo ut¨®pico como "alegato de democracia, como un verdadero asalto y, a menudo, un potente e ic¨®nico motivo de reflexi¨®n pol¨ªtica y social", sentencia P¨¦rez Manzanares."Puede ser que lo que impacte a un adolescencia sea el horror que transmite esta obra maestra de Picasso. Pero entre los gritos y llantos de los personajes y la desesperaci¨®n que respira tanto por su composici¨®n como por los colores, aparecen s¨ªmbolos de esperanza", comenta Julio P¨¦rez Manzanares, historiador del arte. M¨¢s que una referencia a un ataque salvaje, 'Guernica' es un alegato contra la crueldad de las guerras, contra la ignominia. Por eso no importa que trate la contienda espa?ola del 36 o el actual cerco de Alepo. El efecto y la denuncia perduran, lamentablemente, lo contemple quien lo contemple.CordonNo falla: el t¨ªtulo ('El gran masturbador') provoca risitas traviesas entre los j¨®venes que se enfrentan a este cuadro. Una vez superadas, llega el an¨¢lisis, muy profundo y universal: los misterios de sexo y sus tab¨²es. "Pieza clave del m¨¦todo 'paranoico-cr¨ªtico' creado por Dal¨ª en el que est¨¢ expuesto casi todo su recorrido iconogr¨¢fico, especialmente lo 'podrido' y las indudables connotaciones sexuales", anota Julio P¨¦rez, que lo vincula a uno de los grandes temores de Salvador Dal¨ª en aquellos a?os de la Residencia de Estudiantes, el sexo, y a una de sus grandes influencias, El Bosco. "Es un muy buen ejemplo para educar en la espera y la atenci¨®n: 'P¨¢rate y mira los detalles, la cantidad de escenarios propuestos en el lienzo, no tengas prisa", recomienda, por su parte, la titular del departamento de Historia del Arte.El pecho al aire de la mujer que personifica la libertad ser¨ªa ahora lo que menos llamar¨ªa la atenci¨®n. Cuando el franc¨¦s Eug¨¨ne Delacroix pint¨® 'La libertad guiando al pueblo', muchos ojos fueron directos a esa parte del cuerpo humano que no es aqu¨ª sino la punta de una pir¨¢mide. Debajo, en capas, se amontonan los muertos, los asesinos y los que a¨²n tienen esperanza. "Obra emblem¨¢tica de la representaci¨®n de la libertad humana, m¨¢s all¨¢ de clases o g¨¦neros. Fruto de los altercados de 1830 en Par¨ªs contra el rey Carlos X (aunque a veces se la relaciona err¨®neamente con la Revoluci¨®n) por primera vez la libertad es representada como una figura femenina y no una abstracci¨®n, portando la bandera a pecho descubierto", explica P¨¦rez. ?ltimamente, indica, la imagen se ha visto actualizada con la estampa de las protestas que agitan la Europa de la crisis o con la imagen an¨¢loga de una Turqu¨ªa en lucha.CordonEsto, chicos y chicas, es una obra maestra. Pop, pero arte, al fin y al cabo. Colores, famosos, serpentina. Ascender al olimpo cultural lo que siempre ha sido desde?ado por pertenecer al pueblo soberano. Introducir en el arte supremo personajes de la televisi¨®n, actrices del cine de masas, canciones de ritmos pegadizos. Y Andy Warhol lo traslad¨® al lienzo en serigraf¨ªas, ¨®leos y fotograf¨ªas. El artista estadounidense se empe?¨® en desacralizar la pintura, el cine o la escultura y adaptarla a las demandas de la sociedad consumista. Sentarse frente a esta explosi¨®n fosforita con el rostro de Marilyn Monroe es, lo primero, reconocer la belleza del mito."El Saturno de Goya es como el Freddy Krueger de la modernidad", apunta Bern¨¢rdez. Y a?ade: "Es preferible que el joven haga un acercamiento desde lo visceral antes que desde la leyenda del dios Crono ¨Co Saturno-, condenado a comerse a sus hijos con tal de reinar". Esta obra maestra de Goya es mitolog¨ªa, es desasosiego y es terror. El Saturno que dibuj¨® Goya entre 1820 y 1823 con ojos desorbitados y un cuerpo menudo, pero musculoso, se sit¨²a en el limbo entre la fascinaci¨®n y el rechazo. Cualquiera que se posicione frente a ¨¦l (m¨¢s si es en la sala donde le rodean las dem¨¢s 'Pinturas Negras de la Quinta del Sordo') notar¨¢ c¨®mo un latigazo sacude su cuerpo. Desde el tal¨®n hasta la nuca. Y eso es lo que siente un primerizo.GettyPor qu¨¦ debe conocer un joven esta obra de Hopper. Noem¨ª Mart¨ªnez, periodista cultural de Radio Nacional de Espa?a y madre, lo explica: "Mostrar que, aunque somos muchos y estamos hiperconectados en un mundo global e imparable, no hay que dejarse enga?ar: estamos solos entre noct¨¢mbulos". La soledad y la melancol¨ªa que transmite 'Halcones en la noche' es una sensaci¨®n a la que los ni?os se van a enfrentar m¨¢s tarde o m¨¢s temprano. Y puede ser en una barra de un bar (para los adultos), o en la soledad de un cuarto. "Es un retrato universal del desamparo", opina el especialista en arte P¨¦rez Manzanares.Qu¨¦ lecci¨®n puede sacar un joven de este cuadro de Vel¨¢zquez. Se puede interpretar como una representaci¨®n de los oscuros rincones de las ciudades: estancias decadentes, guaridas de penas, risas, lamentos y vicios. "Pocos artistas han sabido pintar temas mitol¨®gicos de la forma que lo hac¨ªa Vel¨¢zquez", comenta el historiador Julio P¨¦rez. El costumbrismo de sus telas se muta aqu¨ª en representaci¨®n terrenal del Dioniso, el dios del vino, acompa?ado perpetuamente de su copa y sus uvas, manantial de su alegr¨ªa. La borrachera "se palpa, se huele", en palabras del historiador."Este cuadro hace reflexionar sobre la tiran¨ªa de la belleza y sobre la salud por encima de las partes er¨®genas. Aqu¨ª, los cuerpos femeninos se salen de los c¨¢nones de belleza actuales. Es ideal para que los j¨®venes vean c¨®mo es recomendable valorar otras cualidades del cuerpo femenino", se?ala la profesora de arte en la Universidad Complutense Carmen Bern¨¢rdez. El mito de las tres gracias cuenta que estas tres diosas del hechizo, la alegr¨ªa y la belleza presid¨ªan los banquetes y los bailes. Aquel que fuera bendecido por una de ellas se convertir¨ªa en un gran fil¨®sofo, orador o deportista. El pintor flamenco Pedro Pablo Rubens lo ilustr¨® "como nunca se hab¨ªa hecho antes, que incluso parece posible sentirse el tacto de la piel", seg¨²n el especialista P¨¦rez Manzanares.Si el talibanismo de la correcci¨®n pol¨ªtica hubiera existido en el siglo XVI, el pintor italiano Tintoretto no habr¨ªa podido exhibir 'Susana y los viejos' en ninguna galer¨ªa. ?Por qu¨¦? Porque dibuja a un se?or mayor espiando a una joven desnuda. La historia habla de una mujer "bella y temerosa de Dios" a la que dos viejos se insin¨²an para obtener servicios sexuales a cambio de no delatarla por adulterio. Tintoretto no se centr¨® en la lascivia ni la pedofilia, sino en la vanidad de mirarse al espejo. "A un chaval de ahora, acostumbrado a las fotos del m¨®vil y las redes sociales, le impresionar¨¢ encontrarse con el tan vigente tema de la vanidad, de los 'mirones' y del exhibicionismo", afirma el historiador Julio P¨¦rez."Por una parte, es una pintura que produce mucha desaz¨®n. Es violento y sirve para debatir sobre la agresividad, de la que estamos rodeados. Y, por otra, es una reflexi¨®n sobre la figura femenina: se da por hecho que los cuadros m¨¢s violentos est¨¢n pintados por hombres, y este est¨¢ realizado por una mujer", se?ala la profesora Bern¨¢rdez. Esta obra reinterpreta el tema b¨ªblico de la decapitaci¨®n de la viuda hebrea Judith a Holofernes, un general del ej¨¦rcito invasor de Israel, para mantener a salvo su tierra. "Ha servido para interesantes relecturas feministas de la autora, dada la 'complicidad' femenina que parece establecerse entre las protagonistas", describe P¨¦rez Manzanares.Cordon