3 fotos¡°Yo fui v¨ªctima de la violencia machista¡±Mujeres argentinas denuncian abusos sufridos en primera persona y piden justicia para aquellas que fueron asesinadas y no pueden contarlosMar CenteneraBuenos Aires - 20 oct 2016 - 21:56CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceYamila Rosso y su madre, Silvia, hab¨ªan presentado varias denuncias por violencia contra su vecino. Pero no cambi¨® nada y las agresiones continuaron. El 27 de diciembre de 2014 estaban en la puerta de casa con el hijo de Yamila, de dos a?os y medio, cuando el vecino sali¨® armado y las atac¨®. "Sin mediar palabra alguna, agarr¨® a mi suegra por la espalda y le dispar¨® cuatro disparos al coraz¨®n", cuenta Jimena Jerez. "Mi cu?ada sali¨® corriendo y tambi¨¦n le dispar¨®", a?ade. Silvia muri¨® en el acto y Yamila falleci¨® despu¨¦s de cuatro d¨ªas de agon¨ªa en el hospital. El agresor se fug¨® y permaneci¨® un a?o pr¨®fugo hasta que fue localizado y detenido por Interpol en Brasil. "Argentina pidi¨® la extradici¨®n, Brasil la dictamin¨® y estamos esperando que vayan a buscarlo all¨¢ para que sea juzgado y se haga justicia". Ricardo Ceppi ("Le peg¨® cuatro disparos al coraz¨®n delante de mi sobrino")Karen Arias, de 16 a?os, nunca le dijo a su madre que el chico con el que sal¨ªa, de 18, la maltrataba. Lo descubri¨® cuando ya era demasiado tarde. El 21 de abril de 2015, en mitad de una discusi¨®n su novio fue al armario en el que guardaba una pistola, la agarr¨® "y le peg¨® un tiro en la cara, explica Mar¨ªa Reynoso en el Obelisco. Facundo Sebasti¨¢n Rodr¨ªguez fue condenado el pasado julio a 24 a?os de c¨¢rcel. "Pero no lo conden¨® por femicidio, aunque era su pareja y la mat¨® sin raz¨®n", denuncia para hacer visibles los obst¨¢culos que persisten en la Justicia argentina para condenar esta lacra. Ricardo CeppiSandra Romero hab¨ªa puesto 21 denuncias contra la polic¨ªa por trata de menores en la terminal de autobuses de Rosario, cerca de donde ella ejerc¨ªa como prostituta. La trata continu¨®, pero el 27 de enero de 2004 "vino un polic¨ªa y le dispar¨® en la nuca en se?al de que todas las trabajadoras se ten¨ªan que callar la boca. La mat¨® para que dejara de denunciar el tr¨¢fico de menores que hace la polic¨ªa en Rosario", denuncia Eva, una de sus compa?eras. "El polic¨ªa est¨¢ libre porque no se consider¨® el testimonio de las trabajadoras sexuales. O sea que las putas no tenemos ni siquiera el derecho despu¨¦s de muertas de que se juzgue a nuestros asesinos".Ricardo Ceppi